capitulo 6

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Desperté temprano en la mañana, me di una ducha rápida y deje durmiendo a Leina, baje a desayunar y vi a katherine, la única sentada en la mesa, me sente y de una vez llego una muchacha con su desayuno, no tenia ganas de hablar, pero como siempre los planes no iban a salir como yo quería.

-Como amaneciste?- me pregunto katherine.

-Bien, gracias- contesté seca.

-Oye supongo que Leina todavía no come comida de sal así que mande a que prepararan una papilla para ella, es la primera vez que hay comida para bebés acá, así que muchas de las cocineras estuvieron completamente entusiasmadas, si quiere mientras usted entrena puedo bañar a Leina y darle su desayuno, además puedo llevarla a comprar las cosas para la habitación- dijo ella mirándome, entendí que ella no iba a detenerse hasta conseguir mi aprobación.

-Bien puedes alimentarla pero yo la voy a bañar no sea que la ahogues, y puedes llevarla pero si vas acompañada de un adulto- dije, no sabía si estaba cometiendo la peor estupidez de mi vida al dejarla llevar a Leina con ella, -A qué hora planeas volver?

-Me iré apenas termine de alimentar a Leina y volverá antes del almuerzo lo prometo- me dijo con un brillo emocionado en sus ojos. - le compraré ropa y zapatos veras como va a quedar de hermosa.

-Bien, pero ten mucho cuidado con mi hermana, la quiero sin un rasguño cuando vuelvas, vamos tenemos que subir a bañarla- dije, ella asintió feliz con la cabeza y se dirigió a la cocina.

Empecé a subir las escaleras y llegue a mi habitación, vi a Leina dormida y toque su manito, empecé a subir suavemente hasta su carita y ella abrió sus grandes ojos azules al igual que los de su padre, rió suavemente y abrazo mi dedo con su manito, su tacto era tan suave que en un momento te podía hacer olvidar de todos tus problemas, sus ojos eran tan azules como el mar y te colmaban de felicidad, su risa te hacía sentir que todo iba a estar bien y solo por ello, sentía que podía hacer cualquier cosa, que era invencible junto a ella, un golpe seco me sacó de mis pensamientos, voltee a mirar a katherine que estaba en el piso, con la papilla en sus manos, prefirió pegarse que dejar regar la comida, solté una pequeña risa.

-Lo siento te veías tan hermosa que no puse atención a mis pasos, tienes una linda risa- me dijo.

-Gracias -le dije ayudándola a levantarse.

-Le pondrás la misma ropa que tiene no es cierto- dijo ella mirando a Leina.

-Si volveré a bañarla cuando le traigas ropa nueva, podrías comprarle también un coche por favor- le dije.

-Si aunque necesito tu tarjeta- dijo ella.

-Aquí esta- Harrison entró en ese momento- ya tiene los $9.000.000 adelantados de este mes así que no gastes mucho recuerda que es para dos meses.

-Tranquila compra también un mini refrigerador y comida para bebe, quiero tener a la mano algunas compotas y jugos para Leina- dije.

-Claro que tiene que comprar un refrigerador y comida, aquí todos pagan lo que se comen, la papilla del desayuno de Leina te la dio Katherine de regalo, podrás adquirir una casa e irte de aquí cuando empieces a trabajar, contrataras empleados y sera mas fácil, pero mientras tanto debes adaptarte y recuerda que aunque tengas tu casa siempre podrás volver acá, por eso puedes decorar tu habitación, bien pues Katherine debe ir a comprar las cosas y tu debes ir a entrenar, hablaremos de tu estudio luego.

-Espera no he bañado a Leina- dije con cierto ápice de tristeza no quería separarme de ella todavía.

-Los entrenamientos son algo que no negociare contigo, katherine puede bañarla sin ningún problema.- dijo Harrison y por la seriedad de sus palabras pude ver que no era algo que pudiera tomar a mi modo.

-Bien- dije- Katherine ten mucho cuidado- deje a Leina sobre la cobija, le di un beso en la frente y salí de la habitación

Me dirigí hacia el patio trasero y encontré a un muchacho muy apuesto allí, no debía tener mas de 19 o 20 años.

-Hola Samantha, soy Cameron tu nuevo entrenador.

-Hola, mucho gusto- dije, la verdad era completamente atractivo, aunque notaba algo extraño en el.

-Bien vamos a empezar con la primera fase de tu entrenamiento- me dijo.

Vi a Katherine bajando con Leina en sus brazos y mire a Cameron.

-No te preocupes puedes ir a despedirte- me dijo con una sonrisa.

Las acompañe a la camioneta y esta vez me despedí también de Katherine, volví al patio corriendo, pero antes de poder procesarlo, sentí un golpe en mi espalda y caí al suelo, vendaron mis ojos y quede completamente aturdida.

crisis mentalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora