Al día siguiente me desperté en mi cabaña, pero echaba de menos el despertarme gracias a Hermione.
- Buenos días. - Oí una voz desde la cocina y me caí de la cama por el susto.
Miré hacia allí y ví a Oliver.- ¿Oliver? - Le miré asustada y confusa. Me pasé una mano por mi cabeza y bostecé. - ¿Qué haces aquí? - Me levanté adormilada y con los ojos entrecerrados.
- Hoy es el primer día de clases, ¿recuerdas? - Volví a bostezar.
- ¿Y por eso tienes que entrar en mi cabaña cuándo te de la gana? Pareces Hermione... - Esto último lo susurré. Abrí mi maleta y escogí la ropa, pero Oliver me interrumpió.
- No no, toma. - Me dejó una túnica de color azul y rojo arándano. - Son las túnicas de Ilvermorny. El azul es por que era el color favorito de Isolt, y porque de pequeña le hubiese gustado pertenecer a Ravenclaw. - Me quedé quita mirándole.
- ¿A Ravenclaw? ¿Isolt fue a Hogwarts? - Oliver puso una pequeña mueca.
- Es una historia muy larga. - Hizo una pausa. - Y el color rojo es por el dulce preferido de James, la tarta de arándanos. - Siguió explicando. Articulé un "Ahh" y cogí una camisa blanca de manga larga.
Carraspeé con la camisa y la túnica en la mano, y Oliver se dió cuenta.
- Te espero fuera. - Asentí y me cambié una vez que salió de la cabaña.
Salí con la túnica ya puesta que tenía el símbolo del Ave del Trueno en un costado, y que se ataba con un broche de oro del Nudo Gordiano.
- ¿Y bien? - Pregunté cuando ví a Oliver esperándome fuera de la cabaña.
- Muy bien. - Sonrió. - Te queda muy bien.
Empezamos a andar en camino al castillo.
- ¿Sigues creyendo que no tienes ningún parentesco con Seraphina Picquery? - Puse los ojos en blanco cuando me preguntó esto.
- Oliver, no vuelvas a hablarme más sobre el tema ¿vale? Ya te he dicho que no, no lo creo. - Suspiró, pero un minuto después me habló de nuevo.
- ¿Y qué tal en Hogwarts? ¿Eras buena estudiante? - Borré mi sonrisa cuando oí eso. No quería ponerme a llorar.
- Sí... - Esperé unos segundos. - Era un buen lugar...
- ¿Y Harry Potter? - Le miré.
- Harry es una gran persona que casi nunca hablaba sobre Voldemort. - Oliver se frenó en cuanto dije eso.
- Nunca, ¿me oyes? Nunca, pronuncies ese nombre en Ilvermorny. - Esperó uj instante. - Nunca. - Me acordé de la frase que siempre nos decía Hermione y se lo dije.
- Temer un nombre solo incrementa el temor de lo nombrado. - Se me quedó mirando. - Mi mejor amiga, Hermione, siempre lo decía.
- ¿Hermione? - Asentí.
- Hermione Granger, la bruja más inteligente y maravillosa que verás en tu vida.
Seguimos andando en silencio hasta llegar al castillo.
- Bueno, estamos en la misma clase, eres de quinto año. - Asentí. - Nos toca clase de... - Revisó su horario. - Aritmancia. - Suspiré.
- En Hogwarts era muy aburrida. - Y él rió.
- Aquí te lo pasarás bien, hazme caso. - Me sonrió y le devolví la sonrisa no muy convencida. La verdad es que Oliver era un chico bastante majo.
Subimos hasta la última planta y entramos en la clase, donde me senté al lado de Oliver y el profesor era muy gracioso, por lo que la clase pasó rápida.
Cuando terminó, ya teníamos nuestro primer descanso de media hora, porque las tres clases que teníamos todos los días duraban una hora y media.
- Me voy a mi cabaña. - Avisé a Oliver.
- Te acompaño. - Suspiré, pues quería estar sola pero él siempre venía detrás de mí.
Al llegar, mi intención era coger el libro de La Historia de Ilvermorny, aunque no estaba muy segura.
- ¿Y bien? - Me preguntó una vez que se sentó en el sofá. Le miré con una ceja enarcada.
- ¿Qué?
- ¿Te ha gustado la primera clase?
- ¡Ohh! ¡Eso! - Exclamé. - Claro, sí. - Asentí.
Rebusqué en mi maleta el libro de Ilvermorny pero no lo veía por ninguna parte.
- ¿Qué buscas? - Oí a Oliver.
- Nada, un libro. - Seguí buscando por la maleta.
- ¿Qué libro?
- Uno. - Fue lo único que dije. No quería decirle que era de Ilvermorny porque igual me tomaba por ladrona.
Busqué ahora por la mesilla de noche y al final, por toda la cabaña, pero no había ni rastro de él. ¿Dónde estaría? Si no le había sacado de la maleta aún.
- Claire, si me dices el libro que es tal vez pueda ayudarte a buscarlo. - Negué con la cabeza y me senté en la cama.- Olvídalo. - Tras decir esto le ví encogerse de hombros.
La verdad era que quería estar sola. No quería que Oliver estuviera aquí, ni que me persiguiera a cada sitio al que iba.
- Oliver, - Me miró. - No te estoy echando pero, ¿podrías irte? Me apetece estar sola. - Se quedó unos segundos mirándome hasta que se levantó y se dirigió a la entrada.
- No dudes en llamarme si necesitas algo. - Asentí y se fue.
En cuánto lo hizo, me puse a buscar como una loca el libro. ¿Y si alguien me lo había robado? Imposible, no lo había sacado de la maleta desde que salí de mi casa ayer para ir a la estación.
Solté un grito de frustración y me dí por vencida, así que salí de la cabaña para la siguiente clase.
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Te quiero, No te quiero || HP
Fanfic{...} «Y así fue como el león valiente y audaz cayó en los ojos hipnotizantes de la víbora, que había sabido llegar hasta su corazón con tanto sigilo que no se dió cuenta de que estaba ahí, simplemente se dió cuenta de que lo estaba y de que ya no s...