Fragmentos de Historias

El destino en los guantes

Pareja: SasoSaku.
Titulo: El destino en los guantes
Publicado: 26/11/2016
Editado: 13/03/2019

Sasori pensó retraído una y otra vez frente al espejo, aquella tina de color carmín le
habían recordado nuevamente a la muerte. Al igual que aquella niña que una vez
reconoció como mujer. Se miro los brazos manchados de recuerdos, las cicatrices
que llego hacerse en un intento desesperado por llamarla, pero ella nunca llegó. Ella
sabía que no lo iba a hacer. Que no quería morir de esa forma, Sasori entendió que
no la iba a ver en el más allá si moría como lo iba, hacer los vicios igualmente no
adelantaban su ida...
rozo la herida que le habían hecho en el ring, el brazo le dolía cada vez más, y sentía
la tensión del musculo. Las piernas le temblaban por el sobre esfuerzo que había
tenido en esa pelea. Pero no le molesto, en cambio se dijo que no se quejara, que
posiblemente eso era un acercamiento involuntario a ella. Él la necesitaba... en ese
preciso momento la necesitaba. Se dejo caer en el respaldo de la bañera, cerro los
ojos, y suspiro.
Mañana era otro día.
Su mente dañada por el tiempo, lo llevo aquellos recuerdos de los que siempre era
preso su corazón, donde él sentía que estaría por siempre. Y que a pesar de la muerte
haberle arrebatado el alma, mantenía su voluntad para vivir por ella. Aunque Sasori
sentía que ya no tenía fuerzas. Que vivir por Sakura y él se le hacía bastante difícil.
Que sin Sakura nada podría llevarse feliz... él era feliz por ella.
Ella no se encontraba ahí.
No quería sentirse en el aire, cuando sus padres se marcharon como ella, el golpe del
saco de boxeo era cada desquite emocional que una vez sufrió en la vida, pero ese
sentimentalismo que siempre sentía no quería quitarlo de esa forma. Respetaba lo
que llego a llamar la presencia de Sakura, pero su cuerpo pedía a gritos lo que
siempre necesitaba, se reprimía, porque no quería saber de la sustancias de las que
una vez lo hicieron perder la conciencia... no quería que ella lo viera así...pero, él
siente que no es perfecto y puede fallar una vez, en su forma abstracta sabía que ella
lo perdonaría, ahí, tirado en la bañera como antes empezó a tomar el primer trago
desde su muerte... y en el lapso de tiempo donde se sumaba a su borrachera, sentía
que ella lo abrazaba. Aunque todo era producto de su imaginación.
-te extraño – susurro a la soledad que mantenía desde hace ya mucho tiempo. Sasori
quiso pensar que los azares inexplicables que sucedían en el universo era para
eliminar la carga. Aunque no dejo de pensar en que era tan injusto.
Le agobiaba tanto la paz que sentía su alma, que deseo tener aquellos pensamientos
suicidas que se detuvieron cuando ella le abrazo en aquella forma, él sabia que era
ella, ese frío descomunal de un muerto... era tan aterrador aquella situación. La paz
que mantuvo desde que empezó su baño le hicieron desesperarse tanto, que en un
grito de agobio, alzo sus manos para jalarse el cabello. Tenia tanta rabia...que se
detuvo cuando sintió la sangre resbalar desde su frente, hasta llegar a la boca. El
sabor desagradable le hizo recordar que nuevamente estaba vivo. Y que tenia que
vivir por los dos.
- No me mate...- susurro otra vez.
Seis años antes.
El practicar constante de su entrenamiento, hacía que se frustrara constantemente. Él
no era paciente en ciertos aspectos... y esa batalla que tendía en unos días ameritaba
velocidad y fuerza. Y era algo que Sasori sentía que le faltaba. Y él no era el único
que pensaba eso.
-si mantienes esa posición de piernas, no me sorprendería que quedaras medio
muerto -
Sasori entendió que era cierto, pero a él no le gustaba que le hicieran ver sus errores, el creía la perfección de su arte, y no necesitaba que alguien, como aquella mujer le
diera consejos de como perfeccionar las cosas que siempre le gustaban. El nudo en
la garganta por el recuerdo de su padre, cuando algunas veces le acomodaba los
puños para que golpeara con mas certeza, ese recuerdo del que había bloqueado para
ser menos eficaz... Sasori era, un chico tan débil... nunca lloraba. El recuerdo de su
