-Pero mama....- dije tirándome al suelo agarrándome de las patas de la cama- no quiero ir.
-Claro que irás sino...-rebuscó en su bolso y sacó dos papeles- no irás al concierto de Shawn Mendes...
Muy bien esto no me lo esperaba. Mi madre me quería llevar a un internado, ya que ella se tiene que ir a otro país a trabajar y dice que no puedo ir con ella porque "los cambios son malos para los adolescentes" si, lo se mi madre busca muchas cosas por internet.
-¡¿Qué?! -dije levantándome de un salto y cogiendo las entradas- vámonos que llegaré tarde al avión.
Si amigos eso es a lo que se le llama sobornar, otra persona conservaría la dignidad negándose, pero vamos ¡es Shawn Mendes! Uno de mis muchos amores platónicos.
Mi madre subió las maletas al coche y me llevó al aeropuerto, dónde me entretuve viendo a unos cuantos rubios, tengo una pequeña obsesión con los rubios, pero es algo totalmente sano.
No es sano.
¿Y tú quién eres?
Soy la escritora.
Muy bien, ahora déjame que estoy tratando de narrar una historia.
-Marie..- dijo mi madre pasándome la mano enfrente de la cara- te quedaste mirando a un chico rubio y no dabas señales de vida, te estaba diciendo que te echaré de menos.
-Y yo también a ti mami- le dije mientras la abrazaba , me aparte y agarré las maletas- adiós, supongo que nos veremos en vacaciones de Navidad.
-Adiós, y recuerda no salgas sin chaqueta que en Inglaterra hace mucho frío y que...
-Claro mamá- la interrumpí, antes de que dijera alguna estupidez.
Una vez sentada en el asiento me puse los auriculares y me puse a escuchar Sounds good feels good, un álbum de 5 seconds of summer y a la mitad del viaje me quedé dormida ,me despertó una azafata.
Ahora estoy delante del internado, no tiene esa pinta tenebrosa de la que todo el mundo se imagina, tiene tres edificios, supongo que uno será para estudiar, otro, la residencia de chicas y el otro de chicos, los jardines son verdes y hay dos canchas de fútbol.
-Perdona, ¿me podrías enseñar dónde está el despacho de el director? -le pregunté a una chica rubia.
-Claro, sígueme- me guió hasta el edificio de en medio, hasta llegar a una puerta que ponía "autoridad máxima "- lose, lose el director tiene el ego un poco subido, por cierto, soy Kate.
-Marie, gracias por traerme.
- no ha sido nada, me tengo que ir, he quedado con mi hermano para hacer bombas fétidas- abrí la boca para preguntarle pero enseguida me interrumpió- no preguntes.
- de acuerdo -le contesté- no vemos
-búscame cuando te pierdas, adiós
Le iba a decir algo pero la puerta del director se abrió.
-tu debes de ser la nueva alumna- me dijo, el director era regordete con unas gafas tipo Harry Potter.
-sip- dije remarcando la "p" , I know cliché.
-aquí tienes el horario, el mapa de internado,las llaves de tu habitación y las horas que esta abierta la cantina- me entregó los papeles y las llaves- y... Por si te quieres apuntar a algún club- me dio un folleto de clubes de deporte, teatro y música.- eso es todo, te puedes retirar.
Murmuré un adiós y me fui caminando como toda una diva.
Una vez fuera del edificio extendí el mapa, como el mapa era muy grande y yo toda una umpa lumpa tuve que dejarlo en una mesa de camping.
-¿necesitas ayuda?- dijo un chico- si estas buscando el edificio de chicas es ese- dijo señalando el tercer edificio- y ya puestos te acompaño a tu habitación.
-gracias, si fuera por mi buscando el edificio y la habitación me habría perdido- el chico sonrió ¡Dios mío que sonrisa! Hay que decir que no es mi tipo, pero es guapo, pelo negro, ojos verdes, no tiene mal cuerpo.
-y...¿qué número de habitación tienes?
-la.. 253- dije mirando el número de la llave.
- es en la segunda planta- dijo ayudándome a cargar con una maleta- cogeremos el ascensor- asentí mientras él pulsaba el botón para llamar al ascensor- y.. Aún no se tu nombre.
-me llamo Marie, ¿y tú?
-Ben.
Ben me acompañó hasta mi habitación y se fue.
Abrí a la habitación, era bonita con dos camas y una televisión, puse las maletas sobre la cama vacía y empecé a desempaquetar y a guardar la ropa en el armario que había al lado de la cama.
Cuando ya había desempaquetado saqué mi ordenador y puse una de mis series favoritas Teen Wolf. A los tres capítulos me dio hambre así que baje y me puse a buscar la cafetería, deducí que se encontraba en el edificio central y.... Ding ding premio para la señorita. Contenta me dirigí a buscar mi preciada comida cuando toda mi felicidad se esfumó, ¡había una cola gigante! ( alerta malpensadas 7u7) . No me quedó más opción que esperar, yo no soy una de esas malotas que se saltan la cola, al contrario diría que soy un poco nerd , pero no tímida nah nah, soy una nerd loca o sea una nerdoca, ye una nueva palabra para mi vocabulario. Después de un rato más pensando en cosas estúpidas llegó mi turno, todo este rato desperdiciado de mi vida para nada, la cocinera me puso un pegote de puré de color verde ¡puaj! Seguramente lleva verdura. Ahora que tenía mi no tan preciada comida tocaba otra faena difícil, elegir mesa, lo se una tontería pero en las películas americanas se lo toman muy enserio. Finalmente me decidí por una mesa vacía, que insociable diréis, pues no, casi todas las mesas ya estaban llenas y preferí no tener que hablar con nadie, eso sí que sonó insociable, pero yolo. Terminé mi asquerosa comida , porque se veía mal pero sabia peor. Por fin llegué a mi habitación, revisé mis cuentas sociales y finalmente me dormí.
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Viviendo en el internado
Teen FictionMarie se va a un internado donde le pasan cosas inolvidables y tal vez un poco cliché.