December (the perfect time to date) // [nachaeng]

바람 (brisa, deseo)

Era una mañana de domingo, una de las pocas en las que Twice tenía el día libre y, en vez de aprovecharlo y disfrutar de su efímera libertad, lo único que hicieron fue descansar. Cada una a su manera, pero de tal manera habían decidido hibernar, que ni una de ellas tuvo la fuerza suficiente para despertarse y hacerse el desayuno.

Una luz blanca entraba por los cristales de su salón, la única zona de la casa que no le tenía miedo al sol. Todavía lo suficientemente temprano para que sólo iluminara la mitad de la habitación, los pies de Nayeon se escondían bajo sus piernas, y, a su vez, bajo la pequeña manta que le hacía compañía en un día tan frío. Su aliento casi cortaba el aire, y la corriente que se colaba bajo las puertas, instalaba diminutas yagas en su pálida piel.

No se escuchaba nada más que la televisión, pues estaba sola viendo una repetición de un episodio especial de Navidad de un drama que desconocía por completo. Al parecer, la SBS había decidido hacer un maratón hasta que la fecha tan señalada realmente llegara.

Tampoco le estaba prestando mucha atención. La pelea entre los dos chicos por la protagonista principal carecía de un buen diálogo, y sólo se estaban dando voces. En ese mismo instante, repasó en su cabeza qué era lo que hacía cada miembro.

Mina se había despertado la primera y se había puesto con su portátil a jugar, con el detalle de ponerse los cascos para no molestar a nadie, mas las ruidosas teclas ya se encargaban de ello. Mencionó algo de 'farming' que Nayeon realmente no comprendió. Y mientras se peinaba su enredado cabello, vio que Sana y Jihyo también decidieron dejar el sueño de lado. La más alta se mudó a la cama de la líder y juntas vieron vídeos en su teléfono.

Al salir por la puerta, vio que el dormitorio con una sola cama, aquel que Momo y Jeongyeon compartían, estaba lleno de comida basura, con una chica durmiendo a pierna suelta justo en medio del colchón. Entonces recordó el maratón de anime que la japonesa se había hecho aprovechando que su compañera se fue esa noche con su hermana... de nuevo. A veces Nayeon creía que a Jeongyeon no le gustaba convivir con ellas. Y otras simplemente recordaba que compartir cama con Momo seguramente no era nada fácil.

Sin embargo, como un completo contraste, la puerta de la habitación de las maknaes estaba cerrada de par en par. También lo estaba la puerta de uno de los baños, el más cercano a este cuarto. Sonrió de medio lado al ver las zapatillas de deporte de Tzuyu en el recibidor; siempre le resultó gracioso que la más pequeña, fuera la más responsable.

Su última deducción fue que Chaeyoung y Dahyun estarían todavía durmiendo.

Y a eso se redujo su fugaz pensamiento.

Ahora la pantalla mostraba un flashback, uno en donde la protagonista femenina recordaba todos los buenos momentos vividos con ambos pretendientes. Y a la par que la escena del beso se reproducía a cámara lenta frente a sus ojos, alguien se sentó a su lado en el sofá, llamando su atención.

Vio por el rabillo del ojo que se trataba de Chaeyoung, y no giró la cabeza por completo hasta que se dio cuenta de la taza que la más baja sostenía con ambas manos. La llevó a sus labios y frunció el ceño; Nayeon sonrió, seguro que todavía estaría ardiendo. "Buenos días, sleepy head. ¿Qué haces despierta tan temprano?"

"Dahyun está demasiado dormida."

"Uh? ¿Eso es malo?"

Chaeyoung rio suavemente, agitando sin querer su bebida caliente. "Está tan dormida, que no se da cuenta de que la postura en la que está le hace roncar demasiado fuerte. Al principio no me di cuenta, pero, en serio, parece que ese gruñido de ogro suyo va a traspasar paredes." Hizo una pausa para darle un sorbo al líquido oscuro que ondeaba dentro de su taza amarilla de Pororo. "Supongo que estará a punto de resfriarse, por eso la tapé también con mi propia manta y decidí dejar de dormir, muy a mi pesar."