| Descubierta |

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Vivir así.

Algunas encerradas en un capullo

En un jardín lleno de rosas blancas

Cada una diferente a la otra
Pero al final sólo rosas

Mismo modelo, distinta facción.

Puedes ver alrededor otras orugas
en los campos de margaritas

Con temor de salir al mundo

Por miedo a ser juzgadas,

Por no tener el color que tienen las otras

Por ser una combinación entre verde y azul turquesa.

Mientras que las otras

En negro se pierden.

Pero había una,

No era obscura

Ni clara

No era opaca

Ni mucho menos irradiaba luz.

Sólo era una oruga.

Pero su piel iba del color más frío como el gris hasta terminar en el más cálido de los anaranjados.

Al sol parecía aterciopelada

Y que decir de su capullo

Parecía querer opacar las estrellas
Sin tener la intención de hacerlo.


Se rodeaba de flores

No eran rosas, ni margaritas,

No había flores más bellas en todo el campo

Azucenas, bugambilias, girasoles, violetas,

Un clavel, un tulipán,

Geranios, lavandas, tréboles,

Contabas con las manos crisantemos

Malvas, olivas y petunias

Entre todas ellas, mis favoritas.

Y ésta,
Las aceptaba a todas.

Sin importar los pétalos que podían ser contados

Ni la forma de la corola

Ni que tan alto era el tallo

Ni el color con el que florecían

Sólo se rodeaba de ellas por ser flores.

Porque para la pequeña oruga,

-A diferencia de los oscuros capullos que la rodeaban-

Eran sólo eso

Flores.

En algún momento temió ser juzgada por ver el mundo de distinta manera.

Pero no era tan diferente al resto,

-Eso era lo que pensaba-

Ella también amaba las rosas, tanto rojas como blancas, y las rosadas tampoco escapaban.

Y las margaritas que en sus vecindades crecían,

Las aceptaba también

Porque eran bellísimas.

Y entonces se animó

Rompió su capullo al compás del viento de primavera,

Extendió sus alas

-Para los espectadores, las más bellas que alguna vez vieron-

Y voló.

Voló hacia su nueva vida aún portando sus colores tan peculiares.

Nada cambió, sólo se transformó.

Y mientras las otras orugas admiraban el espectáculo que ésta les ofrecía

Voló a través de todas las bellas flores, Sin saltarse alguna

Y encantó al público con su inigualable revoloteo de mariposa.

Revoloteo de Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora