Lo recuerdo muy bien, era un 15 de noviembre cuando decidí instalar esa aplicación en mi iPad. MEEFF, extraño nombre, ¿no?. Bueno el caso es que yo tenía 15 años y estaba obsesionada con todo lo relacionado a Corea del Sur. Y ésa aplicación era precisamente lo que estaba buscando, amigos Coreanos.
Esperé y esperé hasta que por fin pude descargarla completamente, creé mi usuario, subí mis fotos y empezé a explorar a todos los coreanos que me aparecían en la pantalla de sugerencias de amistad basados en mis intereses. No era nada parecido a como yo lo esperaba, sólamente hombres mayores o muy mayores para mí, los que eran más cercanos a mi edad sólo buscaban curarse la calentura hormonal (si sabes a lo que me refiero) después busqué mujeres pues quería una amiga y la encontré...
Been era su nombre, una chica coreana de carita redonda y rosada, ojos rasgados de cabello liso y obscuro. Teníamos los mismos intereses o muy parecidos (dibujar, cantar, amábamos el kpop, actuar, comer, dormir, en fin muchas cosas en común) la chica tenía mi edad y resultó ser muy agradable. Pensé que tener amigos coreanos, en especial las chicas serían difíciles de tratar. Pero creo que me equivoqué.
Been terminó siendo mi mejor amiga al otro lado del mundo, nos hablábamos con una diferencia de 15 horas y aún así la amistad seguía, yo le enseñaba México y ella me enseñaba Corea y así admirábamos los diferentes paisajes, costumbres y lenguaje de ambos países tan distintos.
Desde entonces siempre hemos sido amigas y nos juramos algún día vernos en persona y disfrutar de la compañía y la esperada cercanía para por fin abrazarnos y decirnos cuánto habíamos esperado vernos.
Pero no sólo existía Been, también Jimin. Un chico de 17 años, él era mayor que yo, un chico lindo de cabello liso y negro ojos rasgados y labios rosados. Él se veía adorable, y su personalidad me encantaba. Yo estaba segura de que también le agradaba a Jimin, me lo decía de vez en cuando. Al parecer me apreciaba por ser diferente, él mencionaba que las chicas coreanas escondían mucho sus sentimientos aunque sólo fuera amistad. Yo prácticamente no era nada así, por más coreana que me quisiera ver no podía esconderme dentro de mí así. Yo soy de esas personas que se nota si me caes bien o no, si te quiero poco o mucho, aunque no te lo diga te lo demuestro fácilmente. En otras palabras, soy muy obvia.
Jimin y yo platicábamos casi a diario, yo le daba clases de inglés y español, mientras que él me hablaba sobre la cultura, idioma y vida coreana. Nos divertíamos mucho, podíamos hablar por horas sin aburrirnos. Nuestras conversaciones eran bastante interesantes a decir verdad, él era alguien especial para mí al igual que Been. Lástima que ellos dos no se conocieran entre sí, dos años de diferencia no eran mucho pero sí lo eran las ciudades.
Jiminnie vivía en Daegu, Been en Seúl y yo en Monterrey todos teníamos cierto distanciamiento. Entre ellos dos sólo existían 2 horas de diferencia y entre ellos y yo eran más de 15 horas. Cuando podíamos hablar en mi país era de madrugada y allá eran como las 2 de la tarde. O bien podríamos hablar cuando aquí eran las 4 de la tarde y allá las 7 de la mañana, sólo en fines de semana. Tendríamos que calcular todo muy bien ya que si aquí era martes, allá era miércoles. Sí, era confuso. Pero si se daba la amistad ¿que más importaba?
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LOVE IS A LIE [BTS] [Jimin]
Teen FictionSiempre quise ir a Corea del Sur y vivir allí, no sé por qué me obsesioné tanto con ello. Pero, ¿qué si mis sueños se hicieran realidad? ¿Qué tal si siempre estuve destinada a eso? Been y Jimin , mis nuevos amigos.