Por verte sonreír

Capitulo 2

Tomé el delatal que Ho Seok me pasaba e intenté colocarmelo pero no podía atarlo.
-Déjame que te ayude- Me dijo con una cara pícara y hacercandose demaciado a mi.
-No! yo puedo sola- le dije dando un paso atrás.
-¿segura?- enarcó una ceja.
-Sí -conteste segura
-¿super super segura?.-inistía
-Si- dije rodando los ojos
-¿segurin segurin chim chim?.
- ay! Ho Seok ya basta!- Este hombre me desespera rapidamente.
-Jajaja esta bien solo jugaba- me dió un leve golpe en el brazo, tomó una bandeja de comida y la llevó fuera de la cocina.

Mire a mi alrededor y la cocina no era tan grande, apenas entraban dos personas en el pasillo entre las hornallas y lavaderos con la mesada donde dejaban las ordenes para ser llevada por los camareros. Note la presencia de un hombre robusto, bajito, pelado y simpático. Seguro era el cocinero.
-Y tu qué me ves?- me dijo mirandome de arriba a abajo
Corrección se veía simpático, pero no lo era.
-Que te pareces a Santa Clous- me dí la vuelta y salí para buscar a Ho Seok, dejando al hombre con la palabra en la boca.

Cuando salí me percaté que había un montón de gente. ¿Pero en qué momento se aparecieron tantos?
Miré la hora en un reloj de pared que habia en el lugar y daban las nueve de la mañana.
Ho Seok venía a toda prisa para volver a entrar a la cocina y lo detuve.
-¿por qué hay tanta gente?- le pregunté
- Es hora del descanso, alrededor hay muchas empresas y los empleados vienen aqui a tomar un café o comer algo en ese pequeño tiempo.
-ah entiendo.
-Se que es tu primer día, relajate, sonrie, se amable con los clientes y estaras bien.- me dijo sonriendo al punto de que sus ojos se cerraban- ¿puedes tomar las ordenes?, ahi esta la libreta.
-Si- dije no muy convencida y empezé mi trabajo.

Lo estaba haciendo bien, pero tanta genté me aturdía, con pedidos, gritos preguntando cuando estará su orden, de que le falta azúcar a su café y un montón de cosas màs. No se como Ho Seok aguanta estar con tanta genté y seguir sonriendo, pareciera que disfrutaba de su trabajo.
-Señorita! Señorita!- un hombre de avanzada edad me hizo despertar de mis pensamientos.
-¿Qué sucede?- le pregunté de mala gana, ya estaba cansada.
-Mi café está frio, quiero otro.
-Está bien señor, enseguida se lo traigo- fuí rápido a traerle el café al anciano, ejem digo...al cliente. Luego de traerlo este tomó un sorbo de repente y al parecer se quemó la lengua.
-ezta muu cadiente- dijo sacando la lengua-
-no debió tomarlo muy rápido señor- Le respondí
-Y tu deberías controlar tus modales con los adultos niña mal educada- contraatacó el viejo.
-oigame señor a quien llamá maleducada!- Levanté el tono de voz.
-A tí niña insolente.

Ah no! Esto no se va a quedar asi viejo cascarrabias. Iba a responderle como se merece pero sentí que alguien me tomó de los hombros, como tratando de tranquilizarme.
-¿qué pasa aquí?- preguntó con un tono alegre y pacífico.
-Mire joven lo que pasá es que esta chica no sabe respetar a sus mayores- dijo el viejo- Quiero hablar con el gerente, traiganme al gerente!- empezó a lavantar la voz por lo que algunos presentes ya se dieron la vuelta para mirar la escena que montaba el  viejo.

Me acerce un poco para darle su merecido. Ni que mayor ni que nada. Pero Ho Seok puso su brazo en frente mio impidiendome que de un paso màs, ya que al parecer se percató de lo irritada que estaba.
-Mire Señor- habló Ho Seok con toda tranquilidad.- hagamos algo ¿si?- prosiguió.
-Lo escucho- dijo el viejo màs calmado.
-Que le parece si le traigo otro café, corre a cuenta de la casa.- le mostró una de sus mejores sonrisas.
-mmm...- dudó un poco- esta bien- por fin acepto- Pero quiero que la señorita se disculpe.
- Ni en sueños!- dije instantaneamente
- Traiganme al gerente! Quiero ver al gerente!- volvió a gritar este.
-Calmese señor- Ho Seok trató de tranquilizarlo de vuelta.- ____, por favor- me miró suplicante.
-Ya ya, esta bien!-dije rendida.No podia perder mi trabajo en el primer día. -señor... dis...dis...discul...disculpeme- rayos odio disculparme en especial cuando no tengo la culpa de nada, este viejo es el que vino a ser atorrante.
-Esta bien, la disculpo- dijo como si se sintiera un rey en el trono con eso de que "el cliente siempre tiene la razón".
Jhope me señalo la cocina, como indicandome que me marchara, Ja no hacía falta ni decirmelo, ya no aguantaba estar ahí. Rechinando los dientes volví a la cocina y me quedé ahi esperando a que volveriera Ho Seok.

Mierda! Seré regañada el primer día de trabajo y todo por culpa del vejestorio.