Cuando abrió los ojos esa mañana, JongWoon no podía estar mas emocionado, acababa de cumplir 6 años y ya iba a cursar el pre-escolar. Era todo un hombrecito.
Su madre, divertida, veía como el niño prácticamente saltaba de un lado a otro mientras buscaba sus útiles y los entraba en su mochilita nueva de Batman.
Al llegar a la escuela, el pelinegro se despidió de sus padres y entró a su nueva aula, estaba extasiado, como era mayor, le asignaban a un niño de kinder al cual cuidar. Quería aprender a ser buen hermano mayor, puesto que unos meses atrás su madre le había dado la noticia de que tendría un hermanito. Aquello lo ponía de lo mas feliz, se imaginaba jugando con el, enseñándole cosas y teniendo aventuras imaginarias.
La maestra llevó a los niños de pre-escolar al aula donde estaban los pequeñitos de kinder, se les hacía mas fácil asignarle a quien cuidar si mostraban afinidad entre ellos. Jong Woon entró al aula, los pequeñitos correteaban de aquí a allá, con sus pantaloncitos cortos que el ya no usaba, por ser un niño de un curso mas grande. En la esquina de atrás logró ver un niñito de mejillas rosadas y regordetas que daban ganas de pellizcarlas, se le acercó, el niño tenía un pequeño puchero en la cara.
-hola -le saludó. El infante subió la vista y lo miró con unos ojitos brillantes, ¡Que lindo era! El bebé frunció los labios y tenía la expresión de ponerse a llorar, lo cual hizo después de cubrirse los ojos con el dorso de las manos. JongWoon se asustó.
-Oye, ¿Qué pasa? ¿Te duele algo? Soy un niño grande de 6, puedo ayudarte -dijo esto ultimo hinchando el pechito de orgullo. El niño gimoteaba restregándose los ojos, luego habló entre sollozos.
-Mi... mi lápiz se rompió -Jongwoonie se fijó que al lápiz solo se le había roto la punta, así que palmeo al niñito levemente por la espalda.
-tranquilo, se puede arreglar. ¿Cómo te llamas?
-Wookie -respondió bajito y lloroso.
-Bien Wookie, yo soy Jongwoon, vamos a arreglar tu lápiz. -tomó al niño de la manita y lo llevó hasta la mesita donde tenían un sacapuntas, con paciencia le mostró al niño como se hacía e incluso lo puso a girar la palanquita para hacer que el aparato funcionase. Con los ojitos brillantes de felicidad, Wookie agradeció por la ayuda e incluso le dio un leve abrazo a su nuevo amiguito y ahora salvador.
La maestra había visto todo y decidió no separarlos el uno del otro.
Jongwoon iba cada día entusiasmado al colegio pensando que haría con quien en realidad se llamaba Ryeowook, el pequeño no se le despegaba, tan solo cuando entraban a sus aulas. En las tardes Jongwoon le rogaba a su madre que lo dejase en la escuela para poder estar mas tiempo con el. Los padres de Ryeowook trabajaban y el tenía que permanecer en la guardería toda la tarde. Wookie por su parte ya no lloraba en esas horas que sus padres no venían, ahora tenía a Woonie quién se la pasaba jugando con el.
Una tarde estaban en el patio y Ryeowook chilló de repente colocándose detrás de JongWoon que estaba sentado sobre la hierba.
-¿Que sucede? -el niño asustado señaló un pequeño insecto que estaba cerca del pie del mayor. Este entusiasmado se dio cuenta que era una mariquita y con cuidado la atrapó entre sus pequeñas manos. Ryeowook sollozaba.
-me da miedo.
-No temas, mira... es linda -despacio le mostró al bichito y el pequeño, curioso y con rastros de lágrimas en la carita se acercó a mirar.
-rojo -dijo después de pensar un rato en que color tenía el insecto. Jongwoon asintió orgulloso de su pequeño.
-así es, rojo -le alborotó leve los suaves y finos cabellos.
Una tarde, los niños se encontraban en su hora de almuerzo, Wookie sacaba su loncherita de jirafas mientras la de Jongwoonie tenía al hombre araña, le gustaban los super héroes, y aunque a penas aprendía a leer mas rápido le gustaban los cómics también.
Ambos comían despacio y en silencio cuando el mayor se percató de que el pequeño dejaba a un lado los trozos de brocoli.
-Wookie, ¿Por qué no comes el brocoli?
-No me gusta -respondió inflando los cachetes con su aguda voz de bebé.
-Debes comer tus vegetales, mi mamá dice que si no comes vegetales te vas a quedar pequeño. -el niño hizo un mohín y cruzó los bracitos, no iba a comerse el brocoli.
Pero para Jongwoon, eso estaba por verse.
Esa tarde, luego de convencer a su mamá de comprarle algunas cosas se encerró en su habitación y la volvió un lio de papel maché y pegamento.
Su mamá se asomó y lo vio con la frentecita sudada y la expresión de gran concentración en el rostro, lo dejó tranquilo, le gustaba darle su espacio.
Mas tarde en la noche y con satisfacción, el niño miró su trabajo terminado. Haría que Ryeowook se comiera sus vegetales.
Llegó la hora del almuerzo del otro día en la escuela, Wookie miraba a todas partes preocupado al no ver a JongWoon mientras esperaba en la mesita que compartían, empezaba a desesperarse cuando de pronto lo vio venir y su asombro fue mucho.
Encima de su uniforme JongWoon llevaba, hecho con cartones y mucho papel maché verde, un traje de brocoli, los demás niños lo miraban y algunos reían pero a el no le importó. Todo por hacer que su niño creciera sano y fuerte.
Wookie miraba con los ojitos estrellados y sonriente a su querido Woonie vestido de vegetal, sentía que ahora comer brocoli valía la pena.
Jongwoon era bueno y lo quería, entonces, si Woonie era un brocoli también tenía que quererlo y tendría que ser bueno.
-¿Ahora si comerás tu brocoli? -le preguntó mientras acariciaba su cabecita.
-¡Si! ¡Si! Para ser grande y fuerte como tu -dijo mientras se subía sobre el asiento y flexionaba sus bracitos.
-¡Eso!
-Woonie... yo también quiero uno -dijo señalando su disfraz. El mayor sonrió.
-También hice uno para ti... -detrás de el sacó un pequeño disfraz, hecho con el mismo material que el suyo, pero esta vez de un tomate.
Pensó en un tomate para el puesto que aquellas redondas y rosadas mejillas del pequeño solo le recordaban a eso.
-¡ah! -el niñito aplaudía entusiasmado mientras dando pequeños saltitos dejaba que su mayor le colocara el disfraz.
-Ahora comeremos bien nuestros vegetales, si? -le sonrió nuevamente pellizcando una de sus mejillas.
Luego de eso se sentaron a comer su almuerzo y ya el pequeño Wookie, desde ese día en adelante amaba comer vegetales.
Fin.
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Crecer {YeWook}
FanfictionUn fan fiction Yewook muy simple con ambos protagonistas siendo niños y viviendo aventuras pequeñas para nosotros los mayores pero grandes para ellos