Capítulo 1: Me han contratado.

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—¿Margaret o Maggie Fell?

—Margaret, mis amigos me dicen Maggie—no presta atención.

—Me gustas, todas tienen un pero. Ya dilo

—No tendré sexo, solo acompañante, he visto que hay chicas que hacen eso aquí

Me analiza, estoy segura de mí misma, no venderé mi virginidad.

—Mmmmm... —toca su barbilla—. ¿Segura? Pagarían mucho dinero por ti, mas de lo que gana cualquier chica de aquí

—Estoy segura

—Solo porque estas buena

—Vale, ¿cuándo empiezo?—voy directo al grano.

—Hoy, 11 de la noche—responde—. Ah y trae algo corto, a los clientes les gusta—dice antes de salir, Camino tras él.

Salgo a la calle y tomo a un taxi, lo paro y entro. Se supone que tengo que estar en la quimioterapia de papá.
Llego al hospital y voy directo a la sala de quimio, abro la puerta y ahí esta parado.

—Papá ¿Cómo fue?

—Bien, ya terminamos hija

—Perdón, yo fui...

—No importa princesa, tu trabajas muy duro—replica.

—Vale, te llevo a casa

Salimos del lugar y doy un fuerte suspiro, En el camino le veía, En verdad me duele verlo así, le toco la mano.

—Te amo

—Y yo a ti, mi niña

Me acurruco en su lado poniendo mi cabeza en su hombro, una vez que llegamos le pago al taxi y lo ayudo a entrar.

—Te traje lasaña, tu comida favorita

—Ay papá, ¿De dónde?

—La enfermera es mi amiga, quise darte un detalle. Haces mucho por mi

—Tú hiciste mucho por mi

Me sonríe y se sienta en el sofá.

—Toma—extiende la bolsa.

—Pero comerás conmigo

—No, no. Es tuyo

—Por favor, hoy descanso de mi trabajo, nada me haría más feliz que comas conmigo—hago un puchero.

—Está bien

—Gracias—sonrío.

Después de comer, le veo dormir tan plácidamente en su cama. Aún recuerdo al tonto de mi hermano, Estúpido.
Llamo a Megan.

—Hola, ¿Podrías hacerme un favor?

—Claro, ¿cuál?

—Ven a cuidar a mi padre, esta noche

—¿Sales?

— Si, ya sabes. Hoy me contrataron

Siento que esta incomoda y lo sé, no le gustaba la idea, pero no voy a poder con mi salario mediocre de meseta.

—Vale, pero prométeme que te cuidaras

—Te lo prometo, Megan. ¿Me prestas un vestido? Sabes que los que tengo son largos

—Si, tengo uno. ¿A que horas voy?

—10 de la noche, te cuelgo

Eres mía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora