Día 13

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Pasé toda la noche llorando. Los chicos me vinieron hacer compañía por momentos y lo agradezco. George se quedo conmigo unas horas, durmió junto a mi.
Me miro en el espejo, aún no creo que haya muerto. Todo esto parece una estúpida mentira. Tengo los ojos rojos, como cuando me drogaba.
Rodrigo me ayudó tanto a olvidar todo lo que pasó con Daniel. Maldito Pocholo, maldigo la hora en que lo conocí.

No puedo explicar lo que siento, se murió una parte importante de mi.

***

Despierto con mucho frío y hambre. El parque está vacío, el sol está por salir. Vuelvo a caminar en busca de empleo.

Y así pasó toda la tarde. Me voy a otro parque a dormir. Tengo mucha hambre, mataría por un sándwich.

Ya casi dormida siento unas risas varoniles. Levanto la cara y vuelvo a dormir.

-¿Maggie?.-escucho.

Abro los ojos y veo los ojos verdes de Rodrigo.

-¿Que rayos haces aquí?.-decimos los dos al unísono.

Me siento, los diarios caen al suelo. Veo que hay dos chicos más con el.

-Han pasado muchas cosas.-susurro.
-Vamos a mi casa.-dice.-Los veré cuando los vea.

Pone sus mano por mi hombro y empezamos a caminar.

-Estas fría.
-¿Que es eso de "te veré al verte"?.-digo.
-Es "te veré cuando te vea".-me corrige.-Es el "hasta pronto" de nuestro grupo.-ríe.
-¿Que hacías ahí?.-digo.

Lo miro. Tiene el ceño fruncido.

-Mejor, ¿Que hacías tu ahí?.-ríe.
-Mamá me saco de casa.
-¿Que?.-grita.-Espera, hablemos en la casa.

El camino se me hace eterno. Rodrigo huele a cigarro y a perfume de hombre.
¿Será por que es hombre?, estúpida.

Llegamos a su departamento.

-Este no es el lugar donde conversamos.
-No, no lo es.-dice.
-¿Donde estamos?.
-En mi departamento, ya lo verás.

Oh, no. Me va violar.
Tu eres la estúpida que sigue a un hombre probablemente drogado hasta su casa.
Creía que vendriamos a su departamento a conversar y el me daría comida y una cama.
Para violarte. Viendo este lugar, te violara en un catre.

-¿Me vas a violar?.-digo.

Tengo los ojos entrecerrados y veo borroso.

-Pues, ahora en mis cinco sentidos, no soy necrofilico.

Me río internamente.

De un movimiento estoy arriba de el. Paso las manos por su cuello y mis piernas abrazan su abdomen.

-¡Viene la Policía!.-grita Rodrigo.

Escucho muchos gritos y veo a muchas personas correr. Trato de enfocar mi vista y el departamento está vacío ya. Los vuelvo a cerrar y escucho unos pasos.

-¿Quien es ella?.-escucho una voz seca.
-Una amiga.-dice Rodrigo frío.
-¿Te la vas a tirar?.-ríe.

Frunzo el ceño y quiero protestar pero mi cuerpo no responde.

-No, no me la voy a tirar.-esquiva.
-Es muy linda.

Siento que acaricia mi mejilla.

Abro los ojos con las últimas fuerzas que me quedan y miro por sobre el hombro de Rodrigo. Veo a un hombre alto, de cabello negro y largo, moreno. Creo que tiene un corte en su mejilla, no lo puedo asegurar.

-Bueno, después me cuentas.-finaliza el hombre.-Te veré cuando te vea.

La puerta se cierra. Rodrigo vuelve a caminar, abre un par de puertas más y me tiende en una cama.

-Pues, mañana me contarás lo que ha sucedido.-dice.

Lo siento acostarse junto a mi, pero cada uno en su lado ya que es una cama de matrimonio.

-¿Rodrigo?.-digo.
-¿Que?.
-Gracias.

No me responde nada. Quizás se quedo dormido.

-Muchas gracias.-susurro

Caigo dormida.
Sueño con mamá y papá. Veo nuestros recuerdos, cuando yo era pequeña hasta ahora.

***

Me lavo la cara. Vuelvo a la cama, saco las fotos y un bolígrafo azul.
Empiezo a escribir en el reverso.

Querido Rodrigo:

Hay luto en mi corazón. Me cuesta aceptar tu muerte, quiero creer que es un sueño. Mañana despertaré y tu estarás aquí.
Un verdadero amigo es capaz de tocar tu corazón aún cuando éste al otro lado del mundo.
Cuando te fuiste, me di cuenta de que perdí una parte importante de mi.
Gracias por estar para mi, cuando nadie estuvo allí.
Cada segundo que transcurre, voy olvidando algo de ti...como en la forma que sonreias cuando de verdad querías hacerlo, la manera en que tus ojos brillaban. Eso hace que el hecho de tu partida se haga más real.
Estarás vivo en mi memoria y corazón.
Te adelantaste en todo esto, yo me quedaré aquí por si quieres venir a visitarme.
Te amo con todo mi corazón.

Te veré cuando te vea
Maggie.

Me pinto los labios rojos y le doy un beso a las fotos.
Me voy de mi cuarto, bajo las escaleras y para mi suerte no encuentro con nadie.
Salgo del departamento y voy hacia la azotea, atraves del ascensor.

Ya arriba de todo, con el viento acariciando mi cuerpo. Voy hacia una esquina y agradezco que haya una baranda de concreto, me apoyo en ella y tomo aire.

Miro una vez más las fotos y pienso en todo.
Acerco las fotos a mi corazón y cae una lágrima a ellas. Las rompo hasta que queden en pequeños cuadraditos y los lanzo al aire. La brisa se los lleva y aleja. Las lágrimas caen y rezando para que estés bien donde quiera que te encuentres.

Me quedo un rato pensando.
No puedo seguir ocultandome, debo encarar a Pocholo. Siento tanto miedo de que les haga algo a los chicos. No puedo seguir así.

Bajo hacia el departamento y nadie está en la sala, voy rápido a mi cuarto.

Día 13

Mi SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora