Sus ojos estaban brillosos, llorando, sus manos temblaban,
Sus párpados ojerosos,
Y su vida desdichada
La veía pasar todos los días
Su cabello volando
Sus labios riendo
No sentía más que anhelo
Anhelo a lo que nunca sería
A lo que nunca fué
A lo que ni en su cabeza
Ni en los sueños del mejor soñador jamás soñado, podría pasar
La sentía pasar, su energía
Lo devoraba entero, lo hacía sentir completo
En toda forma
El la quería, vaya que la quería
Pero ella, ella lo despreciaba