¿Somos una familia? (Yuri on ice)

¿Por qué lo hicieron ?

Aquel frente a sus ojos no era el joven arrogante y agresivo sobre el hielo, era un chico real de 15 años, asustado y confundido, que pedía a gritos que alguien le dijera todo iba estar bien, que no se preocupara. Además Viktor en su fantasia de vida perfecta, quizá había olvidado que aún estaban ellos ahí, y no podría ayudarlo de ser necesario. Pero aunque Yuuri quisiera explicarle lo que ocurría, no podía, el mismo no sabría qué decir, "capricho de Viktor" pensó, pero eso sonaba tan mal que con la misma desecho la idea, incluso a él, le debían explicaciones, Viktor solo le había dicho que irían de visita a Rusia, mas no esperaba terminar como ¿padre? de un adolescente de 15 años.

Pero Yuuri se negaba a usar el término padre, como lo hacía Viktor, porque apenas él era unos años mayor que Yurio, además sabía que al chico no le agradaría la idea, quizá "tutor" se ajustaba mejor a la situación.

Secretamente él y Viktor se habían casado, llevaban alrededor de un mes viendo juntos, es decir solos al fin, y cuando le pidió acompañarlo a Rusia acepto, pensando que efectivamente quería visitar a sus viejos amigos de pista, principalmente a un chico rubio en especial, algo que no le parecía mala idea, porque a pesar de todo Yuuri apreciaba a Yurio, más nunca imagino lo que en realidad tenía planeado.

Al principio no estuvo del todo en acuerdo, por el hecho de no haberlo consultado con el antes, tomar decisiones precipitadas era tan natural para Viktor, pero para Yuuri un hijo aunque fuera Yurio es una gran responsabilidad, y a sus 24 años, no se sentía capaz de cuidar de sí mismo menos de alguien más, no es como adoptar a un gatito, y sinceramente no sentía que ellos fueran la familia que igual y si necesitaba, pero eso nunca se lo diría a Viktor porque lo amaba y si adoptar al más rebelde de toda Rusia, lo hacía feliz también a él.

Además sabia lo mucho que Viktor se preocupaba por el chico, a menudo hacia comentarios preguntándose si todo andaría bien con él, y otros un tanto incomodas como si ya habrá dado su primer beso y con quien o si ya habría salido pelo donde antes no tenía. Sin mencionar las veces que lo llamaba y el niño sínicamente contestaba que no lo molestara porque estaba de fiesta en tal lado, lo cual preocupaba a Viktor porque sus fiestas eran a altas horas de la noche, con gente seguramente más grande que él y porque podía escuchar claramente lo ebrio que estaba.

"Yurio podrías soltarme, me lastimas", le dijo Yuuri al chico.

Yurio obedeció de mala gana y lo soltó, dándole un poco de espacio que pudiera respirar, y para que el mismo se calmara, paso sus dedos por su cabello, al tiempo que dijo algo en voz baja, casi susurrando, pero lo suficiente para que Yuuri con su vago conocimiento en ruso entendiera un perfectamente "¿porque lo hicieron?".

Yuuri conocía perfectamente el pasado de Yurio, Viktor se lo había contado tiempo atrás, huérfano desde los 3 años, quedando bajo la custodia de su abuelo, alguien muy importante en su vida según Viktor, su única familia, fue quien lo animo a practicar el patinaje, lamentablemente fallece por cáncer cuando cumple 10, dejándolo inconsolable, al grado de atentar con su propia vida, algo que Viktor no aclaro fue como, pero aquel incidente alarmo a todos los que conocían al niño, Yakov al ver que Yurio seria llevado a una casa hogar, decidió hacerse responsable de él, desde entonces hasta la fecha.

Viktor que era entrenado por Yakov, vivió todo de cerca, el cambio drástico en la forma de ser del menor no sorprendió a nadie, se volvió insoportable, siempre estaba de mal humor, comenzó a alejarse de las personas, en especial de Viktor, de quien antes no se separaba en ningún momento.

Siempre que alguien intentaba acercársele era rechazado de manera hostil, muchas veces Viktor lo encontró llorando en vestidores con los patines a medio poner, esas escenas lo llenaban de tristeza, más cuando Yurio pretendía que no ocurría nada secando rápidamente sus lágrimas. Pero eso si jamás dejo de entrenar, parecía la única forma en la que podía olvidar, olvidar quien era, entrenaba hasta la madrugada, en palabras de Viktor "algo de lo que Yakov sacó provecho para perfeccionar a la diamante en bruto que era Yurio".

Pero conforme iba creciendo el chico se volvía más rebelde, difícil de manejar, a menudo se metía en problemas por pelear o faltar a clases, Yakov nunca le llamó la atención, dejaba que hiciera lo que quisiera, con la única condición de que estuviera al pendiente de sus entrenamientos.

Viktor a menudo el decía, que cualquier problema que tuviese confiara en él, así poco a poco el adolescente se fue abriendo, le contaba uno que otro problemilla en los que se metía, pero él nunca le regaño por más estúpido que se hubiera comportado, siempre tenía un buen consejo y moraleja para cada situación.

Fue como logro recuperar la amistad del chico, pero lo que dio por perdido fue su carácter, era demasiado tarde para corregirlo. Haber estado con Yurio escuchándolo, explicándole y ayudándolo, nunca fue una molestia, siempre lo hizo con la mejor intención y aparte de él nadie parecía interesarle mucho en lo que el chico hiciera o dejara de hacer, claro fuera del patinaje.

Lo último que supo Viktor antes de dejar Rusia, fue que Yurio planeaba irse a vivir solo, y que Yakov obvio diría que no había problema, solo que cumpliera con los entrenamientos. Todos daban por hecho que Yurio estaría bien viviendo solo, pero el no, por los problemas que este le llego a contar. Por eso cuando el adolecente llego a Japón siguiéndolo, lo primero que hizo fue regañarlo por haber salido solo del país, después aprovecho para sermonearlo de porque vivir solo era una pésima idea, consiguiendo un "está bien" por parte del menor.

Para el Yurio había su hermanito menor, haberlo visto sufrir desde pequeño lo hacía querer proteger del mundo, de aquel que quisiera lastimarlo, amor incondicional, era lo que venía a su mente cuando pensaba en él.