Northeast high school, la preparatoria más elitista de Philadelphia, llena de ricachones y engreídos. Fui muy bien acogida cuando mi madre me inscribió aquí, pero claro, si soy la hija de "la gran abogada Regina White", toda esa bola de interesados querían codearse conmigo, todos menos Danielle Resse y Sottom Milles, las abejas reinas de la preparatoria, me agradaba el hecho de que no les interesara adularme, finalmente terminamos siendo amigas, a fin de cuentas eran las únicas sinceras acá, no había ni una pizca de interés en su trato conmigo, al contrario, en un principio fueron bastante insoportables, aunque no tanto como Jale Rossattie, el don Juan del instituto, se había propuesto "conquistarme" lo cual estaba muy lejos de suceder, era un pesado.
Caminé hacia la entrada, cuando vi a Danielle y Sottom al final del barandal de las escaleras, estas me saludaron con la mano y apresuré el paso para encontrarme con ellas.
-Querida April, te sentaron bien las vacaciones - dijo Sottom abriendo los brazos de par en par, recibí su abrazo y salude a Danielle con un beso en la mejilla.
-Me hicieron una falta tremenda estas 3 semanas - dije con un tono molesto y rodé mis ojos, ambas soltaron una carcajada, mientras las tres bromeábamos sobre los nuevos, adoraba a estas chicas, eran las únicas que entendían mi sentido del humor y mis malos ratos.
Todo era risas hasta que apareció el baboso de Jale y su combo. Jale Rossattie era el típico todas mías, un don Juan pues, mientras que su séquito de idiotas conformado por Travis Milles, el hermano de Sottom y Connor Lambre, no eran más que unos auténticos capullos.
-Lo más hermoso de Northeast High - dijo arqueando una ceja y mirándome de arriba a abajo.
-Espero te refieras a mi querido - dijo Sottom lanzándole una mirada amenazante a Jale a lo que este respondió guiñándole un ojo y riendo.
Connor siguió de largo sin siquiera mirarnos, mientras todas las niñas de otros años inferiores babeaban por el, era el típico chico de aspecto rudo, mientras Travis era definitivamente el que se quedaba con todas, a pesar de que Jale era el rey de la secundaria y un completo don Juan, estoy segura de que Travis se había liado con más chicas de las que pudiera nombrar.
-Buenos días chicas - nos dijo Travis intentando parecer muy "sofisticado", me limité a responder con una falsa sonrisa, mientras Danielle lo tomaba del brazo y lo saludaba coquetamente. Danielle era una coqueta total, hasta su forma de pestañear era insinuante.
El timbre interrumpió toda la escena y nos dirigimos a nuestras clases, al menos solo debía lidiar con Jale y no con el grupo completo de tarados.
Me senté en la parte de atrás para evitar estar cerca de Jale, en minutos entró el profesor de economía, parecía tener unos 30, alto y bien parecido, era nuevo en el instituto y seguramente sería la fantasía de más de una. Empezó a presentarse, su apellido era algo que rimaba con kiwi, en realidad no lo recuerdo, nos explicaba las fechas de nuestros exámenes y de repente se abrió la puerta del salón, él entró como si nada, muy intimidante como siempre, tanto que el maestro no dijo una sola palabra, lo que me causo risa, finalmente se sentó junto a mí.
-Que te causa tanta risa pequeña - susurró en mi oído causándome escalofríos.
-Nada especial Lucas - mentí.
Lucas Sparzza era el tipo de chico que ningún padre quiere con su hija, a pesar de ser el hijo de uno de los principales magnates de la ciudad era bastante rebelde, se escapa de clases, hacia fiestas en cada oportunidad que tenía y se juntaba con las personas incorrectas. Todo un dolor de cabeza para su padre, Nícolas Sparzza, era el fundador de la firma de abogados donde trabaja mi madre.
