Nunca más voy a la casa de mi tia Enrrica

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Hoy tengo que ir a la casa de mi tía Enrrica, y no quiero, encima me tengo que quedar todo el verano allí, y no me gusta. Y mi tía ni hablar está loca, demente, poseída.

Bueno, de todos modos tengo que ir.

Luego de haber llegado, mi tía me recibe con una mirada que te traspasa, que te perfora .No puedo de dejar de mirar al piso, me incomoda. Mi tía se acerca hacia mí y me dice:

-Hola sobrina ¿como estas? Te estaba esperando para merendar.

Se los dije, es rara, son las 10:02 pm y ella esperando a que meriende.

-Debes estar muy cansada, veni que te muestro tu habitación.

-Bueno. (Contesto muy indecisa pero al final estoy tan cansada que me duermo parada)

Cuando entre a la habitación, todo era viejo salvo la frazada y la almohada, menos mal porque si no dormía en esa cama. La última vez que vine la frazada tenía olor feo y la almohada tenía una mancha naranja muy rara.

Lo que me da más miedo es la muñeca que está al lado mío, tiene los ojos del tamaño de una naranja y parecen muy reales.

A la mañana siguiente me despierto por unos golpes en la puerta. Y ya cambiada me fijo quien es. Es un chico de ojos bien marrones y el pelo del color de las hojas del otoño ,es lindo. Abro la puerta y digo:

-Hola ¿Qué necesitas?

-Te venia a advertir de Enrrica.

-Es mi tía. Pero¿De qué tengo que tener cuidado?

Justo cuando abre la boca para contestarme, aparece mi tía y le dice:

-Que haces acá Alex es propiedad privada. ¡Ándate!

Me mira y me dice:

-Te prohíbo que te juntes con ese chico.

Desde mi punto de vista no parecía malo. Pero me dio curiosidad de lo que dijo de mi tía.

Al final de unos días me acostumbre a todo lo que pasa y hay en esta casa. Lo que si me falta ver la habitación del fondo del pasillo y el sótano.

Cuando estaba a un pelo de tocar la perilla de la puerta mi tía me dice que no la abra, y para que no se enoje le hago caso...

A las 12:07 PM me despierto y decido ir a ver la habitación del final del pasillo.

Abro la puerta y siento que hay un millón de ojos que me miran. Prendo la luz y hay un montón de muñecas como la que hay en mi habitación. Cierro la puerta muy delicadamente y me voy a mi cama ya traumada por lo que acabo de ver. Pero mañana si o si voy a ir al sótano.

A la mañana me despierto y no puedo guardar el secreto y cada dos por tres me muerdo el labio para no hablar .Mi tía me mira y yo le esquivo la mirada.

A la noche me quede despierta pensando en lo que había visto anoche. Me levante y decidí ir a ver el sótano.

Llego al sótano, abro la puerta, camino unos dos pasos y siento que pise algo, como un dedo, prendo la luz y veo algo que nadie tiene que tener ¡NADIE! Eran cuerpos de personas. Me dio un asco y un miedo increíble, pero lo más extraño es que no tenían ojos. Me doy vuelta para llamar a la policía y avisarle a mi tía y veo que ella esta atrás mío con una cuchara, y me dice:

-Me gustan tus ojos, son celestes como el cielo, me los voy a quedar.

Cada vez se va acercando más a mí con la cuchara. La empujo para poder salir del sotano, subo la escalera y voy directamente a la puerta de entrada. Salgo de la casa y veo que Alex se acerca hacia mí.

-Te dije es muy peligrosa.

-Hace mucho que no la veo, y no pensé que se había vuelto obsesionada con los ojos.

-Si está loca. Bueno sigamos corriendo que nos puede alcanzar.

No sé cuanto vamos corriendo pero lo que sé es que no veo a mi tía, y que estamos en un bosque solo Alex, yo, y los gigantes arboles.

Este verano aprendí:

1) Que si alguna vez alguien te quiere sacar los ojos para ponérselas a unas muñecas corre lo más lejos que puedas.

2) Que nunca más tengo que ir a la casa de mi tia Enrrica

FIN

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2016 ⏰

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