Capitulo 1

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!Hola! Este es el primer capitulo, es algo corto lo se, pero aun estoy en proceso.

Espero les guste, pronto subiré el segundo. 

Ya saben comenten, opinen, voten y todo lo demas!!! perdon si hay faltas ortograficas, trataré de corregirlas. 

!!!See you soon!!!  

xoxo

¡Demonios!  Mi primera semana de trabajo y ya iba media hora tarde. Mi estúpido y viejo auto no prendió, así que posiblemente no lo haga nunca más, y estoy segura que papá no podrá comprar otro auto aunque sea de segunda mano, la escuela de Stan para sordos está acaparando casi todo lo que tenemos. Ahora tendré que ir en bus al colegio lo que me llevará a levantarme más temprano para llegar a tiempo a clases, ¿Cuándo todo se volvió un desastre?

Tenía pensado apartar algo de mi sueldo en la cafetería donde trabajaré para pagar el curso de maquillaje al que quería asistir. ¡Allá va otro año perdido, Adiós!

Corro por la calle principal con mi bolso en el hombro y mis audífonos puestos. Mi cabello se ha soltado del moño de tomate que me había hecho antes de salir y lo tengo pegado por toda mi cara sudada, de seguro tengo el maquillaje corrido, ¡Dios! llegaré pareciendo la vieja loca de los gatos que sale en los Simpson. Miro mi reloj, son casi las ocho de la mañana, debería haber llegado hace casi cuarentaicinco minutos, así que sigo corriendo para cruzar la intersección antes de que el semáforo para los transeúntes  se ponga en rojo.

Pavimento.

Maletas.

Brazos.

Pitos.

Chirridos.

Gritos.

No sé qué mierda pasó, en un momento estoy corriendo y en el otro estoy siendo arrastrada por la calzada.

  ¿Qué demo...?

Trato de Levantarme pero unos brazos me tienen agarrada de la cintura y entro en pánico. ¿Por qué me agarran? ¿Me quieren secuestrar? Pero si apenas tenemos para subsistir. Poco a poco esas mismas manos me levantan.

¿Estás bien? ¿Estás bien? –Una voz gruesa y agitada me pregunta  mientras trato de despejar mi cara de la maraña de pelos. Sus manos sostienen mi cara, palmea la parte de atrás de mi cabeza y luego bajan por mis hombros, tal vez comprobando que no tenga un hueso fuera de mi cuerpo. Sigo escuchando gente hablar y pitos de carros, pero estoy tan aturdida que solo puedo enfocarme en los  ojos cafés que tengo en frente.

Sí, eso creo. –Respondo, apenas y no puedo reconocer mi voz. Esta temblorosa y casi audible.

– ¡Oh Dios!, bien, estaba preocupado, creí que te habías partido la cabeza o algo, no respondías. –Dice el chico y parece que en realidad está preocupado.

– Bueno estoy bien. –Dije aun aturdida y me zafo de su agarre–. De todos modos ¿porque demonios me arrastraste? Estaba corriendo no jugando futbol americano. –Espeto y sacudo mi ropa limpiando la tierra en el. Bien ahora además de no tener auto, llegar tarde, parecer loca, también voy a parecer una loca  indigente con toda mi ropa llena de tierra.

– Bueno era taclearte o dejar que esa camioneta te diera un paseo gratis y no precisamente a un lugar divertido. –Me reprocha el chico, y en ese momento me doy cuenta.

Hay gente mirando por todas partes, coches detenidos, mujeres con las manos en sus bocas con cara de horror, y una camioneta grande, muy... muy grande en la mitad de la calle bloqueando el transito. El chico al parecer salvó mi vida, bueno no al parecer, él lo hizo, y yo lo había tratado mal. 

Ahora mi cara esta roja pero no del coraje sino de vergüenza, debería estar agradecida con él no reprocharle por ensuciar mi ropa de tierra, cuando podría estar llena de sangre con pedacitos de mi por toda la vía.

–  ¡Oh! Bueno... eem... yo... ¡gracias! –Después de balbucear como estúpida lo vuelvo a mirar a la cara. Ahora pasado el coraje y la vergüenza creo que me siento... tímida, su cara es wow, solo wow, tiene un bronceado realmente sexy, es como cremoso, ¡SI! es café cremoso, como el que la señora Pritchett toma todos los días después de su trabajo.

– ¡Gracias por no dejar que me destriparan! –Finalmente puedo hilar una frase completa sin parecer como si tuviera alguna deficiencia mental.

– Bueno, de nada, pero debes tener más cuidado la próxima vez. –Dijo sonriendo mientras se agachaba a coger su maleta y pasándome la mía,  era una maleta muy grande como las que usan las personas que van de viaje por todo el país haciendo dedo o cuando van a acampar.

Antes de darme cuanta le estaba respondiendo, como si por alguna razón tuviera que justificarme con él. –Llegaba tarde a mi trabajo... por eso corría–. Agaché la cabeza y acomodé mi bolso en mi hombro y enrolle mis audífonos que estaban colgando de mi bolsillo.

– Por lo que pasó no hubieras llegado ni siquiera tarde a tu trabajo. –Se paro frente a mí ajustando las correas de la maleta.

–  Bueno tienes razón,  pero... -No me dejó terminar.

– Está bien. –Dijo mientras se alejaba caminado de espaldas– Solo recuerda que es mejor perder un minuto en la vida que la vida en un minuto–. Y luego giró caminando hasta su auto.

Me quedé ahí parada por un momento, respiré profundo varios minutos. Lo vi alejarse calle abajo hasta que lo perdí de vista, tenía razón, sino hubiese sido por él no hubiera llegado a ningún lado. Pongo mi mano en el pecho y aun mi corazón late tan deprisa que creo que quiere salir corriendo por mi boca. –No lo hagas, no es bueno correr– Le digo, estúpido lo sé. Tomo una profunda respiración y avanzo hacia la cafetería, las personas parecen moverse también, vuelven a caminar, los carros avanzan y las mujeres ya no tienen cara de horro, solo escucho el murmullo que imprudente, pudo haberse matado, pudo hacer que mataran a alguien, apuro mi paso, pero no corro, llegaré tarde de todas formas y aun necesito calmarme.

Cuando llego a la cafetería está llena, así que corro a la trastienda pero al pasar por el mostrador Vivian me ve y sus ojos casi se salen de sus orbitas.

– ¿Qué demonios te pasó? –Un nivel mas y me rompe los tímpanos.

– Larga historia –Respondo, abriendo la puerta trasera.

Dejo mi bolso en la mesa para poder abrirlo y sacar  mi uniforme, esta mañana no tuve tiempo para ponérmelo. Me desabrocho los pantalones mientras me saco los zapatos con las puntas de los pies, luego bajo el cierre de mi chaqueta, cuando me la saco la dejo en el respaldar de la silla, del bolso cojo la falda negra, el delantal rojo y la blusa polo también de color negro , luego de haberme vestido amarro mi delantal a la cintura y me acerco al baño para  lavarme  la cara, quito el maquillaje, me hago una cola de caballo rápidamente y solo me pongo algo de brillo en los labios, no tengo tiempo para pintarme de nuevo.

Me hecho la última mirada y salgo al mostrador.  

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