Cap.5.

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Bajo de mi coche y suspiro.

Es la locura más grande que he hecho en mi vida. Bueno una de ellas. La más grande fue pasear en ropa interior por el centro comercial. Pero eso es otra historia.

Me acerco a su casa y llamo a la puerta. Nadie responde, ni nadie abre. Vuelvo a intentarlo.

En verdad es bastante tarde. Supongo que ya estará dormida, al igual que su familia.

Me giro y camino de nuevo hacia el coche.

-¿Lauren?- escucho su voz detrás de mi, me giro y sonrío.

-Esto...hola- me rasco la nuca y la miro de arriba a bajo. Ese pijama corto le queda genial. Me acerco a ella.

-¿Qué haces aquí?- suena molesta, pero me mira confundida.

-Yo...- vamos Lauren, ¿desde cuando te pones nerviosa?- quería pedirte perdón, por lo de ayer, me precipité.

-Lauren...

-No espera Camila, ¿por qué huías de mi?- suspira y cierra los ojos.

-Lauren me atraes.

-Y tu a mi.

-Pero, eres una chica- la miro confundida.

-¿Cual es el problema con eso?

-Qué no me puede gustar una chica, ¿que dirán el resto?

-¿Es por eso? ¿Por el que dirán?

-No, es por el que dirán mis padres, por dios Lauren eres una mujer, yo soy otra. Además solo es atracción, no me gustas.- sus palabras me dejan helada.

-¿El beso te gusto? ¿Te hizo sentir mariposas?- ella siente.-Camila- levanto mi mano y acaricio su mejilla.- por favor, esto es tan nuevo para ti como para mi. Nunca me he sentido atraída hacia una chica. Pero tu...Jesús, me hiciste perder la cabeza en cuanto te vi.- ella sonríe.- Dame una oportunidad, iremos poco a poco. Y cuando todo este serio ya veremos lo que dirán tus padres- niega con la cabeza con una sonrisa triste, bajo mi mano y me cierra la puerta en la cara.

Me siento devastada cuando vuelvo a casa.

Ha sido estúpido, prefería que huyese de mi a ser rechazada.
Me siento patética. ¿Es por que soy una chica? Ja. Menuda estupidez.

Cojo una botella de agua y doy un trago. Me asomo al salón y mi madre está en el sofá dormida. Niego con la cabeza. Me acerco a ella y muevo su hombro.

-Mamá- abre un ojo y después el otro, sonríe y se sienta.- ¿Por qué no vas a la cama?

-Esto...no, tengo que ir a trabajar en veinte minutos.

-Mamá, has vuelto hace nada.

-Lo sé, pero necesitamos esas horas extra.- frunzo el ceño.

-No, mamá, no las necesitamos. Necesitas descansar.

-Hija, la luz no se va a pagar sola.

-Con lo que gano yo y lo que ganas tu es suficiente.

-No, no lo es.- sonríe triste y se levanta.- descansa hija.- me da un beso en la frente y coge su bolso. Oigo la puerta cerrarse y suspiro.

Desde que mi padre nos abandonó, llevándose todo lo que mi madre tenia ahorrado, esta ha tenido que trabajar las veinticuatro horas del día para mantenerme. Decidí conseguir un empleo a los diecisiete años, el trabajo en la biblioteca, para ayudarla.

Subo a mi habitación y me quito los zapatos. Me tumbo en mi cama y cierro los ojos.

¿Por qué Camila? ¿Por qué?

Ella es mía y yo soy suya.-Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora