Textos suicidas

Amor a primera vista

Todo empezó un 8 de noviembre. Era algo raro ya que nadie se suele fijar nunca en ti. Son las 10 de la noche y encuentras un nuevo mensaje de whatsapp, lo raro es que es de un número que tu no conoces. Decides contestar,  algo extraño ves que te habla una chica de la cual no sabías de su existencia, decides responderla con un simple "hola". Ella te responde que hace tiempo hablasteis, pero que no se acuerda de que os conocéis, dice que vio tu número por ahí y le llamaste la atención y por eso decidió hablarte. Todo iba sobre ruedas, era una chica que no llegaba a ser del todo guapa, pero a ti había algo que te llamaba la atención,  pero decidiste mantenerlo en secreto. Pasan los días y tu estas muy emocionado pero sientes una gran presión en el pecho cada vez que piensas en ella. Al tercer dia de empezar a hablar, ella da el paso de decirte que le gustaría quedar en persona para ver que puede ocurrir. Quedáis unos días más tarde, en el centro de Madrid. Tú como siempre llegas puntual, bien vestido y arreglado, pero ella llega tarde, muy tarde, más o menos 1 hora y 30mn tarde. Tú decides quedarte ahí para salir de dudas. Cuando llega os saludas y os vais a un bar donde este tranquilo, por si tuviese que pasar algo ya que ella te ha dado muchas razones que han hecho que tú te ilusiones, tú no te sueles pillar rápido pero esta vez era... ¿Especial? Os vais de bar en bar hasta que encontráis uno en el que podéis estar agusto aunque haya mucha gente. Ella te cuenta de su vida y tu de la tuya, algo te dice que todo va a ir bien hasta que llega la hora de despedirse en la cual tú estás muy nervioso tan o más que ella. Os despedís de la misma  forma en la que os habéis saludado y te vas directamente a tu casa. Por una parte estar bien ya que has encontrado a alguien que te comprende y que sabes que puedes llegar a tener una relación duradera con ella. Pasa el tiempo y te dice de volver a quedar ya que se ha quedado con ganas de que pasase algo... Quedáis un día de diario, para ello tienes que saltarte algunas clases pero a ti eso te da igual ya que al fin y al cabo, vas a ir a verla. Te sales después del recreo y te vas a donde has quedado con ella.  Estáis todo el rato hablando y tu cada vez tienes más claro que, aunque nunca te hubiera pasado, te estabas enamorando de esa dulce e inofensiva chica. Todo iba perfecto,  de hecho casi os besas pero ella tiene que irse rápido y no podéis.  Cuando ella llega a su casa te habla pero no de la misma manera, tú empiezas a replantearse si esta perdiendo el interés en ti o simplemente ellas ta cansada. Tú lloras porque sabes que esto no va a ir bien, ya que a ti nada te va bien. Hace tiempo que asumir te que eras un pesimista.  Cuando estas con tus amigos, empiezan a entrar te depresiones constantes que hacen que dificulte tu paso por la vida. Cada vez son más intensas, inaguantable y dolorosas. De un momento para otro puedes estar alegre, como con ganas de llorar o de matar a alguien. Pasa la semana y diariamente tu tienes una depresión como mínimo. Se te quita el algo éxito y empiezas a adelgazar, hasta el punto de perder 3kg en una semana, pero eso no te preocupa ya que tu aspecto físico no es que te emocione.
Ella ya no te habla como siempre, es más, empieza a ser más seca y eso a ti te duele y te molesta. Pasan los días y la preguntas que si todo va bien y ella te dice que si que no pasa nada, tu te preocupas y la dices que no quieres agoviarla y que si se siente así, te lo dijera ya que no querías hacerla sentir mal. Cada noche se te hace más larga y te empiezan a venir los pensamientos suicidas que tenías desde hace tiempo, pero empiezas con algo que dejaste de hacer, que era vomitar. Lo poco que comías lo vomitabas, el almuerzo del instituto te sentaba mal y ya era suficiente escusa como para vomitar, una, dos y hasta tres veces, hasta que todo estuviera fuera. Tú ya sabias que esto en un tiempo iba a volver a pasar, pero esperabas que fuera en un tiempo lejano.
Ella ya casi ni te habla y decides decirla que quieres hablar con ella, ella acepta asique decides llamarla y contarle tus dudas e inseguridades. Ella, como últimamente,  te responde seca y cortante. A ti eso te duele y lo pagas con la gente de tu alrededor, los que aún no sabemos nada de lo que te está pasando. Ella te dijo que no tenía nada claro que la estabas liando asique preferís te dejarla pensar. Unos días más tarde la preguntas que como lo lleva a lo que te responde que tiene mucha confusión,  que no sabe que hacer contigo... después de todas las ilusiones que te ha creado no sabe que hacer... A ti te sienta mal y la dices que te diga que has hecho mal y ella te responde dando soluciones absurdas y en las cuales te pedía que la espera ses,  cosa que tu te negaban a hacerlo ya que la habías advertido muchas veces de que te estaba empezando a gustar mucho y no querías llevarte el golpe que te iba a dar... ese golpe que minutos más tarde te daba. Tú solo querías llorar y romper cosas, pero sabias que la culpa era tuya aunque en verdad no lo fuera, pero a ti te encantaba culpar te por cosas que no tenias nada que ver. Asique decides ir al baño y comer una cuchilla. La rompes poco a poco con cuidado de no hacer mucho ruido. Sacas el metal punzante y decides deslizarlo por tu seca muñeca hasta ver sangre, sangre roja derramarse y gotear al otro extremo de tu muñeca... esa que ya tiene muchas heridas por batallas pérdidas. Tú simplemente estas relajado, escuchando música,  pero lo vuelves a hacer, un corte tras otro hasta que te empezaste a cansar y decidiste echarte un cigarro en la ventana. La muñeca gotea bastante y el cigarro se consume lentamente... no sabías porque habías dejado de tener esa sensación tan placentera, esos que muchos llaman locura y muy pocos la comprenden, pero que de un modo y otro, sabes que esto tiene que acabar de una vez, asique cada día que pasa se te hace más insoportable, más depresiones,  más discusiones,  más noches llorando hasta las tantas por ser una persona que no está satisfecha con la vida que le ha tocado vivir y que sinceramente, prefiere irse a seguir con vida.