The secret of Tom Riddle.

Capítulo 20

Capítulo veinte
"Baile de los Tres Campeones"

La atmósfera de la Navidad envolvía Hogwarts con su magia característica, pero para Tom y Leah, la anticipación de la fiesta estaba marcada por sus propios pensamientos y secretos.

Tom dedicó la noche a perfeccionar cada paso de baile, aunque fingía que era para evitar cualquier posible vergüenza en la pista, su verdadero motivo era impresionar a Leah. Cada giro y cada movimiento estaba cuidadosamente ensayado en su mente, con la esperanza de dejarla sin aliento cuando la tuviera entre sus brazos.

Mientras tanto, Leah se sumergía en la búsqueda del vestido perfecto para la ocasión. Entre las telas y los colores, su mente divagaba hacia el baile y la pareja que había encontrado para la velada. Solo los miembros del club de las Eminencias conocían su secreto, guardando celosamente el nombre de su acompañante: Tom Riddle. Ni siquiera sus amigos más cercanos o su propio padre estaban al tanto de la inesperada conexión entre ellos.

Para Tom, el traje que luciría en la fiesta tenía un significado especial. Un regalo del profesor Horace Slughorn el año anterior, era más que una simple prenda de vestir. Era un gesto de aprecio y favoritismo por parte del profesor hacia él, algo que valoraba profundamente en su mundo donde la riqueza y los padres ausentes no eran comunes.

La ironía de la situación no escapaba a Tom. Siendo Slytherin, pertenecía a una casa que valoraba el linaje y la riqueza por encima de todo. Sin embargo, él mismo era un mestizo, y el único entre los pocos que compartían su condición en su casa. Además, siendo huérfano y sin un centavo de más, carecía de las posesiones y la influencia que muchos de sus compañeros de casa consideraban imprescindibles.

Esta disparidad entre su posición en la sociedad mágica y su propia situación personal a menudo despertaba una chispa de resentimiento en Tom, algo que, a su vez, podía encender la llama de la ira en Leah. Ella, con su linaje impecable, su riqueza y su aguda inteligencia, personificaba todo lo que a veces hacía arder la sangre de Tom. A pesar de que era considerado un joven increíblemente atractivo e inteligente, sabía que su carencia de linaje y fortuna lo colocaba en una posición de desventaja en comparación con alguien como Leah.

A pesar de estas diferencias evidentes, o quizás debido a ellas, había una atracción magnética entre Tom y Leah, una tensión que parecía crecer con cada interacción.

(...)

Tom se encontraba sentado en el borde de su cama, observando el reloj en la pared con una mezcla de ansiedad y anticipación. Había pasado horas preparándose para el baile, asegurándose de que cada detalle de su atuendo estuviera impecable. A pesar de su determinación por mantener la compostura, no podía evitar sentir cierto nerviosismo palpitar en su pecho.

Mientras repasaba mentalmente su plan para la noche, admitió para sí mismo que, aunque su principal objetivo era cortejar a Leah para obtener la oportunidad de persuadirla para que revelara su secreto sobre la inmortalidad, también había algo más en juego. Se dio cuenta de que la atracción que sentía hacia ella estaba creciendo con cada momento que pasaban juntos, transformándose en algo más profundo y significativo de lo que había imaginado.

A pesar de su determinación por mantener una fachada de indiferencia, sabía que estaba comenzando a desarrollar verdaderos sentimientos hacia Leah. Era una verdad incómoda que prefería no confrontar abiertamente, pero que se filtraba en sus pensamientos y emociones con una persistencia inquietante. A medida que se acercaba la hora del baile, Tom se encontraba en una encrucijada interna, debatiéndose entre su deseo de cumplir con su objetivo y su creciente conexión con la joven Linghood.

En la tranquila atmósfera de la sala común, Leah se encontraba lista para el baile, con un nudo de nervios en el estómago mientras esperaba la llegada de Tom. Aunque se esforzaba por mantener su habitual fachada de indiferencia hacia él, no podía negar que la presencia del joven Slytherin siempre la afectaba de alguna manera.