madre, todo volvió a él. Como un golpe repentino, las manos le comenzaron a
temblar, pero con fuerza apretó el labio inferior y voltio hacia la chica
-No necesito... - hablo entre dientes, y miro a los ojos aquella mujer, su sorpresa se
vio reflejada, y era que, aquella niña era su chica, la muchachita que lloro cuando el decidió partir hacia otro país, estaba ahí, sonriendo tan ingenuamente, que Sasori
pensó que ella se encontraba igual que siempre, tan inocente y dulce.
Sasori miro su cabello, igual de resplandeciente y ese rosado que siempre la
caracterizo, a él nunca le había gustado ese rosado tan chillón, pero él nunca se
sincero con ella, nunca le comento que le fastidiaba su carácter y que siempre le
molesto que se juntara con aquellos muchachos de la cuadra, quiso decirle que Ino
era una buena amiga, y que siempre tuvo miedo de perderla, se alejo de ella. Para no
ser sincero con sus sentimientos, con lo que sentía por ella.
Su vista bajo hacía las piernas de ella, seguía con la cicatriz que aquella vez le hizo,
él siempre había sabido que su intención era esa, pero lo oculto y se disculpo con
ella, Sakura nunca sospecho nada más. Aunque... a Sasori siempre le gustaron así.
-Sakura – susurro, el sonido de su voz le salio opacado, las manos volvieron a
temblar...
Hola – ella aun seguía riéndole des preocupadamente, pero no se movía. Sasori se
pregunto si ella no quería tocarle...
las ganas de moverse fueron grandes, pero Sasori quiso saber si ella quería que lo
hiciera.
Sakura suspiro.
-ven aquí – le dijo.
Sasori corrió abrazarla, apretándole.
-me vas ha ahogar – replico, el la soltó un poco, y siguió teniéndola en sus brazos.
Ella era tan bonita.
-Te he extrañado – le susurro en el odio, no podía tocarla bien por los guantes,
aunque eso no impido que la besara por el cuello, ella olía tan bien...
ella sonrió de la manera más tierna. Él era tan atrevido.
-al igual que yo – respondió.
Presente.
No sabía que quería exactamente, aun así seguía moviendo rápido, golpeando el
saco con más fuerza, ese día sentía que sus puños eran mas pesados, que no
golpeaba con precisión, la concentración con la que antes trabajaba se había ido. Por
su mente paso nuevamente el suicidio, pero Sakura seguía deteniéndolo, ella seguía
interponiéndose en aquel descanso que necesitaba, quería alejarse del alcohol, del
vicio del que era su olor, pero ella siempre decía que no era tiempo. Ella no lo
amaba, ella no quería dejarlo descansar. Él sentía que se podría morir de soledad, el
amor hacía sus padres nunca dio para eso... pero Sakura. No encontraba razón para
esforzarse, para luchar en el ring, esperando alzar sus brazos como vencedor, lo que
un inicio lo saco de la penumbrosa soledad, hoy le estaba haciendo más daño.
Porque ella siempre estaba ahí para darle consejos.
Sabia que ella estaba relacionada con que no estuviese con ella. Y su mente retorcida
imagino que había hecho un trato con la muerte...
movía su cuerpo de acuerdo al ritmo que manejaban sus puños, el golpe seco que le
dio al saco de boxeo hizo que volviera a escuchar la voz, y la desesperación volvió a
él. Golpeando cada vez más rápido. Colocando los pies en la posición que aprendió
para darle un puñetazo a los boxeadores más alto que él. Sasori no quiso escucharla,
pero ella aun así hablo - Si pones esa esa posición de piernas, no me sorprendería
que quedaras medio muerto – se detuvo, apretó sus labios, la impotencia volvía a él.
Sasori sabía que la posición de piernas estaba bien... ella solo quería hablarle
-No – respondió
-Te he extrañado Sasori – Sasori quiso responderle que él también la extrañaba, que
había entrado a los vicios del alcohol porque quería sentirla, que su mente divagara
y no recordara, que ya había olvidado cuantas veces había querido suicidarse para
verla un instante más. Sin haberle importado si quiera tener su alma en pena por la eternidad, le había querido decir que la quería besar...
pero los fantasmas no se tocan.

Es tan bonito editar tus historias cuando has mejorado bastante.
Que la disfruten, aun faltan bastantes one-shop para recuperar mis historias originales. Saludos, nós vemos en el próximo one—shop