Sublime añoranza, exilia su luz lejos de sí.
Fuera de esta Tierra, mi mundo camina hacia el fin,
o así parece ante mis ojos, al sentirme lejos de ti.
Sutil sol irradia fuego,
Mas sus cándidos rayos congelo, con desgarradora nostalgia.
Punzante, inolvidable e interminable flagelo.
Bajo la nieve cantaba el viento montañoso,
Mas el frío y desamparo, hacían el amor odioso,
Entre los pinos danzaba ese frío tan hermoso
Que dormía mi cuerpo y mi amor, tornados dolorosos.
Mi corazón, extrínseco, poeta excéntrico
Visionario, fallido intento de egoísmo
Herido, camina latido tras latido, uno más cerca del olvido
Y la lluvia callaba su resonante alarido
Tras la niebla, tras sus recuerdos, ido
Así ella con su invierno partía
Congelada por su melancolía
Entre truenos y tormentas
Su corazón, lento, fallecía
Mientras por el bosque se abría
A la primavera ella le temía
Y bajo la sombra de los pinos
Ella yacía casi dormida
Con su alma de hielo derretida.