Capítulo 1

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Recuerdo aquel día como si fuera ayer. Sí, me acababa de bajar del bus pero seguía sumida en una nube infranqueable. Pasaba por los arcos de la avenida, desgastados por el tiempo, como un fantasma que arrastra una cadena. Las gotas caían sin cesar y el cielo estaba más gris que nunca, pero ni siquiera presté atención a la lluvia, cosa que normalmente me calma.

Con la cabeza cubierta por la capucha y la mirada fija en el suelo, atravesé las calles sin reparar siquiera en con quién me cruzaba, ni sin importarme meter el pie en los charcos. 

¿Quién era él?

Para una persona tan ordenada como yo lo era, cualquier duda/cuestión/cosa sin resolver/incógnita era suficiente razón para que mi vida se alterara y yo pasara de 'chica normal' a 'chica empanada que sólo es capaz de darle vueltas a lo mismo durante horas'.

Y aquel chico/duda/cuestión/cosa sin resolver/incógnita me había producido un efecto bastante similar al de fumarse algo. Estaba atontada, incapaz de reaccionar y de pensar con claridad.

Él llevaba una chaqueta de cuero gastado ancha, bajo la cual llevaba una chaqueta de color negro, normal y corriente, bajo la cual llevaba una camisa blanca, normal y corriente. Los pantalones vaqueros oscuros, también gastados, en los que se ocultaba su móvil. Está bien: un tío corriente, algo misterioso, pero, fin.

Pues no. La codicia del destino había querido que yo advirtiera un pequeño destello que salía del hueco entre la chaqueta de cuero y la chaqueta de color negro normal y corriente. Me fijé más, y mi cabeza explotó cuando vi que se trataba de dos baquetas. Dos baquetas de color dorado.

¿Sabéis lo que eso significa?


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