Capítulo 1: Encuentro con el demonio (parte I)

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"Pandora apoyo su oreja sobre la tapa de la caja.

— ¡Déjanos salir, querida Pandora, déjanos salir! ¡Seremos para ti muy buenos compañeros de juego! ¡Oh, déjanos salir!
— ¿Quién será? - pensó Pandora - Sin duda hay alguien vivo dentro. Voy a dar una miradita, solo una y volveré a cerrar la caja.

Aquella era la primera vez desde que llegara su compañera de juegos, que había tratado de divertirse solo, pero como se aburría, decidió interrumpir sus juegos y volver a donde estaba Pandora.

En el momento que iba a entrar, la niña tenía la mano a punto de levantar la tapa de la caja, y Epimeteo la vio. Si él la hubiera avisado dando un grito, Pandora, probablemente, habría retirado la mano de la caja, y tal vez no fuera conocido aun el fatal misterio que guardaba.

Cuando Pandora levanto la tapa, el aire se oscureció porque una nube negra salió de ella y se extendió ante el sol, ocultándolo completamente. Luego, durante unos segundos se oyó un murmullo y una serie de gruñidos que pronto se transformaron en un fragor parecido al estampido del trueno, pero Pandora, sin hacer caso de ello, acabó de levantar la tapa de la caja y miró su interior.

Pareció como si una multitud de seres alados pasaran rozándole el rostro, huyendo del encierro, y en el mismo instante oyó la voz de Epimeteo que exclamaba en tono lastimero, como si experimentara algún dolor.

— ¡Oh, me han picado! ¡Perversa Pandora! ¿Por qué has abierto la maldita caja?

La niña dejo caer la tapa e incorporándose miró a su alrededor para ver que le había ocurrido a Epimeteo. La nube del principio había oscurecido todo. Pandora oyó un desagradable zumbido, como si por allí revolotearan abejorro. En cuanto a sus ojos se acostumbraron a la imperfecta luz que reinaba, vio un enjambre de feas y asquerosas figuras provistas de alas de murciélagos y armados de aguijones en sus colas, una de las cuales fue la que pico a Epimeteo. Poco después Pandora empezó a quejarse, pues sentía no menos dolor y miedo del que experimentara su compañero.

Ahora, si desea saber el lector quienes eran aquellos feos seres evadidos de La caja en que estaban prisioneros, le diremos que formaban la familia completa de los males. Había malas Pasiones, Dolores y Tristezas, gran número de Enfermedades y, en fin, más formas de Maldad de lo que se pueda imaginar"

Él reía a carcajadas y los demás estudiantes se quedaron viéndolo con verdadera sorpresa. ¿Acaso había enloquecido?

— ¿Por qué se ríe estudiante Jung? – le preguntó el amable profesor de Filosofía.
— Es un bello cuento de hadas, en donde al final de la caja aparece la Esperanza que nació de las lagrimas y de las sonrisas - responde él sonriendo como un psicópata – La humanidad después del pecado de Pandora logro sobrevivir. Un cuento de hadas con un final feliz.
— Jung, no creo que sea un cuento de hadas – habló otro estudiante y Jung se le quedo viendo con el ceño fruncido – A pesar del error de Pandora, el mundo ha confiado en la Esperanza que vive en el corazón de los hombres.
— Es un poético ropaje con la que la imaginación griega ha vestido la caída de los progenitores del linaje humano.

Esa voz llegó hasta Jung Yunho como la misma caricia de terciopelo. En trance, volteo para saber quién era el dueño de tan hermosa voz. Sus ojos, a la brevedad, encontraron al dueño de tan melodiosa voz. El chico de cabello corto y oscuro, de piel visiblemente blanca y tersa como la porcelana. El hermoso chico al final de la fila al verlo y cruzar miradas le corrió la cara ignorándolo.

«Que crio más arrogante»

Jung Yunho no parpadeo. Algo en ese chico le parecía fascínate. Sus ojos quedaron prendados del perfil del estudiante. Aquel chico era tan simple, pero hermoso. Sólo pudo recuperar el control de su cuerpo cuando el profesor habló.

— Buen análisis Kim Jaejoong y es tu primer día de clases en la universidad –dijo el profesor de filosofía, recordando que aquel estudiante obtuvo el mejor promedio al ingresar. Ahora entendía porque un chico de dieciocho años, huérfano y sin dinero, consiguió una beca para estudiar.

Al finalizar la clase, Yunho se quedo sentado en su lugar, observando como el nuevo estudiante de intercambio salía en compañía de Park Yoochun. El idiota que creía en la Esperanza. Entrelazo sus dedos sobre la mesa y siguió con la vista cada movimiento de Jaejoong, hasta que desaparecio por la puerta.

«¿Ahora te interesan los hombres?»

Yunho sonrió de costado y decidió ignorar esa voz que siempre estaba molestando. Después de todo el relato poético griego no mentía. Pandora, engañada por un demonio abrió la caja y liberó los Males. Y el demonio que la había engañado vivía en el cuerpo de Jung Yunho.

...

Como un depredador en busca de una presa, Jung Yunho caminaba por el campus mirado por aquí y por allá. Sin buscar nada en especial, sólo algo que satisficiera los deseos de su demonio.

— Cuantas chicas guapísimas – sonrió Jung admirando la belleza de las mujeres del campus que l sonreían coquetamente a cada paso.

«La universidad es un buen lugar para ligar chicas guapas»

- Es verdad - le respondió al demonio encerrado en su cuerpo.

...

Park Yoochun, estaba molesto y despotricado contra Jung Yunho.

— ¡No entiendo como un idiota como él logro ingresar a esta prestigiosa universidad!
— No creo que sea tan idiota. No muchos pueden ingresar a la universidad de Seúl.
— ¿Lo estas defendiendo? –le preguntó histérico a Jaejoong.
— No. Es solo que...

Jaejoong no pudo completar su frase cuando a su lado paso Jung Yunho abrazando libidinosamente a una chica por la cintura. Él ni siquiera volteo a verle.

— Escucha. Lo que te diré, lo digo como tu mejor amigo –le habló Yoochun sacándolo de su propia sorpresa de ver al chico más alto con aquella chica – Él no es un buen chico. En la universidad es conocido como un play boy, por no decir que es un maldito promiscuo. Cuanta chica se le atraviesa termina en su cama. Es un maldito libidinoso que no le importa más que satisfacer sus deseos sexuales.

Jaejoong analizó las palabras de Yoochun y entrecerró los ojos pensando. Si en algo era bueno Kim Jaejoong, era analizando las palabras de los demás.

— Porque siento que hay algo mas por lo que odias a ese sujeto. Acaso él...
— Se acostó con mi novia y ella me dejo creyendo que ese idiota la amaba, pero al final la usó como a las demás –apretó los puños y frunció el ceño odiando recordar aquello – Es por eso que no quiero que te acerques a él.

Jaejoong rió a carcajadas como si su amigo hubiese dicho el mejor chiste del mundo.

— Estoy hablando en serio – le advirtió serio.
— Es un mujeriego con todas las letras. ¿Por qué se fijaría en mí? - le dijo a Yoochun con media sonrisa de lado – Soy un hombre, no una chica. Es obvio que no estoy en su mira. Si un chico como yo se le acerca, seguro le rompe los huesos – Yoochun no parecía convencido –Además no es mi tipo. Vamos. Calma que él no se acercara a mí y yo no me acercare a él.

...

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Amante demoníacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora