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Comienzo mi mañana con un largo bostezo, me estiro y doy un beso en la mejilla de mi esposa para luego ir a preparar el café... Ay, que sería de mi sin el café.

Me detengo para deleitarme con el olor y sabor de mi afición y luego tomo mis pastillas para pasarlas con la bebida.

Jum... ¿Que será de esos chicos?

«Grabación de la cámaras de seguridad del consultorio»

La morena fue la primera en despertarse, observó con asombro los otros cuerpos tendidos en el suelo de la habitación e intentó despertarlos.

-Hey, rubio teñido, hola- Decía sarandeando al joven con dicha característica. Este se removió y empezó a abrir los ojos con dificultad; la morena continuó con la chica de al lado, la del cabello castaño y labios finos, con un rosa pálido pintándolos sutilmente.

-Niña, niña ya amaneció- Dijo está vez, y de nuevo la chica abrió los ojos.

Así mismo con los otros presentes, el único que no despertó fue el muchacho alto y robusto, roncaba tan alto que el sonido retumbaba en toda la habitación, así que entre todos intentaron despertarlo.

La pelinegra empezó susurrando -A la de tres gritamos despierta, 1... 2... 3.

-¡Despierta!- Gritaron todos y el muchachos se despertó sobresaltado, bueno, no todos gritaron, la chica silensiosa seguía sentada en una esquina observando la situación.

-¡¿Que les pasa?! ¿Quienes son ustedes? Y... ¿Que... hago aquí?- Pregunto el muchacho muy impactado.

-Son todas muy buenas preguntas. Uno, roncas como animal; dos, soy Rubén, mucho gusto; tres, ni idea- Contestó el rubio teñido acercándose al muchacho robusto para extenderle la mano y ayudarlo a levantarse.

-Soy Karen- Intervino la morena

-Daniela- Dijo tambien la pequeña de largo cabello

-Me llamo Joaquín- Dijo el muchacho -Pero mis amigos me dicen gato.

-Y tú chica, ¿tienes nombre?- Preguntó Karen a la silensiosa de la esquina.

Esta no pronunció palabra y se quedó mirándole fijamente.

-¿Eres muda?- Preguntó Joaquín.

La chica sacó unas gafas de su bolsillo, las limpio con el borde de la blusa y se las puso, luego continuo ignorando a los demás.

-Okey... Ahora... ¿alguien tiene idea de como llegó aquí?- Rubén rompió el silencio. -Lo último que yo recuerdo es que estaba al frente de mi casa esperando a que pasara el desfile.

-Un tipo te drogó y te arrastró hasta aquí- Contestó Karen

-¿Y no hiciste nada?- Preguntó histérico Rubén

-Si, pero me drogó también y heme aquí.

-Pues un viejo me pidió que le ayudase a abrir la puerta de su casa puesto que el no había sido capaz y yo muy amable lo acompañé y no se como... oh- Comento Joaquín.

-Yo estaba en la tienda de Don Juancho tomándome una cerveza para celebrar que por fin me cambié el nombre- Dijo Daniela animada

-¿Y como te llamabas?- Cuestionó Rubén

-Emm... pues... Karen- Respondió nerviosa mirando a su ex-tocaya

-¿Por qué rayos te cambiaste el nombre? Karen es bellísimo, por favor, bello como yo- Dijo ella recargando su peso en una sola pierna, poniendo sus manos en la cintura y abriendo los ojos de manera exagerada.

No tengan piedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora