El frío era brutal, realmente era demasiado distinto a lo que imaginó en un principio; era duro tener que enfrentar la rutina sin tener a lado a su entrenador favorito, incluso si era porque Makkachin lo necesitaba más; sólo deseaba que se encontrara mejor y que se recuperara.
Estaba a minutos de salir a la pista, se encontraba nervioso, pero daría lo mejor de sí mismo para enorgullecer al peli plata, haría todo lo posible por sorprenderlo y para eso debía calmarse. Sentía sus oídos pitar de la anticipación, se encontraba a menos de un minuto de entrar al hielo pero una vibración de su celular le llamó su atención, ¿Quién podría ser? ¿Qué era tan importante como para llamar ahora? Tal vez imaginó que podría ser Viktor para desearle buena suerte. Nunca pasó por su mente aquella mínima posibilidad de tragedia, realmente no imaginó algo así. No pensó que aquello sería una llamada que cambiaría su vida radicalmente en un segundo.
—Yuuri, lamento llamarte justo ahora, pero realmente es necesario— aquello lo sacó de sus pensamientos mientras contestaba extrañado. — ¿Qué es tan importante para llamar? estoy a punto de salir, realmente necesito apurarme. —
— ¡Maldición! lo olvidé, creo que no fue el mejor momento, lamento no haber recordado aquello, ¿Puedo llamar después? — mencionó aquella voz un poco nerviosa, al parecer no querían decirle ahora ¿Por qué todo aquello sonaba tan sospechoso?
—No, está bien, dime ¿Qué era tan importante?
—Siento llamar ahora, y con estas noticias, pero hubo un accidente en el vuelo en el que viajaba Viktor y no hubo ningún sobreviviente...
Dios no, no podía ser cierto, no lo era ¿Verdad? No... Viktor estaba bien ¿verdad? él había prometido que volvería...
—Yuri... ¿Estás ahí?...
Nocontestó, colgó aquella llamada y salió corriendo sin rumbo alguno, daba igualla competencia, daba igual si perdía; ya no quería patinar, no cuando la únicarazón por la cual se esforzaba tanto ya no estaba, y tristemente ya no estaríacon él nunca más.