-Capítulo 12.-

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Camila dio un largo y pesado suspiro antes de entrar al local ese día, nadie sabía lo que pasaría. Tanto tiempo practicando cantar mientras se encontraba sola en su casa. Momentos llenos de frustración por no lograrlo. Terribles dolores de estómago provocado por los nervios. Insomnio. La mayoría del tiempo parecía un sinsentido lo mucho que estaba esforzándose para hacer dicha estupidez. Pero luego el rostro sublimemente alegre de Lauren se venía a su cabeza y todo comenzaba a tener un tanto de sentido.

Miró a Lauren que estaba atendiendo a una clienta, esperó que terminara para poder acercarse y saludar. -¿Todavía quieres hacerlo? –pregunto ella con una sonrisa de oreja a oreja, aunque no se tenía que ser un genio para saber que si recibía un “no” por respuesta, esa hermosa sonrisa se vendría abajo.

-Sí. –Respondió un tanto tímida. Ya no podía echarse para atrás.

Lauren sonrió mientras mordía su labio inferior. Trataba de ocultar el 90% de su felicidad en esos momentos.

-Ven. –Dijo tomando su mano y comenzando a jalarla sin brusquedad.

Esta vez no se fueron al cuarto detrás del mostrador como siempre. Si no, que fueron al fondo del lugar, al depósito para ser exactos.
Estaba lleno de cajas enormes de cartón, pero ubicadas en un perfecto orden, una sobre la otra.
Lauren cerró la puerta cuando terminaron de entrar y colocó el seguro.

-Así estaremos tranquilas y nadie nos molestará. Escogí este lugar porque es enorme y silencioso, ya que las paredes son muy gruesas no se escuchará nada al otro lado y viceversa.

Camila prestó atención y en efecto, Lauren tenía razón. Al momento de cerrar la puerta todo quedó en un completo silencio, no se escuchaba el bullicio del centro comercial, ni siquiera por lo lejos.

-También les pedí de favor a Vero y Brad que me cubran por más tiempo, así tú y yo podremos disfrutar el momento, ya sabes, sin ninguna prisa.

Camila sonrió. En verdad que Lauren se estaba esmerando bastante con esto. La siguió hasta donde estaban un par de sillas una frente a la otra. Sobre una de las sillas se encontraba un pequeño teclado color negro, se veía un poco gastado. Lauren lo tomó para poder sentarse y luego lo puso en sus piernas. Camila mientras se sentaba frente a ella. Tenía su manos pegadas a sus rodillas, no quería que nada saliera mal por culpa de sus nervios.

-Tranquilízate. –Dijo Lauren sacándola de sus pensamientos. –Sé que lo harás bien, confía en mí.

Camila apenas asintió, se sentía bastante nerviosa aún.

-Déjame confirmar que todo esté bien con esta cosa. –movió un par de cosas mientras presionaba las teclas. Lauren realmente estaba nerviosa, pero quería verse tranquila y relajada para transmitírselo a Camila y que esta estuviera menos tensa.

-Perfecto ¿Estás lista? –preguntó sonriente la pelinegra.

-Sí. –Respondió la morena, rápidamente relamió sus labios para que estos no estuvieran tan resecos, Lauren miró esa acción, inconscientemente imitó el gesto ella también.

Lauren tronó sus dedos y aclaró un poco su garganta. Comenzó a tocar delicadamente el teclado, una melodía suave y relajante. Camila tragó saliva, extrañamente el ambiente la estaba relajando bastante. Nunca había estado aislada del resto del mundo con alguien más. Siempre estaba encerrada en su mundo de pensamientos, sola.

Pero esta vez era distinto, había paz y tranquilidad, y lo compartía con Lauren. Con su persona favorita. Su Lauren.

Lauren le indicó que en la próxima nota debía comenzar a cantar, el momento había llegado. Suspiró tratando de relajarse…

-Who Are You?- Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora