The Red Bullet [EXO/BTS]

Prefacio.

-¡Aborten!¡Aborten! Mierda -grita aquel rubio al darse cuenta de que los comunicadores han colapsado.

El sonido de una fuerte explosión que hace simbrar la tierra, solo hay una opción pero nada le asegura que salga vivo de esta.

- 3 años antes -

Ilsan, Corea del Sur.

-¿Listo?

-Listo.

Ambos chicos se miran y asienten al mismo tiempo, cubren sus cabezas con la capucha negra de sus sudaderas y ponen la mascarilla sobre sus rostros cubriendo gran parte de ellos.

De manera rápida entran al supermercado,NamJoon se acerca a la caja, Jin espera en la entrada con la cabeza gacha.

El rubio saca el arma automática de sus pantalones y apunta a la cajera.

-El dinero ¡RAPIDO!- exclama, la chica cerca de unos veinte años suelta un grito alertando al resto de la tienda, uno que otro intenta huir pero aquí es cuando Jin hace su trabajo, se interpone entre ellos y la salida, apuntando con el arma es como los hace retroceder mientras que Nam termina con el dinero.

No toma más de cinco minutos y ambos se encuentran huyendo en la motocicleta del mayor. Una vez que están lo más lejos posible, Jin baja la velocidad y es así como a paso despreocupado llegan al pequeño departamento que comparten.

La vida es dura y hay veces en las que no queda de otra, en la selva de asfalto es comer o ser comido, y aunque en un inicio sería sólo una vez ambos hayaron el oficio del hurto entretenido.

-¿Cuanto?

-Cerca de ₩ 230,813- responde Jin tras terminar de contar el dinero que ahora está ordenado sobre el pequeño baúl que usan como mesa de centro.

-Falta poco.

Daegu, Corea del Sur.

Taehyung se encuentra caminando a paso lento por los pasillos del colegio, duda entre ir a clases o no, realmente la escuela es algo que le tiene sin cuidado.

Sube las escaleras hasta llegar al último piso y finalmente a la planta azotea, donde por supuesto YoonGi se encuentra recostado fumando un cigarro.
El castaño se acerca, se recuesta a su lado, le quita el cigarro y le da una calada.

-¿Cómo te fue? - Pregunta YoonGi quitándole el cigarro de la boca.

-Vendí todo y conseguí esto - responde el eludido sacando el fajo de billetes y una 9mm, YoonGi sonríe con suficiencia.

Busan, Corea del Sur.

Uno, dos, tres, comiencen.

El menor de los dos toma posición de combate y en tres movimientos que se ven faciles a simple vista derrumba a Jimin posicionándolo bajo él.

-Pendejo, eso dolió - se queja el más bajito tomando la mano de JungKook para poder ponerse de pie.

El prefesor le lanza una mirada amenazante, advirtiendo que cuide su lenguaje, Jimin sonríe con picardia.

-Comiencen otra vez- ordena el profesor.

Ambos se separan, un pie detrás del otro, los puños a la altura del mentón y comienzan.

Gwangju, Corea del Sur.

Instituto psiquiátrico.

Hoseok observa el techo, las paredes, el piso incluso sus ropas de color blanco, el blanco es un color que inspira tranquilidad pero a Hoseok lo vuelve loco, un segundo más ahí y todo acaba.

El chico levanta la mirada, en la parte izquierda superior está una cámara que lo monitorea 24/7, Hoseok sonríe con sorna y entonces ocurre.

-¡¿ CÓMO QUE NO ESTA? - El grito furico de la mujer suena en toda la habitación, la directora y encargada del instituto sabe que si aquel chico sale debe dar todo por perdido.

-N-no está solo...desapareció.

-¡BUSQUENLO!

La alarma de segurida suena, las puertas se cierra automáticamente, los guardias toman sus respectivos lugares, una movilización se efectúa para poder encontrar a Hoseok, nadie puede salir ni entrar.

Fuera de las grandes murallas que resguardan el instituto el clima es impetuoso como si supiera que algo malo se avecina, la lluvia cae a cántaros, uno que otro rayo atraviesa el cielo nocturno ilumindolo por segundos y el terreno comienza a tornarse fangoso.

Hoseok aspira el aire fresco, el olor a tierra mojada, siente la tierra entre sus dedos, no más blanco.

Suelta una sonora carcajada y observa a sus espaldas la prisión en la que estuvo por más de tres años encerrado sin ningún contacto con nadie, ahora en llamas .

-Buen trabajo - exclama.

-Lo sé - responde el chico de piel blanca saliendo de entre la arboleda cubierto de pies a cabeza con ropas negras.

-Vamos, Taehyung nos espera.

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¿Debería seguir?