Las imágenes aún le taladraban el cerebro, volvían una y otra vez, causándole una mezcla de dolor, rabia y nauseas. Apretó el vaso de licor que tenía en su mano y lo lanzó con todas sus fuerzas contra la pared. El ruido seco del cristal romperse y un grito desahogado se escuchó con fuerza, seguido de su respiración agitada. Se volvió a sentar, apoyando sus codos en sus piernas, mientras agarraba con frustración sus cabellos rubios, cuando su respiración agitada se volvía pesada y paulatinamente en sollozos cuando la imagen nuevamente volvió.
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FLASH BACK
Cuatro años, ya eran cuatro años juntas. Un noviazgo no exento de problemas y obstáculos iniciales, pero que terminaron sólo con darle más sabor y fuerza a sus sentimientos. Todos le decían, Perrie Edwards no es para ti, no te conviene, además de que es una chica, era una persona problemática, y que simplemente no encajaba con ella y merecía algo mejor. Pero nada de eso desanimó la relación.
Se graduaron juntas, una con excelencia académica, Jade Thirlwall, la otra no tanto, pero con un expediente medianamente que le abrió las puertas en su educación superior.
Apenas se graduaron de la escuela pensaron en vivir juntas, pero dado a que la Universidad de Jade distaba tanto de la de la rubia, decidieron vivir por separado en la semana, para luego pasar el fin de semana juntas.
Planes juntas, por montones. Hace ya cuatro años habían dejado de hablar de manera individual. Perrie jamás creyó encontrar un complemento así en otra persona, simplemente no creía real el sentir tanto por otra persona como lo hacía por ella. Tal vez debía decirlo más que pensarlo, pero las palabras simplemente no se daban con ella, no con la facilidad con la que si se daba en Jade.
Esa fue una tarde de introspección y de autocrítica en la que no escuchó nada de su clase. Era cierto, debía hacer más cosas por su novia, demostrarle más tal vez. Era día de semana, pero aun así decidió ir a visitarle y darle una sorpresa, faltaría a sus demás clases del día siguiente. Ahora lo que importaba era aprovechar ese momento de vulnerable sensibilidad que pocas veces se le daba. Antes de pasar a la casa de Jade arrendó una película, compró un par de cosas para comer y beber y continuó su camino hacia la casa de ella.
Cuando estacionó su auto en la calle se sintió alegrada de ver el auto de su novia estacionado en casa, al parecer no tendría que esperarla. Abrió la puerta con cuidado, para causar sorpresa con su visita. Se extrañó al escuchar música, no parecía ser del gusto de Jade. Siguió la música esperando a que le guiara con la chica. Paso a paso se acercaba a la sala, paso a paso se acercaba más a la música, paso a paso se acercaba más a una desagradable escena. Los sigilosos pasos se detuvieron cuando divisó a dos figuras, una de ellas muy conocida, Jade se encontraba besándose apasionadamente con un chico.
Quedó pasmada con la imagen, su cuerpo sufrió un fugaz e intenso calambre global. Por alguna razón no lo detuvo, se quedó observando cómo el beso subía de intensidad en menos de diez segundos, como esas traidoras manos que hace solo un par de días se envolvían en su cuello ahora lo hacían en el de ese sujeto. Miró con eterna paciencia esos ojos cerrados mientras aquel conocido gesto en su rostro mostraba lo que venía ahora en su mente. Aquellos ojos se abrieron paulatinamente para hacer una pausa en aquel beso. Sus labios aun mantenían la sonrisa, esa sonrisa placentera que fue prontamente borrada al advertir que estaba siendo observada por su amor oficial.
-Perrie... - dijo sorprendida y asustada al notarse descubierta. Un vacio y dolor en el estómago le invadieron al volverse a la realidad y tomar el peso de lo que había hecho.
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Ahora Es Tu Turno|| One-Shot || Jerrie
FanfictionEse es el problema con el Karma...Todo se devuelve