No sabría decir que pasaba exactamente entre Lucas y yo, pero éramos más que simples amigos, en realidad me gustaba lo que teníamos, él se parecía mucho a mí, en el carácter y lo mal encarado. Físicamente era un auténtico chico malo, se dejaba el cabello largo, tenía una ligera barba que mantenía corta y le daba un aspecto algo mayor, era alto, como 1.90 aproximadamente y sus ojos color miel eran la perdición, eran profundos y enigmáticos cosa que me encantaba.La clase pasó sin mayor novedad, al igual que la siguiente, en el break me senté con mis amigas en las mesas fuera del comedor, ellas me contaban todo sobre sus viajes de las vacaciones mientras yo simplemente miraba a Lucas sentado del otro lado del lugar, me miraba como si ocultara algo, un secreto, algo tramaba y presentía que me gustaría, tenía una sonrisa especialmente seductora y supe después de eso el día se tornaría interesante.
-Vamos April, no sé qué le ves a ese chico - me reprochó Sottom sacándome de mi divertido juego de miradas con Lucas.
-Hay que admitirlo Sottom, tiene un "Je ne sais quoi" - añadió Danielle lo que me hizo mucha gracia, después de pasar unos días en Francia, Danielle se creía muy sofisticada diciendo frases en francés.
Recibí un mensaje en mi celular que detuvo mis risas de inmediato:
"Tú y yo faltaremos a las siguientes dos clases pequeña."
Teclee lo más rápido que pude una respuesta:
¿A dónde pretende llevarme señor Sparzza?
La respuesta no tardó en llegar y ruborizarme de inmediato:
"A un lugar donde pueda arrancarle ese uniforme señorita Morgan, me temo que su falda es muy corta y va en contra de las reglas de esta institución"
Mire el mensaje atónita varias veces antes que la voz de Sottom me hiciera reaccionar.
-Vaya que debe tener algo especial el chico, además de ser el único al que le prestas un mínimo de atención, hay que reconocer sus méritos - dijo con una sonrisa triunfadora mientes me miraba y arqueaba sus cejas.
-¿A qué te refieres Sottom? - pregunté rápidamente.
-Solo mírate, ha logrado dejarte muda y roja como un tomate en segundos con solo un texto, hay que premiar esa hazaña - dijo bromeando mientras reía junto a Danielle.
Realmente la situación era fuera de lo común, Lucas solía coquetear e insinuarme cosas, pero nunca como eso que acaba de leer, en realidad me sentía victoriosa por provocarlo de esa forma y planeaba continuar con eso, así que respondí el mensaje:
Bien, pues me gusta romper un poco las reglas señor Sparzza.
No pasó un minuto cuando mi teléfono vibró nuevamente:
"Me sorprende su actitud señorita Morgan, alguien debe estar ejerciendo una mala influencia sobre usted, me temo que tendré que castigarla... Te espero en el estacionamiento en 5 minutos"
Este chico sabía cómo ponerme nerviosa, pero no lo dejaría notarlo, esta vez el juego estaría en mis manos. Me libré de mis amigas y corrí al baño, desaté mi cabello y me maquillé un poco, si iba a ganarle en esto tenía que jugar bien mis cartas. Rice mis pestañas tanto como pude y delineé mis ojos como sabia que le gustaba, pinté mis labios de un rojo oscuro y salí decidida a ganarle a Lucas Sparzza en su propio juego.
Al salir al estacionamiento lo vi recostado en su moto, pude ver la sorpresa en sus ojos al verme, luego hizo esa expresión picara y me ofreció un casco, lo tomé y me acerqué a él para que lo abrochara, él me miró con incredulidad y lujuria al mismo tiempo mientras abrochaba el casco, estaba jugando con fuego...
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La puerta
TienerfictieLa vida de una joven adolescente nunca ha sido fácil y April Morgan estaba lejos de ser la excepción. Luego de tener un horrible accidente automovilístico, su vida dio un giro de 360 grados al descubrir que todo en lo que había creído no era real. ...