Y la nueva rutina de Camila era, esperar toda la semana a que se sábado. Se estaba convirtiendo en un ciclo. Pero era lo único que motivaba a la morena.
Esta vez haría algo diferente, tomó mucho valor los siete días anteriores. Sólo esperaba poder manejarlo con toda la calma del mundo.
-Camila. –La llamó su madre. -¿Iremos al centro comercial? –Sinuhe estaba convencida que aceptaría como siempre lo hacía, pero esta vez no fue así, su hija se negó. -¿Por qué no? –preguntó sorprendida. Camila solo la observaba. -¿Pasó algo malo? –Camila negó rápidamente. -¿Ya no quieres seguir yendo? –Esta vez asintió. –No entiendo nada. –Dijo un tanto frustrada. Camila suspiró y luego de un tiempo corto habló.
-Por la tarde.
-¿Quieres ir en la tarde? –Preguntó y Camila asintió. Sintió la enorme necesidad de preguntar el por qué, pero sabía que no debía hacerlo, pero era obvio que debía ver a Lauren. –Sabes que tengo trabajo que hacer por la tarde de los sábados, y no me queda mucho tiempo cariño, no podría llevarte al centro comercial. –Detestaba estar diciéndole esto a su hija. No siempre podía cumplir sus caprichos, pero, Camila estaba negando con su cabeza desde antes que ella dejara de hablar.
-Iré sola.
Sinuhe se quedó boquiabierta ¿Camila quería salir? ¿Sola? Si hace un mes pataleaba por tener que salir al frente de su casa, le llenaba de alegría ese nuevo paso, pero a la vez de angustia.
-Podría ser peligroso, Kaki. –Moría porque su hija volviera a tener una vida normal, pero ahora era ella quien estaba impidiéndoselo.
-Ya no soy una niña. –Dijo seria la morena, su madre estaba sorprendida, sea lo que sea que Lauren estuviera haciendo con ella, estaba dando resultados nunca antes esperados.
-Bueno, puedes ir sola, pero ten mucho cuidado, por favor. –Aceptó finalmente su madre, tenía que confiar en ella pero siempre el temor de madre estaba a flor de piel.
Luego del almuerzo, Camila tomó su bolsón y la colocó en su espalda, estaba para frente a la puerta de su casa, su madre la observaba detenidamente, se acercó a ella y depositó un corto beso sobre su cabello. Camila suspiró fuertemente y por fin salió de su casa. Y ahí se encontraba Camila, caminando sola, por las aceras de Miami. Estaba con los nervios de punta, cualquiera podría notarlo con facilidad eso hacía que caminara con rapidez. Quizá una parte de su mente le estaba haciendo entender que, no sólo quería verla, necesitaba verla.
Finalmente llegó. El camino varió entre, “que largo, jamás llegaré” y “Siento que estoy flotando, ya casi llego” fue una caminata demasiado bipolar.
Camila llegó al local y entró, Lauren la miró fugazmente mientras continuaba atendiendo a la persona con la que estaba, Camila la esperó tranquilamente y en silencio. Una vez terminó de atender al cliente ambas se acercaron.
-¡Qué bueno que llegaste! Hora del almorzar. –Dijo sonriendo alegremente. Camila no pudo evitarlo y también esbozó una sonrisa.
Ambas se dirigieron de nuevo al mismo cuarto trasero. Lauren apartó los papeles que había en la mesa para no ensuciarlos, ambas se sentaron una junto a la otra. La pelinegra comenzó a devorar su almuerzo, lo hacía más rápido que la primera vez.
-Sabes. –Dijo terminando de limpiar las comisuras de sus labios. Camila no podía despegarle la vista a la pelinegra, por más que quería, tenía que ver cada acción que ella realizaba. –he estado pensando mucho toda la semana, y es que me agradas, pero no sé mucho de ti. Se me ocurrió que podríamos conocernos mejor mutuamente, claro, si te parece.
-Sí. –Respondió con su vista clavada en sus manos que se movían nerviosamente.
-Camz. –La llamó seria, como nunca lo había hecho. Haciendo que la piel de Camila se erizara. No despegó su vista de sus manos, pero pudo ver como la delicada mano de Lauren se movía hacia ella, no hizo nada para evitar el contacto, como siempre solía hacer. La mano de la pelinegra tomó su mentón e hizo que la mirara fijamente a los ojos. Camila estaba cada vez más nerviosa.
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-Who Are You?- Camren.
Короткий рассказHola de nuevo, esta es otra adaptación es algo corta espero les guste.