Manual de supervivencia para un gay recién desvirgado.

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No comprendo cómo llegamos a esta situación. Bueno en parte sí.

Nunca debí haber ido a su casa a hacer el trabajo de literatura. Buckowski dijo "Encuentra algo a lo que querer y luego deja que te destruya" Ya no lo buscaba, el vino a mí. Como de costumbre no tenía pareja para el trabajo y por algún motivo, él tampoco. Ella, rápido, nos unió para hacer el trabajo. Siempre he sido muy tímido y no quería ir a su casa. Pero me sonrió y tuve que aceptar. Ahora sigo en su casa, en su cama. Y pensar que esto pasa por un trabajo de Shakespeare, ¿Qué pasará con el trabajo del Marqués de Sade?

Isaac llevaba 10 minutos en la ducha, tenía que usar el baño, pero no quería entrar si seguía el allí. Miré por la rendija de la puerta entreabierta, no había nadie y entré. Antes de que pudiera darme cuenta me observaba desde la puerta. Me sonrojé y le pregunté qué hacía, "Me gusta mirarte" dijo. Seguía desnudo y tuve el instinto de cubrirme. No me gustaba sentirme observado. Se agarró las muñecas y me puso los brazos a los lados de su cuerpo, también desnudo y todavía mojado. Me besó mientras me acariciaba la cara. Le devolví el beso, y me susurro "Dame un motivo para volver a ducharme".

Desde su cama podía ver todo su cuarto. Contra todo pronóstico estaba lleno de posters de bandos de rock clásico. No parecía el tipo de chico que se preocupaba por la música antigua. A penas había equitación de los deportes que practica, y las pocas que había estaban perfectamente colocadas. De hecho, lo único que se solía del perfecto orden de su cuarto eran toallas que habíamos usado. Esa vez fui yo el que no pudo resistirse, le vi secándose delante de mí y me lancé. Se sorprendió, pero yo sé que en el fondo le gustó.


Playas Divinas S.L.

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