12:30 am

5.8K 653 100
                                    

Steve tenía dudas a menudo. Y todas tenían que ver con Tony. Al principio se negaba a pensar en el tema, pero era sorprendente cómo tratar de no pensar en una persona podía tener un efecto completamente contrario y ocupar toda tu mente, Tony ocupaba el 99% de la mente de Steve a penas dejándole espacio para las funciones básicas. 

Habían pasado ya tres semanas desde que trajo a Tony de vuelta a casa y una y media desde que lo escucho decir que Stark Industries no iba a fabricar armas. Bien, pensó, no me gustaba que estuvieras en ese negocio de todas formas. Porqué aunque el mismo era una arma creada por la ciencia, creía que lo que menos necesitaba el mundo era una más que disparar, así que apoyo a Tony en esa decisión. Luego estuvo lo del arco, escucho a Tony pacientemente explicarle cómo funcionaba y como había llegado a su pecho para quedarse permanentemente, desde ahora habría una pequeña luz que iluminaria  su habitación, la primera noche  no lo soporto, salió del cuarto y lo dejó solo. No podía con la idea de que había algo amenazando el corazón de Tony constantemente, se arrepintió a la mañana siguiente y trato de disculparse, pero si Tony había notado que había dejado la cama no dijo nada, tan valiente como siempre, no dijo nada. Precioso, fuerte y valiente.

Así que a lo largo de estas tres semanas Steve tenía solo dos cosas claras; La primera era que es gay,  llego a la conclusión porque no hallaba interesante a ninguna mujer desde hace años, no importaba cuanto lo intentara. Y la segunda era que aparentemente tampoco era gay, porque no hallaba interesante a ningún otro hombre. ¿Era la atracción hacia Tony Stark un tipo de orientación sexual? Su cerebro ya ni siquiera podía conectar las cosas correctamente. Debía de estar dañado, eso era, debía de estar dañado. Tony es joven e inteligente y nunca nunca se fijaría en él. Por Dios, lo cuido desde niño como podía siquiera pensar en él de esa forma. Estaba confundido, la experiencia de casi perderlo fue demasiado. Las primeras noches se levantaba solo a comprobar que el calor que sentía a un lado era el de Tony, que él estaba a su lado, seguro como debía de ser. La experiencia lo había dejado cálido y vulnerable, eso era todo ¿Lo era, no?
Sin embargo Steve está extrañamente convencido de que no podrá volver a dormir tranquilo hasta que haga algo. Así que con todo el valor que ha intentado reunir estas semanas y a favor de su cordura un día baja al taller con el pretexto de llevarle una taza de café a Tony y lo suelta.

"Me gustas."

Las palabras salieron tan de repente que casi se pierden y el taller cayó en una extraña calma  cuando Tony miró a Steve con los ojos muy abiertos. El destornillador que había estado en su mano ahora descansaba sobre el banco de trabajo mientras la armadura que intentaba recrear descansaba junto a él.
Steve se mordió el labio inferior mientras trataba de no huir por debajo de toda la tensión, pero no había forma de que pudiera retractarse ahora. Ni siquiera quiso decir las palabras justo ahora, pero parecía ser el momento adecuado. Las emociones que tenía por Tony sólo burbujearon hasta que estaba casi reventando y no podía apartar los ojos del hombre que trabajaba delante de él. Era magnético.
Tony se veía tan tranquilo, completamente en su elemento, mientras manejaba las herramientas con tanta precisión y gracia. Sus ojos, tan enfocados, eran suaves mientras manejaba suavemente el delicado equipo con esos delgados dedos suyos, Steve quería besar a cada uno. Su cabello estaba en un lío, mechones color chocolate cepillándose contra su frente, y Steve quería empujarlos lejos, para correr sus dedos a través de esas ondas suaves.
Parecía tan contento y complacido con cómo era todo.
Estaba feliz y Steve siempre quiso que él fuera así.
No fue y a la vez fue un accidente que esas palabras se liberaron de sus labios.
Las palabras eran simples.
Me gustas.
No sugirió la seriedad de "Te amo" porque no podía asustarlo y porque Steve lo había pensado, pero aún no podía encontrar el significado correcto y además esas palabras fueron algo que todos los amigos de Tony se dijeron el uno al otro cuando lo encontraron, así que él estaba un poco más que confuso al respecto de cómo el término se utilizaba en la actualidad. Pero fue la forma en que lo dijo que hizo toda la diferencia. Estaba seguro que hizo que significarán mucho más, que tuvieran un valor distinto.
Las palabras eran tan ligeras y llenas de afecto extremo, que incluso la gente sin emociones podía decir que esas palabras significaban algo más.
"¿Te gusto?"
Steve no podía retroceder de esto ahora, no cuando Tony lo miraba así. Con sus ojos llenos de curiosidad, incredulidad y un toque de esperanza que hizo que Steve quisiera saltar de su silla y confesar su amor por la hermosa persona frente a él.
Pero no lo hizo porque no se trataba de una película de romance en la que los principales comenzaban a besarse bajo la lluvia o bailar a la luz de las velas.
Esto era real y los labios de Steve se curvaron en una sonrisa brillante porque nunca había estado más seguro de nada en su vida.
"Me gustas."
El mundo no se detuvo, pero el mundo de Steve lo hizo cuando las características de Tony se iluminaron en algo que podría competir con la belleza de una estrella.
Esto era real. Tony apenas y podía creerlo. Siempre pensó que sería el primero en confesarse, había sido tan cuidadoso intentando no decirlo. Había tratado tan fuerte de guardar sus sentimientos, de no dejar que las palabras se escaparan de su boca aún cuando sentía que la garganta le ardía. Pero Steve se había adelantado como siempre, contra él no podía ganar, no le importaba perder contra él. Estaba tan lleno de amor que apenas lo podía contraer en el pecho. El Capitán América gusta de ti, maldito suertudo.
Tony tenía una lengua mordaz, quien había pasado más de diez minutos con él lo podía garantizarlo y nadie era más consciente de eso que Steve. Sin embargo y aún sintiendo que algo dentro de él iba a estallar no sabia que decir. Así que estiró la mano hacia la taza de café que Steve le había traído y dio un sordo tentativo para después decir.
"Sabes cómo me gusta el café"
Esas palabras hicieron que el cuello de Steve se erizara, si alguien los estuviera escuchando pensaría que esas palabras sonaban tontas ante la situación, pero la voz de Tony era tan intima, algo que Steve nunca había escuchado antes que sabia que significaba algo, sabia que algo se aproximaba.
"Me gustas, Steve"
Algo dentro de Steve se derrumbó aquel día. Una muralla que había levantado hace tiempo con el pretexto de no ser lastimado y se sentía tan bien, tan amado y correspondido. Los dos estaban bien todo había cambiado. Tony lo había tocado sin tocarlo.
Esto no sería fácil, pero ellos no querían algo fácil, querían algo malditamente difícil.

******************


¿Está mal que yo lo diga? Al demonio... ¡Este es mi capítulo favorito! ¿Les pareció muy rápido? No crean que las cosas van a ser fáciles que ya son novios y fin, nooo. A mí me gusta lento y doloroso.

El capítulo se llama 12:30 am porque es la hora a la que me levante para escribir esto. Fui a tomar agua y cuando volví a la cama no podía dejar de pensar y mi cerebro me susurro "No vas a poder dormir si no lo escribes ¿verdad?" Así que me levante y escribí. Ni yo sé cómo funciona mi inspiración.
Bien hasta la próxima semana.

Besos!

Una vida con Tony Stark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora