-Realmente me llamas la atención- dijo Oliver mientras me sonreía. No hice nada más que reírme.
-Oliver...-
-¿Qué pasa?-
-Tengo miedo de querer a alguien-
-Yo te voy a querer a ti, y tú vas a querer a ese bebé-
-Todas las personas que quiero, mueren...
Ya es día domingo, y Ed está llorando. Oliver no ha despertado, vaya sueño.
Me levanté a verlo.
-Hola Ed ¿que pasó bebé?- me acerqué a él mientras lloraba.
-Mostuo- decía mientras lloraba.
-Un monstruo eh...- suspiré y le comencé a hacer cariño- Eddy, aquí no hay monstruos. Es más, aquí estoy yo para matar a los monstruos que vengan a hacerte daño ¿si?- lo tomé entre mis brazos y le comencé a hacer dormir.
Luego de cinco minutos ya estaba durmiendo, lo acosté en su cama y besé su frente. Enserio adoro a este chico tan dulce.
Volví a la habitación y escuché que Oliver hablaba con alguien.
-"Ed está bien Caitlyn... no nos podemos juntar hoy, quizá mañana... vale, hoy te paso a dejar a Edward, ¿tiempo? Bueno, podría ser hoy una media hora... ¿mañana? Estoy desocupado desde las 12:00, vale adiós- colgó y escuché que se acostó.
No le diré nada, mañana iré a su trabajo.
-Buenos días- lo saludé ya con tristeza. Se juntará con su ex.
-Buenos días amor- me sonrió.
-¿Qué haces tan temprano despierto?- le pregunté.
-Yo...- se tomó unos segundos para pensar en su excusa- Escuché a Edward llorar y desperté pero tu ya habías ido.
-Vaya, cuando me levanté a verlo tu ni un ojo abrías.
-Es que...- otro tiempo más- no quería levantarme- rió.
Ya son las 14:30PM. Oliver dijo que el cocinaría hoy, mientras yo estoy jugando un poco con Ed.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Cómo dormiste?- le pregunté mientras jugaba con su peluche azul.
-Llen- me sonrió y siguió jugando con su peluche, si bien lo recuerdo se llama Blue.
-Me alegro- le sonreí también.
-U matate lo mostuo- "Tú mataste los monstruos".
-Sí cariño, y nunca más volverán los monstruos- le sonreí y el me abrazó. ¡ME ABRAZÓ!
-Esta listo el almuerzo- dijo Oliver mientras servía los platos en la mesa.
-Vamos Ed, a lavarse las manos- lo tomé de la manito y lo llevé al baño. Lo levanté para que se lavara las manos, tan dulce este pequeño.
Llegamos a la mesa y nuestro almuerzo ahora fue agradable, Ed hablaba de que maté a los monstruos y que me quería. Hermoso chico.
-Ed, hoy nos vamos con tu mamá- le dijo Oliver.
Edward solo me apuntó a mi e hizo una cara confusa.
