Capítulo 20.

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Al llegar al apartamento de mi amiga Sofía, entro y ella entra después de mi. Nos dirigimos a  su cocina, básicamente su casa era bastante pequeña y ¿Por qué no? Sólo vivía ella y su gato, Alan. Luego ella me miró triste y yo tenía el rostro cabizbajo.

—Lo amo —Murmuré entre sollozos y levanté mi rostro para mirarla a ella— Lo amo, Sofía. Es mi vida, es mi alma gemela ¿Por qué me tiene que pasar esto a mi? —Posé mis manos sobre mi rostro para cubrirlo completamente mientras dejo caer mi maleta, ella se acercó a mi y me abrazó fuertemente.

—María, tranquila —Me consuela y me incorpora un poco para mirarme— Seguro que él también está sufriendo como tú. Ten calma, todo se solucionará.

—¿Cómo? —La miré incrédula de la situación, ¿Qué solución habría? Lisa arrasa con lo que sea... Lisa es un arma letal. Si ella quiere a Michael, ella lo obtendrá. Así de simple —Sofía me mira con un rostro devastado y me observa asombrada.

—María, tú no eres así... tan derrotista. Además, tú lo amas —Exclamó— Lo amas demasiado. Lo mejor es que te calmes, te quedes unos días aquí y luego enfrentes esto... Nadie... —Dijo con firmeza— Nadie lastima a mi mejor amiga. Ni una mosca —Yo carcajee y luego pestañee un par de veces.

—Tengo que llamar a Janet —Recordé y me dirigí hacía mi bolsa, tomé el móvil y comencé a presionar los once números de su teléfono.

—¿Hola? —Quedé helada al saber quién era la persona que contestó. No era ella, era Michael. Miré a Sofía mientras giro mi cabeza como robot y ella me hace andemanes y me pregunta ¿qué pasaba? yo tomé aire y hablé por fin.

—Hola... Michael... —Mi amiga me miró y luego se fue hacía su terraza para darme más privacidad.

—¿María? ¡María, eres tú! —Exclamó de felicidad— María, deseo que vuelvas, no me dejes aquí en mi propio infierno.

—Vamos Michael, no exageres. Es Neverland.

—¿Con Lisa? ¿Estás de broma?

—Michael, yo te amo... Pero... Debo tomar distancia un tiempo... Es necesario, ¡Hazme caso!

—Pero...

—¡Sólo hazme caso! —Advertí— Cuando esté bien emocionalmente y pueda tomar, más bien, asimilar esta situación macabra, volveré. Volveré por ti.

—Pero falta poco para esa estúpida boda, María.

—Lo sé, lo sé.... —Cerré los ojos aceptando la triste realidad, una realidad que no quería que sucediera— Pero arrasaré con todo. Si ella pudo, yo también podré —Sentí como mi voz se quebraba— Sobrepasaré a tu padre y a esa otra serpiente venenosa... Pero déjame, aclarar mi mente. Sólo te ruego eso —Supliqué lo más sinceramente posible.

—Está bien, María —Suspiró resignado. Yo me asusté por el simple hecho de que me tendría que esperar meses, incluso años.

—Otra cosa, Michael —Murmuré.

—Dime... —Susurro entre sollozos.

—Te amo más que mi propia vida y espero de todo corazón, que este amor que tu sientes por mi, no desvanezca, ni en siglos.

—Te esperaré lo que tenga que esperar. Lucharé lo que tenga que luchar, amor mío.

—Michael —Sollozé y finalmente saqué el taco que tenía dentro de mi— Te extraño demasiado, quiero que me abraces, me hables, me acaricies. Esto... esto es realmente injusto.

—Lo sé... Pero tendré fe en ti y sé que volverás. Si no, te buscaré hasta el fin del mundo.

Es el momento, acércate a mi

Casados a la fuerza © [TERMINADA] #Sakura2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora