El Postre Más Sabroso

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Hacia ya 3 largos años desde que Will y Nico se habían convertido en pareja. El suficiente tiempo para que Nico se acostumbrara al contacto físico. Ya no se sobre saltaba cuando, por ejemplo, el rubio se le acercaba y lo abrazaba por detrás. Lo máxima reacción “negativa" por parte del azabache era su tierno sonrojo

Ellos nunca habían llegado más allá de unos besos algo intensos, no porque ninguno de los 2 quisiera, sino porque les daba vergüenza pedírselo al otro. Pero esa noche,gracias a un descuido, algo cambio

Hace ya 1 años desde que Will termino la preparatoria y comenzó a estudiar medicina. Estaba becado y sacaba excelentes notas, algo súper raro para un hijo de Apolo. La universidad le quedaba algo lejos de su casa, así que su madre había empleado los ahorros de su universidad para alquilarle un departamento más cerca. Esa seria su primera noche en su nuevo apartamento, que la pasaría con Nico, y vaya que si la pasarían bien

Will le daba los últimos toques a la mesa. Había preparado los platillos favoritos tanto de el como el de su amado, y una sorpresita para este último, ya que quería hacer de esta una noche especial. Al terminar de colocar el último cubierto en su sitio, alguien toco el timbre, así que fue a abrir

—Hola, Solace. Dijo el azabache.

–Hola, mi ángel—Contesto el rubio contemplando a su novio, que vestía casi igual que el: Zapatos negros y pantalones de mezclilla, el cambio fue que el azabache llevaba una camisa negra con su eterna chaqueta de aviador y espada, en cambio Will llevaba camisa cuadros  azul.—¿Que es eso que traes ahí?. Pregunto al ver que Nico tenia las manos en la espalda

– Un regalo para tu nueva casa. Contesto al tiempo que sacaba sus manos de detrás de su espalda y mostraba su regalo: una planta

–¿Una planta?—Dijo Will, llevándose una mano a la boca para tratar de no reír—¿Es en serio?

– ¡Oye! No te burles. No sabia que darte, así que traje lo primero que se me ocurrió. Dijo Nico pena mirando al suelo

Will miró al azabache, luego se acerco a el para posar un tierno beso en sus labios y decirle: Con tu presencia era más que suficiente, mi ángel. Aunque, me gusta esa planta. Creo que le pondré Tim. Y le poso otro beso en sus labios. Nico solo pudo apartar la vista y colocar a Tim en el balcón

– Por favor, quítate la espada. Vamos a cenar, no a la guerra

—Oye, siendo semidiós, nunca se sabe. Dijo Nico mientras dejaba su espada en el sofá

Cuando el chico calavera se acercó a la mesa noto que estaba hermosamente decorada, como para una primera cita, solo había un detalle fuera de lugar

–¿De verdad hay una Cajita Feliz encima de la mesa o me falla la vista?

–¿No adorabas las Cajitas felices, mi ángel?. Le contesto el ojiazul haciendo un puchero

El azabache se sonrojo. No era muy conocido su amor por esa cadena de comida, ya que al ser algo infantil le daba pena reconocer. Agradeció en silencio el gesto y se sentó en la mesa

Will sonrió ante el sonrojo de su amado. Adoraba molestarlo con McDonald's, aunque a veces terminaba con moratones en el abrazo a causa del mismo

Comenzaron a cenar tranquilos, hablando de cosas triviales. El azabache disfrutaba mucho de su Cajita Feliz, sobre todo amaba la tarjeta de mitomagia que había venido con ella

–Busque por todos lados esta tarjeta y no la encontraba. No entiendo como pudo venir con esta cosa. Decía mientras contemplaba su tarjeta como un niño contemplaba ese tan anhelado regalo navideño

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