- En camino - #Terminada

Capitulo 8: Confesiones de invierno.

Zeta me invitó al estudio para ver como mezclaban los nuevos temas, no podía negarme, no iba a perder mi poca vida social por una escena confusa con Gustavo. Si seguía así iba a parecer (si es que no sucedió aún) una chica resentida que se enamoró de su cantante favorito y se ofendió por un beso que no fue.
Estaba pensando en mi cuarto que iba a hacer cuando me cruce con Gustavo y también pensando que me iba a poner: lo primero no tuvo solución así que saqué de mi ropero unos jeans, una musculosa corta y un buzo porque hacia frío, el invierno me ponía a veces mas triste.
Salí avisándole a mi mamá a donde iría, trataba de evitarla porque sabia que me preguntaría porque Gustavo no volvió a casa. Me tomé un taxi y me baje en el estudio. Afuera Zeta y Car estaban esperándome, se sorprendieron mucho cuando les contesté que si iría, debe ser por eso su emoción.
Entramos, me sudaban las manos antes de entrar a la sala. Para mi suerte Gustavo no estaba... Solo saludé a Charly:

- Holaaa rubia - bromee y le sonreí.

- El frío se llevó tu bajón? Y no vas a preguntar? -

- Que cosa? -

- ¿Donde está Gus? -

- Vine a ver que onda la banda, no por alguien. - me defendí, Charly notó que lo busque con la mirada al entrar.

- Yo no creo que venga. - Se quejó Zeta.

- Yo menos - Se unió Car.

- Que cárajo les pasa? - Entró Gustavo torpemente con un cigarrillo en la mano. Vi sus ojos y se notaba que había bebido.

- Mierda - Zeta y Charly dijeron al unísono y se pararon a ayudarlo ya que no podía mantenerse en pie.

- Vine a decirles que no tengo nada para el disco - dijo con una voz distorsionada, apenas entendible. Me vió y su expresión cambió, pasó sus manos por su rostro y dijo-  que haces acá Vera? - habló on un poco de culpa.

- Gustavo... - alcancé a decir pero Carla interrumpió para despedirse de nosotros no le agradaba la situación. Acto seguido Zeta se retiró en busca de Carla. Con Gus solo nos quedamos Charly y yo.

- Vera no te gastes. Varias veces hizo lo mismo. Dejemoslo acá hasta que se le pase. Yo tengo que ir a ayudar a un amigo de mi viejo, no tengo tiempo para estas cosas.

- Esta bien, vamos. - Salimos y dejamos a Gustavo sentado, un poco dormido sobre el sillón de la sala.
Esperé a que Charly se aleje y volví a entrar, no podía dejar a Gustavo así, el me había salvado y yo tenia que hacer lo mismo, poco a poco iba entendiendo cuales eran los demonios de Gus.
Entre y lo vi con la guitarra tocando un acorde que seguro no existe,  estaba grave. Lo escuche intentando cantar una canción de Sui Generis:

Quién me dará algo para fumar 
O casa en que vivir? 
Sé que entre las calles debes estar 
Pero no se partir.

- Gustavo - lo interrumpí y me senté a su lado.

- Andate, no quiero que me veas así -

- No te voy a dejar así, dale anda al baño y lavate un poco la cara que te acompaño hasta tu casa.
Se negó por unos minutos pero lo convencí, tomamos un taxi y entramos a su departamento. Era ordenado para ser de el, eso me sorprendió bastante. Lo dirigí al baño y lo deje en la ducha bajo el agua fría con ropa seguro me estaba odiando pero tenia que hacer que se le pase.
Baje a su cocina y le hice un café y  un te con limón. Subí con la bandeja hasta su cuarto y deje la misma sobre su mesa de luz. Fui hasta al baño donde peleamos un buen rato para que se seque y se cambie de ropa.
Lo ayudé a que se acueste en la cama y le di lo que le preparé.

- No me merezco esto - dijo bebiendo el café y hablando mas claro que hace unos 40 minutos. Estaba mejorando.

- Basta Gus, ya esta. -

- Me perdonas? No se que quise hacer el sábado anterior, me confundí, yo te aprecio mucho a vos y cuando paré lo hice porque no quería arruinar la linda amistad que tenemos o teníamos. No es que no te quiera besar pero sos mi amiga, y te extraño. Te mereces más que esta bestia - se señalo así mismo - por eso paré.

- Yo también te extraño - Confesé.

- Me perdonas? - volvió a preguntar

- Si Gus, y vos también perdoname a mi, actúe mal y me borré. No me dolió que no me besaras ni nada, si no que no entendí si estabas jugando conmigo o si querías de verdad que fuera tu amiga...y que me digas que soy una nena me jodió bastante.

- A veces no mido lo que digo, es otra parte de mi. Si yo te besaba ibas a pasar a ser parte de mi, y no me conoces bien. Soy un desastre, tengo que cuidarte  como amigo de mi mismo, y si yo te besaba te iba a confundir e ibas a ser parte de mis demonios. Ese día conociste uno y hoy otro.

- Ya esta, te extraño en las tardes, extraño que vayas a mi casa y quebme cuentes tus cosas. - Sonreí tímida.

- Vení - dejo las tazas a un lado y abrió sus  brazos esperando mi abrazo. Lo hice, me acerqué a el y lo abrace como tanto deseaba. No me importaba lo que el decía sobre que me tenia que cuidar de el, me hacia sentir cómoda en todas sus facetas. Por mas que sea su amiga y me duela, porque si señores, sigo enamorada de Gustavo Cerati, tengo que estar cerca de el.
Me quedé entre sus brazos y el dijo:

- te quedas? Ya es muy tarde para que te vayas sola y esta muy frío - levante la cabeza para mirarlo y asentí.

- Me gustan estas charlas - le dije

- Cuales? - me preguntó curioso.

- Las de invierno - Miré sus ojos celestes tan lindos.

- Yo las sentí como confesiones - se rió.

- Vos estas borracho - bromee y le di un suave golpe en el estomago. Es lo ultimo que recuerdo, y me quedé dormida con el, me había quedado claro que era su amiga y así estábamos bien. Ahora yo tenía que partir de eso, de actuar como su amiga y esconder lo que sentía.