Capitulo VI

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Tercero de secundaria. Tercero de la jodida secundaria.

¿Cuando paso? Chris ni siquiera lo recuerda. Su hermano se encuentra ya en tercero de preparatoria. Pronto debia buscar una universidad.

Ambos habían conseguido un trabajo en una tienda de animales. A Chris le encantaban, pero su madre nunca dejo que este tuviese un perro o un gato.

Esto solo había incrementado el amor que tenia hacia esas hermosas criaturas. Su hermano había sido tan fuerte durante todos estos años. Jamás había culpado de nada a Chris, incluso cuando su propia madre lo había hecho.

Había ocurrido durante un día cualquiera. Su madre no asistiría al trabajo aquel día. Entonces Martín y Chris llegaron juntos de la escuela. Martín entro rápidamente a la casa, dejando a Chris detrás. Su madre se quedo estática.

A la luz del sol, Chris era idéntico a su padre. Chris entro a la casa, y su madre lo siguió, su hermano no se encontraba presente, y fue allí donde las cosas se pusieron feas.

Era como si su madre hubiese olvidado que la persona que tenia enfrente era su hijo pequeño. Y le grito. Y lo maldijo.

Le dijo que todo esto era su culpa. Que de no haber muerto, ella no estaría en la situación en la que estaban. Y Chris no sabia que hacer.

Su madre lloro mientras se acercaba amenazante a Chris, aun diciendo aquellas hirientes palabras.

Y cuando las lágrimas de su madre comenzaron a derramarse de sus mejillas, las lágrimas en los ojos de Chris también comenzaron a salir.

Su madre solo estaba confundida. Drogada por todos aquellos antidepresivos que solía ingerir a diario.

Y entonces Martín bajo corriendo cuando su madre cuando grito mucho más fuerte.

Se puso delante de su hermano, y logró tranquilizar con palabras dulces a su destrozada madre. Ella era muy amable, muy amorosa. Chris lo sabia... Pero eso solo empeoro las cosas. Jamás creyó escuchar aquel odio en su voz... Dirigido hacia el.

Su madre se retiró de la habitación, acompañada de Martín, quien no dejaba de murmurar cosas agradables, y decirle que Chris no tenia la culpa de absolutamente nada.

Pero ella y Chris no parecía escuchar.

Después de haber acostado a su madre en su cama y de darle un beso en su frente, corrió a la sala de estar, donde había ocurrido el suceso. Chris no estaba allí.

Se dirigió rápidamente a la habitación de ambos hermanos, apenas toco la manija de la puerta, los sollozos de Chris resonaron en sus oídos.

-Chris.. Chris soy yo, Martín, ¿podrías abrir la puerta? - pidió lo mas calmado que pudo.

Por unos instantes no recibió respuesta, hasta que la puerta comenzó a abrirse, poco a poco.

Cuando se abrió por completo, Martín pudo ver a su hermano menor llorando amargamente.

Durante las próximas horas, Martín consolo a Chris hasta que esté se quedo dormido encima de su hermano.

Este sonrio para sus adentros. Al final, logro convencerlo de que no era culpa suya nada de lo que había ocurrido.

O eso pensó.

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