Unpredictable.

-No hagas esto- susurré con lagrimas en mis ojos.- basta.

-Solo tenías que amarme.- dijo con una sonrisa ironica.- Pero no lo hiciste... lo proferiste a él.- señalo a mi novio que estaba inconciente en el suelo.- Yo podía hacerte feliz. Más que él.- asintio una vez, como dandose la razón.- Hiciste tu elección... y yo la mía.- dijo, mientras apoyaba sus rodillas al lados de mis caderas y pasaba el cuchillo lentamente por mi costado derecho.

Grité.

-¡No!¡Basta!¡Para!.- intenté sacudirme pero era imposible. Él era más fuerte.

-Te amo.- murmuró con una sonrisa. Dios.

No sabía que hacer. Solo quería que me dejara, ayudar a la persona que amo e irme. Olvidarme de todo esto.

-También te amo.- murmuré. Me miro esperando aque continuara.- Te amo, por favor para esto. Podemos irnos, olvidaré lo que paso hoy.- seguí murmurando con el dientes apretados. El cuchillo en mi costado me ponia nerviosa.

-¿Me amas?.- preguntó ladeando la cabeza.- ¿Y que pasa con él?.- susurro en mi boca cuando se acerco más a mí. Señalo con un dedo al cuerpo inconciente a menos de 1 metro de nosotros.

-No importa... Solo te quiero a tí.- negué con la cabeza.- Cuando paso todo eso, y-yo solo... Quise olvidarme de tí, pensé que no me amabas y él llego.- susurré tratando de hacer que entienda.- Pensé que era una buena idea, pero te volviste loco.- Murmuré. Enterro un poco más el cuchillo en mi costado cuando lo llamé de esa manera. Grité.-¡No! ¡Basta!.- lagrimas saliendo de mis ojos.

-Casi te lo creo.- dijo. Sentí un dolor agonisante en mi pecho. 

Grité como nunca lo había echo.

Luego, todo se volvio negro.