Mucho más que simple admiración {Viktuuri}

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Con miedo, Yuri se dirigió hacia su habitación, donde se encontraba Viktor. Estaba sobre su cama, su futón no estaba hecho y la camisa del albino estaba desprendida.

¿Qué puedo hacer contigo?.- Preguntó el morocho riendo. -Cuando bebes eres un verdadero desastre.- Afirmó acercándose al de ojos claros.

Yuri~, yo sé muy bien lo que podemos hacer.- Comenzó el albino con una voz seductora e intensa.

Deja de bromear, bebiste demasiado, es mejor que te duermas. Yo me iré a otra habitación, por las dudas.- Le respondió Yuri algo sonrojado por lo que acababa de escuchar.

Viktor saltó hacia Yuri para atraparlo en un abrazo y que no saliera de la habitación, estaba borracho pero no era tan idiota como parecía.

Yuri! No me dejes, no te vayas! YURIII!.- gritaba colgado del japonés, el cual lo arrastraba por el pasillo mientras caminaba.

¿Qué hace falta que haga para que te vayas a dormir?.- Le preguntó al ruso intentando calmarlo.

Con un simple beso me conformo!.- lloraba fingidamente para captar la atención de Yuri

E-está bien. - le respondió nervioso "Si está borracho y se duerme, no recordará nada o pensará que es un sueño, espero." pensaba mientras veía los ojos del ruso "Aunque no quisiera que se olvide de nuestro primer beso".

Viktor se inclinó y posó sus labios sobre los del japonés. Era un beso suave, dulce y duradero. Yuri sólo se dejaba llevar por los labios de Viktor, quien se separó de él por falta de aire y empezó a depositar pequeños besos sobre los labios del japonés.

Luego de eso, ambos se separaron y se miraron fijamente, Yuri no podía creer que lo había besado, aún no caía en la realidad. Viktor sólo se limitaba a sonreír y soltar una carcajada burlándose del rubor del chico que tenía en frente, de verdad le gustaba cuando se sonrojaba de esa manera.

A-ahora cumple con tu promesa y ve a dormir, Viktor.- le dijo al albino apuntando hacia su habitación. -Pero antes de que te vayas, quiero que sepas que no eres el único que puede dar ese tipo de besos.- Comentó el japonés antes de abalanzarse sobre el ruso y darle un beso apasionado al igual que largo, sin darle tiempo de reaccionar.