Narra Lali.
A dos días de interno, Benjamin me llevó a su casa. Estaba todo completamente diferente. Las ventanas tienen nuevas cortinas; las que yo odiaba ya no están. La mesa larga del medio se convirtió en un amplio espacio vacío; tampoco estaba. Ese espacio lo ocupaba una gran alfombra, de la cual no defino exactamente el color.
Mis ojos recorren toda la casa, pero lamentablemente chocan con algo que termina de romper mi corazón.
Benjamin mira a la misma dirección que yo, y luego me mira rápidamente.-Si querés, sacamos el cuadro --dijo--.
Ese cuadro, aunque fuese pequeño, esconde una vida. NUESTRA vida. Es el que él me había regalado por nuestro cuarto año de novios. Lo recuerdo a la perfección. Era un cuadro que me lo había traído de Estados Unidos. Cuando tuve que cambiarme de departamento ya estaba con Mariano, por lo que tuve que desecharlo. Sinceramente no sé qué hace eso aquí.
-¿Cómo es que tenés ese cuadro? --junté el entrecejo, confundida--.
-Majo lo había encontrado en el tacho de basura de tu antiguo depa --me miró--. No quise tirarlo, y se lo pedí. Si no lo querés vos, me lo quedo yo.
Sus palabras causaron un escalofrío en toda mi espalda. Él se encaminó un poco más, con mi valija en su mano aún, y tomó el cuadro.
-Te dejo esto acá --se refirió a la valija--. Acomodate. Sabés cuál es tu habitación.
Y se fue. Subió las escaleras con el cuadro en mano, mientras aparentemente hablaba con mi mamá.
-Sí Majito; ya llegamos...
Me detengo en cada parte de la casa. No quiero estar aquí.
Trago en seco y tomo la valija para subirla (o por lo menos intentarlo) a la habitación.La levanto un poco... ¡listo! ¡wuf! Primer escalón.
Un poco más... Segundo.-Me parece que vas a necesitar ayuda con eso, ¿no? --lo escucho preguntar, cuando al parecer llega a mi lado--.
-No. No necesito tu ayuda. Puedo sóla, gracias igual.
Me miró de costado y entrecerró los ojos como diciendo: "Dale, aceptá que necesitás ayuda."
Sonríe y niega con la cabeza al ver que no aflojo y que, con mis esfuerzos máximos, ya voy por el quinto escalón.
-Dejame --se interpone en mi camino, tomando la valija y cargándola en su hombro--. Esto es cosa de fuertes. Tenés la pierna lastimada, mejor sentate.
Lamentablemente, al ver que no puedo ganarle, me decido a sentarme. No sin antes dirigirle una mirada fulminante. Él llega y se sienta a mi lado, mirándome.
-¿Cómo sentís la pierna? --se inclina un poco, y apoya su mano sobre ella--.
-B...bien --titubeo, muy nerviosa--.
-Tranquila --la acaricia. Me estoy por morir--. Yo voy a cuidarte.
-No necesito tu ayuda.
-¿Tenés hambre? --me cambia de tema--.
-Un poco --admito, logrando que él sonría--.
-Pidamos algo --guiña un ojo y hace el pedido por medio del teléfono--.
>>><<<
-¿Hay prensa metida? --pregunté con temor a su respuesta. Ya estábamos en la mesa, "comiendo"
sushi. Él levanta la cabeza y me mira con tristeza--.-Lamentablemente sí --hace mueca con la boca--.
-Igual lo imaginé... ¿Los fans saben algo?
Terminé la pregunta y él rió irónico, aunque sutil.
-¿Que si saben algo? Saben TODO. Son tus fans, se van a enterar como sea de lo que pasa con vos. Desde tiempo que estás rara. Están mandando a Mariano a la mierd..
-Ya me imagino --interrumpí, volviendo mis ojos al plato--.
-¿Por qué no comiste? --pregunta--. ¿El sushi dejó de gustarte? ¿No es tu comida preferida?
Amo que recuerde detalles.
-Sí. Pero no tengo ganas --lo miré y dejé los cubiertos sobre la mesa--. Quiero ir a dormir, permiso.
Me levanté y fui hasta la habitación en la que dormiría yo. Me siento una estúpida.
>>>><<<<
Las dos y cuarto de la mañana... primer trueno. Amo los días lluviosos, pero me aterran. No tengo una muy buena experiencia con ellos.
Me levanto obligada, ya que no puedo conciliar sueño, y bajo las escaleras. Debo admitir que la pierna derecha aún me arde, pero nada me imposibilita caminar.
Cuando estoy en la cocina, me atrevo a abrir la heladera.-¿No podés dorm...
Pegué un salto y cerré la heladera ni bien escuché su voz. Él rió.
-¿Te asustaste? --prende la luz, y aun brilla su sonrisa--.
-¿Qué hacés acá? --pregunto, torpemente. Él arruga el entrecejo, como diciendo: "esta es mi casa"--.
-Vine por agua, ¿vos? --levanta una ceja. Sabe que estos días no son lo mío--.
-Lo mismo --trago en seco--.
-Tomá --estira su vaso y me lo da para que me sirva en el mismo--.
-¿Ves en la oscuridad? --digo, una vez ya cerrada la heladera--.
-Sí. Lo suficiente.
Nos quedamos mirando y un silencio incómodo se instala entre nosotros. No puedo esbozar ni un "me voy a dormir". No entiendo por qué. Sus ojos no se apartan... Me está matando.
-Imagino que tenés sueño --habla por fin--. ¿Estás cómoda en la habitación? --pregunta--.
Solo me dediqué a asentir; nada más.
-¿No querés decirme nada? --habla nuevamente, mirándome antes de subir las escaleras--.
-No --corté--.
Benjamin me miró con no muy buena cara y subió.
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No me dejes - Benjali (Sin Editar)
FanficTres meses de relación en vano. Vivo encerrada con un hombre capaz de sacarme la vida. Mariano... Él...me golpea. Ya perdí la cuenta de la cantidad de veces que sus celos explotaron; explotaron conmigo. No puedo zafarme. No tengo en quién refugiar...