Capítulo 2

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La verdad estoy confundida, no tengo ganas de nada, ni siquiera de comer, no puedo creer lo que está pasando. Hoy desperté con ganas de decirle todo lo que siento, sentí y voy a seguir sintiendo hacia el, hacia Aled. Se me vinieron recuerdos de hace cinco años cuando prometimos la bandera, juntos, siempre juntos, como siempre, como amigos, también me acuerdo de nuestro egreso, cuando pasaban fotos de cuando éramos bebés y nos daban el diploma. Nunca en mi vida me gustó una persona tanto como me gustaba el. Pero no era un "gustar" de gusto común y corriente, yo estaba enamorada de el, cada día un poco mas y sin hacer nada, con solo mirarme ya me sentía en otro mundo. Me encanta como es, es lindo, alto, humilde, gracioso, tímido y simpático.

Hoy Gerónimo y Marcos lo fueron a ver, yo no quise ir..., no podía aguantar verlo así. Me dijeron que para la merienda pasaban por mi casa y me contaban las nuevas noticias. 

Estaba descansando un rato cuando sonó el timbre, era Marcos, me parecía muy raro que llegue mas temprano y sin avisar. Lo hice pasar, fuimos a la cocina y  nos preparamos algo para comer mientras el me decía que me tenía que contar algo muy importante para el y me repetía una y otra vez que por favor no me enojara con el luego de que me diga lo que me tenía que decir. Nunca en mi vida lo había visto así, tenía que ser algo sumamente importante pero no lo presioné porque se lo veía muy preocupado, decidí esperar a que subamos a mi habitación para poder charlar mas tranquilos. Lo primero que hizo fue abrazarme repitiéndome que no me enojara con el, que no era algo que había planeado, que lo perdonara y demás, yo no aguantaba mas con la intriga. Luego de un rato le pedí que me contara todo mas tranquilo, que lo iba a escuchar y que  no me iba a enojar. Daba muchas vueltas, yo no lo entendía, me decía que hace mucho tiempo nos conocíamos y que el se sentía algo raro conmigo, que le pasaban cosas, yo no sabía que pensar, se me ocurría que tal vez estaba enojado, que por ahí ocultaba algo, mil cosas en mi cabeza daban vueltas y el daba cada vez mas y mas vueltas a la situación, me decidí y le dije que sea directo. Me tomó las manos y muy despacio, mirándome fijamente a los ojos me dijo : "me gustas". Quedé muda, no sabía que pensar ni que hacer, nunca me imaginé que mi mejor amigo de toda la vida me dijera algo como eso. 

De repente sonó el timbre, me levanté y miré por la ventana, era Gero, llegó en un momento bastante inoportuno pero igualmente bajamos juntos a abrirle la puerta.

Cuando abrí tenía una cara muy triste, estaba pálido y sin ánimo, pensé lo peor.

Cuando subimos me empezaron a contar todo, se miraban a cada rato, como si los dos supieran de que estaban hablando, me enojaba mucho que Marcos no me lo haya contado antes como estaba Aled. Por suerte me comentaron que el si bien todavía no despertaba se encontraba estable y que tenían datos de lo que había pasado la noche del accidente. Me dijeron que la policía había ido a la casa de Aled y que habían hablado con los papás. Ellos no tenían la menor idea de que era lo que había pasado por su cabeza antes de hacer lo que hizo, contaban que estaban todos en la casa, su papá, su mamá y su hermana, ellas dos estaban preparando la comida y el papá estaba mirando la televisión, Aled estaba arriba en su habitación haciendo un trabajo práctico, lo cual me pareció muy raro porque en la escuela siempre hacíamos grupo y no teníamos nada que entregar, además de los trabajos individuales el nunca estaba atrasado y fuera de la escuela el solo salía a correr por su cuenta así que no tendría otras tareas pendientes, desde la cocina la mamá le gritó que ya estaba la comida, el no contestó, no contestó ninguna de las cinco veces que la mamá lo llamó, como se preocupó subió y el le dijo que estaba muy ocupado y que no tenía hambre, ella no sospechó nada al principio hasta que la tranquilidad de una cena en familia fue interrumpida por los gritos de Aled y sus cosas del cuarto cayendo al suelo. Cuando estaban por subir las escaleras el bajó corriendo, abrió corriendo la puerta principal de su casa y siguió sin mirar absolutamente nada, ni los gritos de su padre lo frenaron y el camión lo atropelló, todo había cambiado en tan solo un par de segundos. Mientras que los papás llamaban a emergencias la hermana subió al cuarto de Aled, no encontró nada raro, la típica habitación medio desordenada y llena de papeles de un adolescente.

Me quedé sorprendida y sin palabras sobre lo que me contaron. Ya eran las 6:30pm asi que los chicos llamaron a sus papás para que los pasen a buscar.

Cuando se fueron quedé aturdida, se sumaban cada vez mas problemas, mas dudas, Marcos estaba enamorado de mi, de su mejor amiga, mi amor estaba en un estado sin respuestas concretas, no podía seguir así. 

La noche...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora