Prólogo.

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La noche era fría, el viento azotaba cada rincón de Milena, arrasaba con ramas, hojas y flores, dejaba su rastro en todos lados. El príncipe y sus caballeros galopaban a toda prisa dirigiéndose al gran castillo de piedra que llevaba años abandonado y en ruinas pero que sin embargo tenía una extraña actividad esa madrugada. Un rayo azul iluminaba el cielo, su procedencia, el castillo.
Acercándose cada vez mas, el príncipe ordenó a un grupo que lo acompañara a investigar la razón de aquel esplendor, y a los demás que aguardaran en la entrada para avisar en caso de cualquier peligro. El grupo del príncipe subió cautelosamente las escaleras hasta el gran salón de baile, su puerta era grande, rodeada de ramas y flores de muchos colores, no era un lugar temible, algo en el daba la sensación de estar en otra parte del bosque, una parte que guardaba secretos e historias.
Abrieron la puerta y lo primero que vieron fue una gran mesa con todo tipo de manjares, desde frutas diversas hasta postres deliciosos, arriba de ella colgaba un gigante candelabro de oro que daba la impresión de estar flotando.
Al no ver nada mas extraño continuaron su búsqueda a la siguiente sala. La puerta de la siguiente reflejaba una luz azul por abajo, la misma que iluminaba el cielo esa noche.
Prepararon sus armas y decidieron entrar. Ésta era una biblioteca, gigante con un hermoso tragaluz a lo largo de todo el techo, en el se encontraba un anciano, con una barba larga y tan blanca como la nieve, llevaba puesto un abrigo que le llegaba hasta los pies. El quien emitía semejante resplandor. Los caballeros y el príncipe apenas podían verlo, estaba tan concentrado leyendo un viejo libro que no se percató de la presencia de los hombres hasta que el príncipe pidió su nombre.
- Su majestad, mi nombre no ha de importar tanto en estos tiempos.- dijo el anciano dando una pequeña reverencia.
- He de saber tu nombre puesto que semejante característica que posees no es algo que deba pasar por alto.
- En todo caso, mi señor, no creo que haya formulado la pregunta correcta.
- Tal vez, pero aún así debo saber tu nombre, ¿De dónde vienes? ¿Qué haces en el gran Castillo de Piedra? ¿Acaso no sabes que éste lugar está prohibido?
-Ha hecho tantas preguntas sin embargo ninguna es correcta, ¿Acaso usted como príncipe de Milena no sabes que fecha se acerca? - preguntó con seriedad y tomando el libro que estaba leyendo. Se lo acercó al príncipe abierto en una página.
Era un libro viejo y maltratado que no tenía mas que versos y rimas en la antigua legua de Milena. La hoja que le mostró el anciano al príncipe era de una antigua profecía que hablaba de una gran catástrofe que se acercaba a las tierras del gran reino y que prometía destrucción y una nueva monarquía. No decía que clase de destrucción era, si era un terremoto, un tsunami o incluso ambos.
El príncipe al leer eso miró al anciano con duda y le dijo:
- ¿Cómo puedes creer en éstas cosas? Es un reino antiguo, la magia en Milena no es mas que viejos cuentos para los niños, son leyendas que cuentan los viejos como tu pero que jamás han podido presenciar. - dijo un poco enojado.
- Majestad, esas historias son parte de la cultura del reino. Bien se dice que la propia Milena fue creada por las hadas para que los seres fantásticos pudieran vivir en un lugar a salvo. Se dice que la hada Milena era la antigua reina y que su magia era tan poderosa que se fue heredando a toda su familia, a sus hijos, los hijos de sus hijos, en incluso los de ellos.
- ¡Basta! - Ordenó el príncipe - he escuchado suficiente de historias, y en éste preciso momento me dirás tu nombre y de donde vienes si no quieres que te lleve preso por ....
El príncipe no pudo terminar la frase por que un ruidoso crujido lo sacó de sus estribos. Los caballeros que aguardaban afuera llamaron al príncipe para que pudiera ver por si mismo lo que estaba pasando. Todos bajaron y al salir vieron como a lo lejos se derrumbaban árboles y que los rios estaban desbordando y subiendo de nivel.
Cuando quisieron volver al castillo la luz azul que iluminaba el cielo hace 30 min había desaparecido por completo, al igual que el anciano.
- Es tarde - se escuchó la voz del anciano en el aire casi inaudible.

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⏰ Last updated: Nov 30, 2016 ⏰

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Cuando los árboles te llamen.Where stories live. Discover now