El Diario del Bebe I: Preparando la llegada.

Creo que este es el momento en el que he estado más nerviosa de mi vida.

Me encuentro en la sala de espera del hospital, sentada en una de las sillas que hay en todas las salas de espera de los hospitales. Esas azules y negras de espuma.

Las manos me sudaban, y da igual si me las limpio, porque vuelven a sudar.

No puedo parar de dar golpecitos en el suelo con el pie. Primero con el derecho, y después con el izquierdo.

Voy cruzando las piernas cada dos por tres. Cuando me canso de estar con la derecha, me cambio a la izquierda.

Miro el reloj que hay en la pared de enfrente, de esos redondos grandes, para que lo pueda ver la gente; y marca las 12.30.

Me limpio las manos de nuevo debido al sudor, cambio la postura de las piernas una media de doce veces, me coloco la camisa y después centro mi atención en mi bolso.

Comienzo a buscar en él, hasta que encuentro el objeto de mi búsqueda : Un IPHONE que me regalaron Mary y Fran  por mi último cumpleaños.

Prendo la pantalla, y lo primero que veo es el salva pantallas; que es una foto donde salimos Miguel y Yo , del año anterior en nuestras vacaciones de verano.

Cuando el salva pantallas se quitó, me fijo en el reloj del teléfono, que para mi decepción marcaba las 12.32

El tiempo se me hacía eterno en esa sala de espera...¡y solo habían pasado dos minutos!

Parecía que Miguel se había dado cuenta de mi estado, y puso su mano en mi hombro.

-Laura, tranquila. Todo va a salir bien, ya verás- me dijo tranquilizándome.

-Esque...¿Cómo quieres que esté?.-dije casi temblando.- Esto... Esto es algo importante Miguel....¿Y si es cierto?...¿Y si Mary no se equivoca?.-dije casi a punto de llorar, con las primeras lágrimas amenazando.

-Shhh....-Miguel me abrazó.-Tranquila, yo siempre estaré  contigo hermanita.-nos apartamos y me miró- Si Mary tiene razón....-miró titubeante a mis ojos- ¿Qué harás?

¿Qué haré?

Esa pregunta me llevaba haciendo  desde que Mary en broma me dio aquella idea.

Ni siquiera me permití pensar en el aborto. Pienso que si se es mayor para unas cosas...también se es para cuidarlo. Tampoco pensé en darlo en adopción. Tener una personita 9 meses en tu interior y después entregarla...en mi opinión esto es solo una opción para gente con problemas, que no puedan hacerse cargo de ella.

Creo que siempre estuve albergando la esperanza de tenerlo, aunque tuviese que ser yo sola....

-Yo pienso en.....

No pude terminar de contestarle, cuando una enfermera me llamó.

-¿Señorita Laura Sánchez?- dijo mirando una lista, que serían la de visitas.

-Yo..-dije algo nerviosa.

-Por favor, acompáñame.-dijo haciéndome un gesto para que la siguiese.

Miguel fue el primero que se levantó, y comenzó a andar, pero cuando se dio cuenta de que yo no le seguía, se acercó a mi.

-Vamos, Laura. Yo iré contigo...

Me levanté bastante nerviosa. Ya había llegado la hora...

Miguel me cogió la mano, para así intentar tranquilizarme.

Fuimos por un pasillo, hasta llegar a la consulta del ginecólogo.

-Pasen, la doctora les está esperando.-nos dijo la enfermera.