Capitulo 39 - Gracias Evan.

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Sé que estoy dolida.

Sé que estoy molesta.

Lo que estoy haciendo no esta del todo bien.

Y también sé que no estoy en mis cinco sentidos.

Estoy borracha, bastante borracha. Y no puedo dejar de bailar.

Ademas la gente me esta aplaudiendo, y se me hace cómoda la mesa.

De un momento a otro siento que alguien me jala por la cintura y me baja de la mesa. Escucho como abuchean a quienquiera que me haya bajado de allí.

Yo me estaba divirtiendo. Y también me arrebatan eso.

Que injusto.

- Lauren... Hay que irnos de aquí.- alguien me habla.

Ignoro la voz y sigo tratando de zafarme de sus brazos para volver a subirme a la divertida mesa.

- Hablo enserio. Estas demasiado borracha.

- Yo...no estoy... Estoy... Borracha. - hable con dificultad arrastrando las palabras.

- Claro. Te creo. - hablo la voz con notable sarcasmo. - Vayámonos Lauren enserio.

- ¿Como... sabes mi nombre?- trate de hablar.

- ¿De verdad tan borracha estas?

- ¡Que yo no estoy borracha! - grite esta vez mas claro.

- Ajá. - hablo no convencido. - Lauren soy Evan vamonos.

- ¿Evan...?

- Sí, Evan. Vamos.

- Pero... Evan - me relamí los labios. De un momento a otro los sentí demasiado resecos. - yo no... Quie- no logre terminar la frase debido a que una espesa bruma negra me cegó.

...

Me removí incomoda debido al frío.

Abrí un ojo intentando localizar mis sabanas.

Un momento... Abrí ambos ojos y me levante demasiado rápido provocando que un agudo dolor de cabeza me llevara directamente hacia atrás.

- ¡Ah!- me lleve una mano a la cabeza. - ¡Joder cuánto duele!

Me levante nuevamente esta vez con mas delicadeza, buscando las sabanas.

Estaban en el suelo de madera, agarre el edredón negro y me cubrí con el... Espera.

¿Edredón negro... Suelo de madera?

¡Esta no es habitacion! ¡Esta no es mi casa!

¡Mierda, Mierda, Mierda!

¿¡Donde estoy y qué rayos hago aquí?!

Me levanto rápidamente de la cama sin importarme el maldito dolor de cabeza y corro las cortinas. Esta... ¿atardeciendo?

¿Que hora es? Trato de localizar Mi bolso... Mi teléfono.

¿Donde esta mis cosas...? ¡Maldita sea! ¿¡Donde esta mi ropa!?

- Sí... Definitivamente esa camisa te queda hermosa. - una voz grave hace acto de presencia. Provocando que suelte un grito debido al susto. - Buenos días...

Inquilino♡. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora