Quiero que Olvides Todo

19. Confesiones

- Hasta cuando? Cuanto tiempo mas? Por un demonio, responde - Un chico peli castaño daba vueltas claramente irritado.

- Calma, todo ahora depende de ella, Akira.

- Mina, su rostro lleno de dolor y arrepentimiento turba mis pensamientos. Ella a sufrido mucho. Por que no le has dicho que estaba con vida! Ella no habria sufrido tanto mi perdida! - Estaba claramente exaltado.

- Te lo he dicho muchas veces, no tenia acceso a ella. Segun mis contactos se sumio en un largo sueño. No es mi culpa no haberle podido comunicar - Se encogio de hombros.

- Bartis, Maldito, Sino la hubieras traicionado, nada de esto habria ocurrido.

- Debes tenerme mas respeto, yo te salve el culo, de no ser por mi no estarias aqui mismo ahora.

- Lo hicistes por tu propia conveniencia, no me vengas con aires de martir que no te quedan.

- Si es cierto que lo hice por mi propia conveniencia, para tenerla comiendo de mi mano, ella me sera de utilidad para lograr mis objetivos.

- No te atrevas a acerle daño o te las veras conmigo - Mis dedos se curvaron como garras.

- Mientras ella cumpla la parte de su trato, nada le pasara y mientras tu estes en mis manos, nada me dañara. Es un buen acuerdo no? Ella te ama mas que a su vida y podria hacer cualquiera cosa que le pidiese solo por ti, eres mi salvavidas Zero, Mi mejor inversion - Rio estrepitosamente mientras se marchaba.

Bartis esta equivocado, ella ya no me ama con la misma intensidad de años atras, alguien mas ha capturado su corazon, lo se, pude oler a un hombre en ella, mi buen olfato no me fallaria, no por nada soy un hombre lobo.

Mi pecho dolia ante la idea, aun la amaba como si no hubiera pasado un solo dia desde nuestra separacion. Por que el destino nos habia jugado una mala pasada? Que pecado habriamos cometido para tal castigo?

Habia despertado hace algunas semanas atras, la viva imagen de Mina llorando desesperada me habian atormentado en sueños, un aro sin fin se habia extendido, viviendo una y otra vez los momentos a su lado. No se cuanto tiempo dormi pero parecio una eternidad. Las cosas ahora habian cambiado, todo era tan diferente para mi.

La primera cara al despertar pense que seria la de mi amada, pero no fue asi, en cambio me tope con la desagradable imagen de Bartis sonriendo socarronamente.

Me habia explicado como "me salvó". Segun su relato cuando Mina pidio a sus sirvientes alejarse porque estaba perdiendo el control, envio a uno de sus lacayos y aprobechando la furia de Mina hacia el enemigo, robo mi cuerpo, llevandose la sorpresa de que aun no habia muerto pero que mis palpitaciones eran muy debiles. La espada habia rozado mi corazon, la plata se estaba filtrando en mi cuerpo y estaba muriendo muy lentamente. La sangre de vampiro me ayudo a sanar y a mantenerme joven todo este tiempo. Sin saberlo compartiria el mismo destino del amor de mi vida, hundidos en un sueño profundo, alejados el uno del otro.

Odiaba el hecho de que en mi cuerpo corriera la sangre de vampiros como ellos. Mi orgullo habia sido pisado y machacado al tener que depender de ellos. No lo queria aceptar pero era un prisionero en este lugar, tenia que acatar sus ordenes si es que queria regresar a su lado. Ella me necesitaba o era yo quien la necesitaba a ella? No importaba la razon, solo queria sostenerla en mis brazos una vez mas.

No seria facil la peticion que Bartis tenia para ella pero confiaba en que aceptaria o al menos eso esperaba.

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Mis manos temblaban ante la noticia, lagrimas inundaban mis ojos y corrian libremente por mis mejillas, una enorme sonrisa se formo en mi rostro, la sola idea de una nueva vida creciendo en mi interior me hacia sentir maravillosa, completa, un hijo, un hijo de Zero. Dirigi mis manos a mi vientre aun plano. Lo acaricie con ternura.