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Prologo

[ YiFan ]

Los gritos de aquellos malnacidos eran mi alimento. Mi deber como jefe era hacer respetar mi nombre y temer la sola mención del mismo. Y lo había logrado.

Kris Wu era el nombre más temido en el bajo mundo y para los conocedores en el mundo exterior. Con 28 años ya era dueño del 70% de los negocios de la mafia y el amo del terror. Todo aquel que me faltaba al respeto, moría después de desgarrarse la garganta a gritos.

Nadie osaba meterse en mi territorio a menos que tuviera algo lo suficientemente bueno para ofrecerme. La droga, los asesinatos, la trata de personas, la prostitución, el lavado de dinero, las estafas, las amenazas de muerte y el terror estaban al orden del día. La policía desde hace mucho había cesado la orden de mi búsqueda y captura, no les convenía tener de enemigo al hombre que podía acabarlos con solo levantar la mirada. Ni a ellos ni a nadie le convenía decirme que no.

No solo soy un hombre despiadado e insensible, soy experto en el manejo de las armas y artes marciales. Soy inteligente y no dudo en destrozar huesos ante la menor provocación. Para mí no existe la regla de no matar mujeres o niños, he asesinado un gran numero pero con métodos rápidos y limpios. Para los niños, una bala en la cabeza es más que suficiente pero no para una puta que osa intentar escapar de mi control. Las brujas merecen ser quemadas hasta las cenizas.

Para un hombre que ose traicionarme o hablar de más, las cosas son más sencillas. Los traidores merecen cargar con su culpa en la espalda y en las manos, ¿Qué mejor que cortarles el pene y sacarles los ojos y la lengua? Si logran sobrevivir a caminar con ellos hasta mí, entonces pueden tener mi perdón, de lo contrario perderán la cabeza.

Un ladrón perderá las manos después de que cada dedo le sea serruchado. Un espía pierde los ojos, los oídos y la lengua. Un hombre que toque mi mercancía sin permiso perderá la lengua o el pene, dependiendo que mercancía toque.

No confió en nadie más allá de los tres bastardos que dirigen la mafia después de mí. Mis tres jinetes, los tres jinetes del Diablo.

Kim JongIn es un maldito estafador de primera. Con 24 años se encarga de la zona sur de Corea. No deja huellas y usa su cuerpo y rostro para lograr sus cometidos. El menor de mis jinetes pero uno bastante peligroso en cuanto a pérdidas materiales y monetarias se refiere. Gracias a él he logrado hacerme con grandes sumas de dinero sin necesidad de mover un dedo sobre mi propia mercancía. Si no estaba obteniendo cosas gratis, estaba encargándose del área informática. Demasiado listo como para holgazanear todo el día pero peligroso de tener aburrido, se encargaba de bailar y engañar a los demás miembros, y todos caían a excepción mía o los otros dos jinetes. Apodado como Kai, El Jinete de la Estafa.

Do KyungSoo es el mejor asesino de mi mafia. De mi misma edad y de complexión robusta y baja. D.O era el mejor tirador que podrías elegir para un trabajo limpio, rápido y discreto. Sus tiros nunca habían fallado, siempre acertaba en el entrecejo o cuando se le antojaba, en los ojos. El maldito era un experto en los asesinatos con armas mecánicas y ya había implementado unas lentillas digitales que lo dejaban enfocar el mismo objetivo o uno diferente con dos armas en sus manos, si, KyungSoo podía disparar dos armas al mismo tiempo. Todo porque "quiero perforarles los ojos al mismo tiempo". Era apodado como D.O, El Jinete de las mil armas.

Byun BaekHyun es el mejor espía de todos con 25 años. Capaz de camuflajear su cuerpo en cualquiera que sea de su altura o más allá. El como lo hace aún me sorprende e intriga. Su rostro hermoso e inocente que mantiene oculto para los demás, resulta perfecto para destrozar la confianza de una persona y robar los más grandes secretos. Baekkie logro hacerse del corazón de un líder mafioso en Busan y pronto de sus secretos de defensa; dicha información me la entrego personalmente antes de envenenar al desgraciado y regalarme el control absoluto de Busan como regalo de cumpleaños. El niño puede crear los más letales venenos sin olor ni sabor. Apodado Bae, El Jinete sin rostro.