-Who Are You?- Camren.

-Capítulo 5.-

El resto de los días pasaron con normalidad, Camila actuaba como siempre, nada le causaba emoción y permanecía callada. Se concentraba en sus clases, mientras que Sinuhe mantenía al tanto a Dinah de su comportamiento. Pero Camila se desesperaba para que el tan deseado sábado finalmente llegara.

Era sábado. Al fin. Las semanas le eran una eternidad a Camila, tenía un motivo por el cual esperar cada día, Sinu siempre iba al centro comercial por la mañana, pero ese día su madre, ósea la abuela de Camila le pidió que por favor la acompañara a la peluquería. Por lo que tuvieron que pasar las compras hasta después del almuerzo. Camila pasó con una notable cara de enojo todo ese tiempo mantuvo su ceño fruncido.

Sinuhe se disculpó con ella, pero pensó que ser caprichosa de vez en cuando, le era bueno y era una buena señal con respecto a su avance. Una vez terminaron de almorzar, Sinu lavó rápidamente los platos bajos la atenta mirada de su hija, se dirigieron al centro comercial, Camila iba nerviosa, no sabía si Lauren trabaja todo el día o solo por la mañana, tenía miedo de no encontrarla. Pero para su suerte, ella estaba ahí.

Comenzó a caminar hasta dentro del lugar, ese lugar que lo estaba conociendo ya de memoria, la gente que estaba ahí ya no la incomodaba como antes, pero, no era lo mismo con la chica que siempre la atendía, la vio venir hacia ella y tomó cualquier cosa al alzar, esta vez era una camiseta. ¿En invierno? Bueno.

-¡Bienvenida a FashionStore, Camz! –Saludó sonriente como de costumbre ¡Lauren recordaba su nombre! Demonios, se sentía tan especial en ese momento que no sabía cómo reaccionar. –Me alegra mucho volver a verte. –aunque el rostro de Camila no tenía expresión alguna, en su mente estaba que daba saltos de la felicidad. –Pensé. siempre solías venir por las mañanas, supongo que me equivoqué. –Rió un poco mientras se encogía de hombros, su risa, que hermosa es, pensó Camila. –aunque, eso es bueno. –Rápidamente el enojo con el que pasó toda la mañana se desapareció de su mente y sólo ponía enfocarse en esa bella sonrisa, en esos ojos verde esmeralda, en Lauren. –Podríamos continuar con la charla del otro día, digo, si no tienes prisa. –Camila negó lo más rápido que pudo haciendo sonreír a la pelinegra. -¡Perfecto! Supongo que ya almorzaste? –Camila asintió. –Bien ¿Te gustaría pasar conmigo un rato mientras almuerzo?

Realmente muero de hambre. –Camila asintió por demás feliz, Lauren era simpática con ella y no por ser cliente frecuente del lugar, lo era, porque parecía que la morena le agradaba. Eso la llenó de una inmensa felicidad.

Lauren le hizo una seña para que la siguiera, al fin pudo saber que había en esa puerta detrás del mostrador, era un amplio lugar para los empleados, había baño, una mesa un tanto grande cerca de una pequeña cocina, había otra mesa donde estaba repleta de papel de colores, una pizarra con varios recordatorios, era un tranquilo lugar, nada parecido al desastre de gente que estaba fuera de ahí.

-Toma asiento por favor. –Dijo Lauren mientras caminaba hasta donde estaban unos bolsos de él sacó un depósito con unos cuantos sándwiches, Camila obedeció y se sentó en una de las sillas, seguidamente Lauren se sentó a su lado.-¿Quieres uno? –Preguntó con una pequeña sonrisa. –Mi mamá los ha hecho. –Camila negó con la cabeza, en verdad quería tomárselo, pero aún estaba llena del almuerzo que su madre le había preparado.

Lauren comenzó a devorar el sándwich, realmente moría de hambre, verla en esa situación le dio un tanto de gracia aunque no lo dio a expresar. Camila se había quedado pasmada viendo fijamente a la pelinegra, Lauren notó eso y luego de devorar su segundo sándwich miró a Camila. -¿Es tan entretenido mirarme comer? –preguntó antes de comenzar a reír alegremente.

Y he aquí donde los nervios volvían a aparecer ¿Qué le podía responder? Si le decía que sí, quedaría como una maniática acosadora, y si le decía que no ¿Lauren se ofendería? Demonios, el pánico la atacó, por suerte Lauren miró eso en sus ojos y trató de calmar la situación.