— ¡Ah!— gemí repentinamente. Haru había bajado mi sostén dejando mis pechos al aire, comenzó a succionar las aureolas sin dejar nunca de moverse en vaivén. Apreté las manos en el cobertor de la cama y continuaba quieta. Me quería mover, quería exagerar lo que siempre he sido, pero no sabía cómo iniciarlo. Tenía miedo, pudor o simplemente estaba nerviosa de que mi padre entrara en cualquier momento a mi habitación.
—Shizuku... —dijo suavemente Haru, agarró mi cadera, la levantó y dejó que su miembro entrara rápidamente, chocando su cuerpo contra el mío creando un ritmo de tambores a gusto del oído. Levantó mi torso sin extraer su cuerpo del mío, se sentó sobre la cama y me miró a los ojos.
—Eres exquisita. Tu rostro enrojecido y tu cuerpo caliente me excitan, Shizuku —dijo sin tapujos, fue entonces cuando tomó de mi cuerpo, sobre todo de mis nalgas, se aferró de ahí y me levantaba y hacía bajar rápidamente. Era enorme el trayecto en el cuál viajaba en contra. Saltábamos, mis pequeños senos chocaban contra su rostro y el los mordía. Era inevitable sudar, morder los labios y apretar mis manos contra sus hombros. Quería pedir más.
Mordió mi oreja, la succionó y lamió mi cuello otra vez. Su rítmica no bajaba y su cuerpo se pegaba más al mío.
—Oh, rayos. No aguanto. Shizuku, necesito verte totalmente desnuda.
Fue entonces cuando lo suave se salió de su lugar, se resbaló del cálido interior, me tiró sobre la cama y arrancó en segundos mi ropa. Yo me dignaba a cubrir lo que pudiera mientras observaba su enérgica acción de desvestirse frente a mis ojos. Aunque ya lo había visto sin ropa antes por el accidente del salón, esta vez era diferente. Podía ver cada parte de su fino cuerpo empapado en una brillante capa húmeda, no dejaba de mirarme con ojos asesinos y aún me tragaba las palabras, esas que no dije cuando me amenazó a la salida de la escuela.
Por fin dejó su cuerpo libre, su cabello íntimo se lucía detrás de su miembro erecto y endurecido. Se subió otra vez sobre mi cuerpo y deslizó su boca entre mis pechos, sobrepasó mi vientre y llegó a mi clítoris. Me tapé los ojos, avergonzada.
Unas cosquillas placenteras inundaron cada rincón de mi cuerpo, estiré las piernas y agitaba la cabeza. Mis costillas se hundían por los gemidos que tenía como deber acallar, esa era la única forma de liberar lo que sentía.
— ¿Lo estoy haciendo bien, Shizuku? —murmuró sin levantar la mirada. Con sus dedos rozaba los bordes de mi cuerpo, me sentía húmeda, estaba húmeda.
Mordía, lamía y succionaba... También podía sentir como introducía su lengua y los sonidos que emitían eran tan embarazosos que me resignaba solamente a desviar la mirada y cubrirme con el cojín más cercano.
—No te cubras, Shizuku... Deseo ver tus ojos, tus labios apretándose mientras que tus mejillas se enrojecen cada vez más —murmuraba con picardía a su vez que con ambos dedos diestros ingresaban en mí una y otra vez, el torso se me levantaba involuntariamente, me retorcía nuevamente. Ya comenzaba a exhalar gemidos más fuertes, cuando repentinamente Haru cambió de posición sin sacar su mano de mi cuerpo, se aproximó a mi boca y besó con furia y furor, nuestras lenguas bailaban en el interior cálido y mojado, se pegaban y frotaban rápidamente en el preciso instante en el que su miembro endurecido entraba agresivo. Expresé un sonido ahogado por los besos de Haru... Ya no lo aguanté más, al siguiente movimiento enrollé mis piernas a su cintura, dejándome llevar por su rítmica agresiva.
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Haz cumplido tu promesa (HaruXShizuku LEMON)
FanficShizuku se encontraba estudiando tranquilamente, hasta que llega una visita totalmente inesperada. ¡¿Qué es lo que pasará?! ---- Advertencia: ESTE TEXTO CONTIENE LENGUAJE EXPLÍCITO Y/O SEXUAL Se recomienda discreción.