Entonces opté por olvidarla.
Decidí echar a la basura todos aquellos momentos.
Tomé la desición de no buscarla más.
La desición... De resignarme.
Al decidirme por ello, volví a dibujar, volví a perder el tiempo viendo vídeos en Youtube, regresé a lo que hacía antes. Cómo sí ella nunca hubiera existido.
En las noches, dejé de crear un futuro con ella. En las mañanas, únicamente jugaba hasta que llegaban las horas de la tarde, entonces me iba a caminar. Comía poco, pero en vez de deprimirme, le veía el lado positivo. Eso lo intentaba con todo, “verle el lado positivo”.
Cuando ya se ocultaba el sol, decidí entrar a aquella Red social. Todo iba cómo siempre. Escuchaba música dubstep, mientras miraba publicaciones ajenas. Entonces noté una nueva solicitud de amistad. Abrí el link, sin ningún presentimiento en especial. No creí que fuera nada especial. Entonces leí el nombre de aquella persona. No pude evitar abrir los ojos, sorprendido. Quedé inmovil, ni parpadeaba. Entonces me reí. Dicen que cualquier tipo de comedia, deriva del miedo. Entonces quizás fue que me dio tanto pánico, nervios, y ansiedad, que lo demostré mediante una risa tímida. Me tapé la boca, para luego tapar mis ojos.
-No... No te creo.
Era ella. La chica que me había bloqueado. La mujer con la que había peleado. Aquella “criaturita del señor” de la que tanto me había enamorado. Entonces esos días en los que había querido olvidarla, se fueron por el drenaje.
Quedé fascinado. Era una mezcla de alegría con temor. Yo nunca la había querido perder, y cuando volvió, no pude contener las lágrimas de felicidad. Le acepté la solicitud, sin dudarlo. Y horas después reciví un mensaje suyo.
–Hola.-Me envió ella
-Hola...
–¿Cómo estás?
-¿Cómo crees?
–Lo siento...
-No, tranquila. ¿Qué haces?-Seguí la conversación. Permitiéndole entrar nuevamente en mi vida. Perdonándola por haberse marchado.
Al principio, fue fácil volver a hablar con ella. Pues únicamente había sido una pelea. Una discución, la cual a cualquiera le puede pasar. Me sentí ridículo por haberme partido tanto el alma, tanto tiempo, sólo por una pelea.
Decidí entrar nuevamente a su perfil, después de tanto tiempo. No había ninguna novedad. Salvo una foto la cual me llamó mucho la atención.
Aparecía con un chico. Al principio intenté no darle mucha importancia. Podía ser un amigo, pero no. La foto había sido subida un tiempo después de haberse desecho de mí, y “el chico”, era su novio.
Se me llenaron de lágrimas nuevamente los ojos. Apagué de inmediato el PC. Me fui sin despedirme. Me encerré en mi cuarto. Tapé mi cara con la almohada para que nadie me escuchara gritar de ira y despecho. Golpeaba la pared con fuerza. Me arañaba la piel. Lloraba cómo un niño que acababa de perder a su mamá. Fue tanto el desespero, que me dolió la cabeza. Sentía cómo sí me aplastaran el pecho, poniéndome una casa encima.
Era más que claro el por qué se había vuelto tan cortante. Por qué las conversaciones cortas. Por qué no le ponía interés a la conversación. Me había cambiado. Pero, ¿Por qué había vuelto?, tal vez fue por la absurda promesa de que siempre la querría. De que siempre la perdonaría. Que siempre la aceptaría, sin importar en lo que se volviera... Al día de hoy me sigo arrepintiendo de prometer eso, pues es algo que no he podido olvidar.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué es un "Amor a distancia"?
Romance¿Cuál es la definición de un cariño a miles de kilómetros de distancia?, lamentablemente: No te puedo responder. Es una pregunta tan compleja cómo "¿Qué es el amor?", con una descripción aparente, pero sin una explicación contundente. "Cómo tal, no...