Estaba completamente aturdida, me levanté y me dolía la espalda, me sentía desorientada, intente agarrar cualquier cosa pero solo sentía aire y volví a caer al pasto, maldije en voz alta y podía escuchar mi voz a un nivel extremadamente alto.
-Empezaremos con un arte marcial que es usada por las fuerzas de defensa Israelíes, te ayudará a manejar todos tus sentidos y ampliarlos, este tipo de combate se conoce como Krav magá, empezaremos vendando tus ojos y yo te atacaré desde algún punto, tu tienes que intentar esquivarme y luego intentaras golpearme, has tu mejor esfuerzo.- hubo un momento de total silencio y empecé a escuchar mis propios pensamientos.
Escuche el movimiento del pasto en mi espalda y sin poder esquivarlo volví a sentir un golpe en mi espalda que me dejó en el piso, escuche que se acercaba y rodé hacia mi derecha, me incorporé e intenté escuchar algo, podía escuchar el sonido de sus pisadas y como una patada cortaba el aire, me agache rápidamente y logre esquivar el golpe, pero el movimiento que hice fue tan brusco que caí de nuevo al piso, sentí su pierna a un lado de mi mano y en un rápido movimiento lo jale y terminó en el piso, pasamos las siguientes dos horas entrenando, empezamos a practicar con más velocidad y agilidad, escuche el sonido de las rejas abriéndose y supe que había llegado Katherine con Leina, continúe el entrenamiento y espere hasta la hora del almuerzo para ir a donde ellas estaban. Eran las 12:00 y escuche mi estomago rugir.
-Creo que es todo por hoy- dijo- tengo que ir a almorzar.
-Estoy de acuerdo- dije.
-Ahorita tienes clase de idiomas, como sabrás si vas a pertenecer acá debes saber hablar ruso- por quien ingresaste-me pegunto.
-A que te refieres- pregunte sin saber bien que responder.
-Me refiero a- se formo un silencio repentino y sentí a alguien a mis espaldas.
-Eso a ti no te incumbe, gracias por entrenarla hoy, puedes retirarte- reconocería esa voz donde fuera Harrison.
-Si señor- dijo Cameron rápidamente y salio casi corriendo del lugar.
-Hay algo en el que no me cuadra- dije.
-Lo se-me respondió Harrison- Voy a averiguar que es.
Corrí a saludar a Leina con un fuerte abrazo, miramos las cosas que había comprado Katherine, íbamos a subir a la habitación cuando una voz detrás de nosotras nos detuvo en seco.
-Antes de empezar a perder el tiempo deberían almorzar- reconocí a la chica que abrazaba a Harrison ayer- Katherine ve y pide tu almuerzo, supongo que compraste algo para nuestra nueva invitada- oí en la palabra invitada un toque de desprecio- Harrison te manda el mensaje de que tienes clase de ruso a las 3.
-ya lo sabía- respondí sin mirarla, mientras consentía a Leina.
-Maldita niña- dijo en un susurro.
-Que dijiste?-le pregunté encarandola.
-Puede que tu hermano fuese el favorito del jefe y que Harrison te este tratando como a una niña consentida, pero a mi no me engañas y se que lo único que haran aquí tu y esa mocosa es causar problemas- dijo con rabia.
-sinceramente no se quien eres como para venir a tratarme de esa manera, conociendo que la niña consentida aqui eres tu. Solo te dire que quien se mete con lo que amo no vive para contarlo asi que alejate de mi hermana. - dije pacíficamente.
Vi como su cara se tornaba roja de la vergüenza e intentaba matarme con la mirada, me dirigió una última mirada para girar y salir de la casa dando un gran portazo.
-Eso es algo que no se ve todos los días- Había olvidado por completo que Katherine se encontraba aquí- ya era hora de que alguien le diera su merecido.
Le dirigí una sonrisa y nos dirigimos juntas hacía la cocina, al terminar de almorzar subimos a la habitación con Katherine para bañar a Leina.
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crisis mental
Teen Fictiones ese momento en el que te das cuenta que ya nada volvera a ser igual, que todo en lo que habias pensado hacer junto a el o todo lo que habias pasado ya habia terminado, pero te das cuenta que hasta ese momento solo estaba comenzando, que debiste q...