-Who Are You?- Camren.

-Capítulo 9. Parte II.-

Bien, este capítulo va dedicado a Paola_Darks.

-¿Lauren? –preguntó sumamente preocupada acercándose a su rostro.

-¡Buuuh! –gritó al mismo tiempo que abría sus ojos cuando sintió la respiración de Camila bastante cerca de su rostro.

-¡Aaahh! –gritó ahora ella asustada cayendo de
espaldas sobre la nieve detrás de ella. Lauren se carcajeaba.

-Lo siento mucho. –Decía entre risas.

-¡Me asustaste! –gritó al momento que le arrojaba nieve en seguidas ocasiones, quería verse molesta pero en realidad no había podido reponerse del susto aún.

-Realmente lo siento, no me resistí. –dijo sonriendo mientras limpiaba la nieve de su abrigo.

–No te enojes, por favor. –suplicó haciendo un tierno puchero.

Camila suspiró, no podía enojarse con Lauren, aunque esta fuera una idiota. En realidad, amaba que fuera una idiota, Camila amaba cada pequeña cosa de Lauren. Camila, amaba a Lauren.

-No estoy molesta. –murmuró.

-Gracias, vamos, ven. –se puso de pie y extendió su mano ayudando a Camila a hacer lo mismo. –estar sentadas en la nieve nos puede provocar un refriado ¿No queremos enfermar verdad?

-No. –Dijo luego de tomar la mano de Lauren, sintió un pequeño choque eléctrico al sentir el contacto de sus pieles.

Sacudieron su ropa de la nieve y continuaron caminando, esta vez Camila marcaba el paso pues lena no sabía a donde se dirigían. La pelinegra pudo ver como Camila había sacado sus manos de sus bolsillos y las llevaba al nivel de su boca dándoles calor con su aliento.

-Camz. –dijo deteniéndose haciendo que Camila la imitara y la mirara. –Toma esto. –Quitó sus guantes negros y se los tendió. –póntelos.

La morena observó los guantes y luego miró a Laure. con el ceño fruncido. –No. –Era la primera vez que se negaba a algo.

-Anda, tómalos.

-Que no.

-Camz, por favor, póntelos. Tus manos se han de estar congelando.

-No. Vas a tener frío tú.

-No importa.

-Camila al escuchar eso se cruzó de brazos y puso una expresión molesta en su rostro. Una real. Lauren no soportaba la idea que se enojara con ella.

-Vamos no quiero que pases frío. –Dijo casi suplicante.

-Y yo no quiero que tú pases frío.

Se quedaron mirándose fijamente un momento, era obvio que ninguna de las dos iba a ceder, la noche se ponía más fría y obscura, tenían que llegar a un acuerdo rápido.

-¿Tomarías mi mano? –preguntó un tanto tímida.

-¿Qué? –contestó de la misma manera.-Nos pondremos un guante cada una, y con nuestra mano libre tomaremos la de la otra para mantener el calor. –Lauren hablaba con cierto nerviosismo en su voz, lo cual era muy raro en ella. –Es lo único que se me ocurre, está obscuro nadie nos verá ¿Qué dices?

-Está bien. –respondió la castaña al cabo de unos momentos los cuales fueron eternos para Lauren.
Lauren tomó torpemente su guante derecho y se lo entregó a Camila quien estaba temblando, de los nervios y del frío. Se colocaron el guante en la mano correspondiente y luego Lauren extendió su mano libre para que la morena la tomara. Camila tragó saliva, era un mar de nervios, acercó su mano lentamente mientras le temblaba hasta tomar la de Lauren. Presionaron moderadamente la mano de la otra para tratar de mantener el calor. Lauren le sonrió y Camila le devolvió la sonrisa un tanto tímida.