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- Silencio por favor. - Gritó el profesor Dumbledore en el Gran Comedor. - Bien. Quiero daros la enhorabuena a todos y cada uno de vosotros, por vuestras notas y por haber pasado un curso más en el colegio de Hogwarts de Magia y Hechizería. - Se oyeron murmullos. - Yo y todos los profesores esperamos que paséis un grandioso verano y os relajéis. Os esperamos el curso que viene.

Y después de decir esas palabras, los alumnos se levantaron y salieron corriendo del Gran Comedor como si hubiera una estampida.

- Otro año más juntos. - Dijo Hermione cuando ya estábamos fuera y asentimos. - ¿Prometéis escribir este verano?

- Ya sabes que yo siempre lo hago. - Le sonreí. - Son ellos dos los que nunca lo hacen. - Nos reímos los cuatro.

Entramos en el expreso de Hogwarts para volver a casa y nos sentamos en un compartimento vacío.
El viaje de vuelta fue más largo que el de ida, al menos para mí, y tal vez sería porque en realidad no quería irme de allí, pero tenía ganas de ver y abrazar a mis padres.

- Espero que el año que viene sea aún mejor que este. - Dijo Harry.

En ese momento pensé en Malfoy. Le deseaba absolutamente todo lo mejor, era raro decirlo ya que al comienzo de este curso era todo lo contrario, pero lo decía de verdad. En cierta parte le echaba de menos...
Me acordé de que le dije que nos volviéramos a odiar, pero eso me temo que iba a ser imposible. Al menos ya no seríamos amigos, y aunque eso me dolía más que otra cosa, tenía que ser así.

Después de unas horas de viaje, llegamos de nuevo a King Cross. Cogí todo mi equipaje y busqué con mi mirada a mis padres.
No los veía por ninguna parte y la mayoría de la gente ya se estaba yendo o se había ido.

- ¿Quieres que te llevemos hasta tu casa? - Me preguntó Ron, pero me negué.

- No te preocupes Ron, enseguida llegarán. A veces suelen tardar. - Asintió no muy convencido y, después de despedirme de él y sus padres, de Hermione y de Harry con un enorme abrazo, seguí búscandolos.

Vi en la otra punta del expreso a Draco, haciendo lo mismo que yo: esperar a sus padres.
Puso una de sus maletas en el suelo y se sentó sobre ella.

- ¡Feliz verano Claire! - Me gritó Dean y le sonreí.

- ¡Igualmente! - Me despedí con mi mano.

También me despedí de Neville que se íba con su abuela, de Luna y su padre y de Seamus y sus padres entre otros. En el andén quédabamos Draco, algunas personas y yo, y mis padres no venían.

Imité a Draco y puse una maleta en el suelo para sentarme sobre ella y esperar.
Le eché una mirada rápida y jugaba nervioso con sus manos. De vez en cuando se pasaba una por el pelo y movía el pie rápido.

Justo vi a mis padres venir corriendo donde mí y fuí a abrazarlos.

- Ay hija, lo sentimos. Es que había mucho tráfico y ya sabes que los muggles no pueden ver coches voladores. - Reí y asentí en forma de que no pasaba nada.

Volví a dirigir la mirada a Draco que miraba su pie fijamente. Mi madre lo observó durante unos segundos y soltó mi maleta.

- Esperad aquí. - Fruncí mucho el ceño por lo que quería hacer.

Se acercó a Draco y habló con él. Cuando vi que su mirada se clavó en mí, miré hacia otro lado avergonzada y después vi a los dos venir andando a paso normal.

- Sus padres no han venido a buscarle y me he ofrecido a que le llevemos. - Nos hizo saber mi madre. Mi cara fue un cuadro.

- ¿Qué? - Grité. Mis padres me miraron confusos y Draco de reojo. - Quiero decir: claro. - Con un suspiro cogí una de mis maletas con una mano y con la otra una de las suyas.

Te quiero, No te quiero || HPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora